En un caf¨¦ de Corea

El o¨ªdo es un sentido importante en esta delicia del maestro coreano Hong Sangsoo, una pel¨ªcula de 2018 que no tuvo un estreno comercial en Espa?a y que ahora, muy oportunamente, se puede ver en la plataforma Filmin. A Hong, cineasta con una filmograf¨ªa tan extensa como multipremiada, se le suele etiquetar, por afrancesado, como el Eric Rohmer surcoreano. Tambi¨¦n se le compara con Woody Allen por prol¨ªfico y porque en muchas de sus pel¨ªculas el protagonista es un cineasta o un escritor algo disfuncional en su relaci¨®n con las mujeres. Aunque quiz¨¢ esta vez el referente bien podr¨ªa ser el Jim Jarmusch de Coffee and Cigarettes, la pel¨ªcula de 2003 del cineasta neoyorquino que reun¨ªa alrededor del caf¨¦ y el tabaco once peque?os relatos rodados en blanco y negro en un viejo local del East Village.

En Grass, Hong Sangsoo se mueve en un espacio compacto en el tiempo (66 minutos que son toda una oda a la precisi¨®n y la brevedad) y abstracto en la forma, dualidad que le otorga a toda la pel¨ªcula un aire enigm¨¢tico y abierto a interpretaciones. En la cafeter¨ªa donde ocurre casi toda la pel¨ªcula, y que funciona como un personaje en s¨ª mismo, una mujer interpretada por Kim Min-hee ¡ªla estupenda actriz fetiche del cineasta, adem¨¢s de su pareja¡ª, se sienta en una esquina para escuchar los di¨¢logos que ocurren en otras mesas. Sabemos que ella es escritora y que adem¨¢s le gusta quedarse en su rinc¨®n. Cuando un personaje le pide que cambie de mesa y se una a la conversaci¨®n lo admite: ¡°Me gusta cotillear desde aqu¨ª¡±. A su alrededor lo que ocurre podr¨ªa parecer inconexo, dramas dispares donde se habla de amor y suicidio. Lo que ella escribe se introduce en las secuencias como acotaciones a esos di¨¢logos algo distantes. Podr¨ªa ser todo real o todo fruto de su invenci¨®n. Da igual. Pronto descubrimos que la clientela est¨¢ formada por actores y guionistas. As¨ª que cabe una duda m¨¢s: ?ser¨¢ cada peque?o relato el mero ensayo de varias ficciones?

Pero lo m¨¢s misterioso de todo ocurre en un rinc¨®n oculto de ese coqueto caf¨¦ donde los clientes pasan las horas de tertulia. El local tiene una particularidad que vamos adivinando pese a que est¨¢ muy presente desde el principio de forma disonante e incluso crispante. Al due?o del caf¨¦, al que jam¨¢s vemos porque seguramente es ¨¦l quien observa todo, le gusta mucho la m¨²sica cl¨¢sica. Cl¨¢sicos populares a todo volumen que poco a nada tiene que ver con cada di¨¢logo y que mezclan el estado et¨ªlico del soju, esa bebida tradicional coreana hecha de destilado de arroz, con Schubert, Pachebel o Wagner.