Esplendor coral
El Ballet Nacional clausura el ciclo con la presentaci¨®n de Rub¨¦n Olmo como director y un homenaje a Mario Maya
El Ballet Nacional de Espa?a (BNE) eligi¨® la cita jerezana como espacio natural para presentar su nueva etapa, la comenzada hace apenas seis meses bajo la direcci¨®n del sevillano Rub¨¦n Olmo, un buen conocedor de este festival, en tanto evento de referencia dedicado al baile flamenco y a la danza espa?ola. ?l mismo, con su ¨²ltima producci¨®n con compa?¨ªa propia, Horas contigo, hab¨ªa obtenido el Premio de la Cr¨ªtica en su anterior edici¨®n.
El nuevo director nunca ha ocultado las intenciones para su mandato y, en la primera aparici¨®n, adelant¨® sobre las tablas las l¨ªneas que lo van a regir: la mirada hacia atr¨¢s para renovar el lenguaje de las escuelas ¡ª especialmente el de la bolera¡ª que constituyen el rico patrimonio danc¨ªstico que el BNE est¨¢ obligado a proteger, junto a una profundizaci¨®n en la herencia de los maestros. En sus pocos meses al frente de la formaci¨®n, el bailar¨ªn y core¨®grafo ha tenido tiempo de reunir en un espect¨¢culo los mencionados elementos y, a la vez, dejar unas primeras muestras de su sello, que estar¨ªa dominado por la intensidad y por una vivacidad que apenas permite un parpadeo, tal es el dinamismo que cobra la sucesi¨®n de unos cuadros que se rematan en ocasiones con estampas de bella elaboraci¨®n y que se entrelazan con unas transiciones tan limpias como veloces.
Es algo que hay que valorar de forma especial en cuanto remite a un grupo coral de considerables dimensiones, que desarrolla diferentes y sucesivas coreograf¨ªas con m¨²ltiples y variables geometr¨ªas. Entramos as¨ª en el terreno en el que la sincron¨ªa y la simetr¨ªa se antojan como imprescindibles, como un reto coreogr¨¢fico para un conjunto de bailarinas y bailarines que supera la treintena y que desarrolla, adem¨¢s, disciplinas danc¨ªsticas muy diversas.
La de la escuela bolera, por ejemplo, result¨® apenas un aperitivo que supo a poco. Siempre resulta gustoso el uso arm¨®nico de casta?uelas y zapatillas y ese baile pastue?o que percibimos muy vivaz. Con posterioridad, y siempre con la m¨²sica compuesta por Manuel Busto, el propio director asumi¨® la responsabilidad de un baile en solitario que, entre zapateado y grana¨ªna, compendi¨® su dominio tanto del flamenco como de la escuela estilizada. Esta encontrar¨ªa su mejor acomodo con la recreaci¨®n de Eterna Iberia, del anterior director, Antonio Najarro, con la m¨²sica que el maestro Moreno Buend¨ªa compuso en los a?os sesenta del pasado siglo por encargo del bailar¨ªn Antonio Ruiz Soler. Un puente amistoso entre dos etapas en el que tuvieron espacio el sombrero y la capa espa?ola dentro de continuos cambios grupales y una movilidad que result¨® extenuante.
Pero, sin duda alguna, esta presentaci¨®n estuvo especialmente marcada por el homenaje al maestro Mario Maya (1937-2008), que ocup¨® la segunda parte. El granadino puede que so?ara alguna vez con dirigir el BNE, pero seguro que, all¨¢ donde est¨¦ ahora, ver¨ªa con buenos ojos el que haya sido Rub¨¦n Olmo quien revisitara una obra suya, De lo flamenco, creada por el maestro en 1994 para el Centro Andaluz de Danza, que en ese momento dirig¨ªa. Se trata de una perfecta muestra de la innovaci¨®n que ¨¦l trajo a los ballets, una suerte de revoluci¨®n en su tiempo. Las composiciones de Diego Carrasco, de su grabaci¨®n Voz de referencia (1993), se funden con las instrumentales de Jes¨²s Torres y las coreograf¨ªas del propio Maya y otras que algunos de sus pupilos de entonces ¡ªRafaela Carrasco, Isabel Bay¨®n y Manuel Betanzos¡ª han compuesto por encargo de Olmo.
Una nueva sucesi¨®n, a veces vertiginosa, de cuadros. Contrates est¨¦ticos y crom¨¢ticos favorecidos por una brillante iluminaci¨®n y un rico vestuario y, como no podr¨ªa ser de otro modo, el predominio de las formas flamencas, ya fueran grupales o en solitario, como las protagonizadas por Jos¨¦ Manuel Ben¨ªtez en el Romance del emplazado (del Amargo) o el taranto y los tangos con los que se luci¨® Esther Jurado. Y, como en las compa?¨ªas que se precian, hasta la propina por buler¨ªas estuvo coreografiada.
Ballet Nacional de Espa?a | 'Invocaci¨®n'
'Invocaci¨®n bolera. Jaule?a. Eterna Iberia. De lo flamenco (Homenaje a Mario Maya)'.
Direcci¨®n: Rub¨¦n Olmo.
Teatro Villamarta. 7 de marzo.
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