Roma acoge la mayor exposici¨®n de Rafael de la historia

Como las estrellas del rock, Rafael Sanzio vivi¨® deprisa y dej¨® un bello cad¨¢ver. El genio renacentista muri¨® en Roma un Viernes Santo de hace 500 a?os, el d¨ªa mismo de su 37 cumplea?os. Fue a consecuencia, seg¨²n dicta el gran relato del arte occidental (que tambi¨¦n carga su porci¨®n de chismes), de la fogosidad de la relaci¨®n con la Fornarina, su amante. Un error m¨¦dico, eso s¨ª, hizo el resto. El artista de Urbino y su ciudad de adopci¨®n, que tanto se debieron mutuamente, vuelven a cruzar sus destinos una vez m¨¢s, gracias a una ambiciosa exposici¨®n presentada este mi¨¦rcoles en las Escuder¨ªas del Quirinal, cinco siglos despu¨¦s de que Roma quedara ba?ada en l¨¢grimas por la p¨¦rdida de su pintor e intelectual m¨¢s sensual y refinado. Las cr¨®nicas de la ¨¦poca cuentan que cuando se conoci¨® la noticia del fallecimiento, un ligero temblor sacudi¨® el Vaticano y abri¨® una grieta en el Palacio Apost¨®lico, lo que se interpret¨® como una se?al de las capacidades sobrehumanas del pintor. El susto, se dice, fue tal que oblig¨® al Papa a abandonar sus apartamentos.

No hay de momento constancia de la reacci¨®n de Francisco Bergoglio a la noticia de que Roma acoja la mayor concentraci¨®n de obras maestras del pintor. No hay riesgo al emplear el adjetivo ¡°hist¨®rico¡± con Rafael 1520-1483, que re¨²ne m¨¢s de 200 piezas entre tapices, cuadros y dibujos, de las que 120 est¨¢n firmadas por el propio pintor de Urbino y que ilustran una fecunda trayectoria que en muchos sentidos permanece a¨²n sin superar en la historia del arte.

La cita tambi¨¦n alude a la relaci¨®n de este con Roma, adonde lleg¨® en 1508 ya con una vasta experiencia tras su paso por Florencia. El maestro pas¨® 12 gloriosos y prol¨ªficos a?os al servicio de dos papas, Julio II y Le¨®n X, y de sus cortes, para las que experiment¨® con libertad y exprimi¨® su creatividad mientras rivalizaba con su contempor¨¢neo Miguel ?ngel.

El caprichoso t¨ªtulo de la muestra no es un error: el recorrido comienza por el final, el 6 de abril de 1520, d¨ªa de su muerte, y contin¨²a, marcha atr¨¢s, como en El curioso caso de Benjamin Button, por las etapas de la vida de Rafael: de Roma a Florencia, donde se instal¨® en 1504, pasando por Umbr¨ªa y hasta llegar a sus ra¨ªces en Urbino, lugar de su nacimiento otro 6 de abril, este, de 1483.

La exposici¨®n, que permanecer¨¢ abierta hasta el 2 de junio como el acto central de las celebraciones de un quinto centenario que toma el relevo de otro, el de Leonardo da Vinci, ha sido posible gracias la colaboraci¨®n de la galer¨ªa florentina de los Uffizi, que ha prestado varios de sus tesoros m¨¢s insignes, como el Retrato del Papa Le¨®n X y dos cardenales, La virgen del jilguero o su Autorretrato m¨¢s popular. El primero de los pr¨¦stamos caus¨® la semana pasada la dimisi¨®n de los miembros del comit¨¦ cient¨ªfico de los Uffizi, que hab¨ªan desaconsejado el pr¨¦stamo de la joya.

Otros museos, como el Louvre, el Prado, prestadores de La Virgen de la rosa o La visitaci¨®n, o la National Gallery de Londres, que ha cedido el Retrato de Julio II, completan las aportaciones. Otras obras han salido de varios museos romanos, como el c¨¦lebre La Fornarina, en el que represent¨® a su amante, la hija de un panadero del Trastevere.

La expectaci¨®n generada est¨¢ de momento a la altura de las joyas enviadas: antes de su apertura hoy al p¨²blico ya se han vendido 70.000 entradas de la exposici¨®n, ajena a la crisis del coronavirus que vive Italia. Para Mario de Simoni, presidente de las Escuder¨ªas del Quirinal se trata de ¡°una de las muestras m¨¢s importantes realizadas en Italia¡±, mientras que Eike Schmidt, responsable de los Uffizi, destaca que ¡°nunca en la historia ha sido posible admirar tantas obras maestras de Rafael juntas¡±.

Arte complejo

Por su parte, Marzia Faietti, comisaria de la muestra, explicaba este mi¨¦rcoles: ¡°Acercarse a Rafael es una cosa muy f¨¢cil, porque es autor de un arte complejo y al mismo tiempo capaz de comunicarse con todos. Su pintura est¨¢ tan meditada, ponderada, sublimada y contiene tantos niveles de lectura, que cada observador, del m¨¢s sencillo al m¨¢s culto tiene la posibilidad de admirarla por las m¨¢s diversas razones¡±.

En eso no han cambiado tanto las cosas en estos 500 a?os. ¡°La nobleza y la belleza de Rafael se asemejaban a las que todos los excelentes pintores representan en Nuestro Se?or¡±, escribi¨® el artista Paolo Lomazzo poco despu¨¦s de morir aquel. Campe¨®n de todos los ingenios y preciso notario del sue?o renacentista, Rafael fue enterrado en un lugar a la altura de su notoriedad: el Pante¨®n, s¨ªmbolo de la majestuosidad y de la grandeza de la Roma antigua, que tantas veces le sirvi¨® de inspiraci¨®n. En su sarc¨®fago de m¨¢rmol se lee en lat¨ªn un epitafio de leyenda: ¡°Aqu¨ª yace Rafael. Cuando viv¨ªa, la naturaleza temi¨® ser vencida por ¨¦l. Cuando muri¨®, ella temi¨® morir con ¨¦l¡±.