Dua Lipa: cuando tomarse el pop en serio es lo m¨¢s divertido

Al final tuvo que ser ella. De todas las divas del pop que han intentado y fracasado b¨ªblicamente a la hora de escribir un ¨¢lbum sin apenas dopaje que suene actual y cl¨¢sico, euf¨®rico y de autoafirmaci¨®n, justamente pol¨ªtico, necesariamente personal y todas esas cosas que se escriben en las pizarras de las salas de marketing de las grandes compa?¨ªas, ha tenido que ser ella, Dua Lipa.

Esta brit¨¢nica de 24 a?os que pas¨® parte de su adolescencia en Kosovo, se hizo viral hace tres a?os con New rules, uno de esos temas de separaci¨®n y resiliencia que aprietan todos los botones de la coyuntura sociocultural en la secuencia perfecta. El corte volv¨ªa a hacerse universal hace nada a trav¨¦s de la red social Tik Tok y un bailecito. Todos pensaban que estaban ante otra estrella del pop circunscrita a un tipo concreto de p¨²blico, muy fiel cuando a¨²n le quedan datos en el m¨®vil, inalcanzable los ¨²ltimos d¨ªas antes de la siguiente factura de su operadora.

El perfil de Dua Lila ya estaba dibujado, a pesar de que sus dos singles de adelanto de este Future Nostalgia apuntaban mucho m¨¢s all¨¢ de la viralizaci¨®n casual y la caza de tendencias como si fueran Pok¨¦mons. Don¡¯t start me now apostaba por el pop de baile con may¨²sculas, neones, barra libre y pestillo en los ba?os. Physical recuperaba a Olivia Newton-John y la pon¨ªa a hacer de la de en medio de las Pointer Sisters para acabar siendo una maravilla adictiva para hacer gimnasia. Todo en ellos hablaba m¨¢s de m¨²sica disco y de cultura pop de los noventa, de Madonna, Chic, Robyn o Daft Punk que de estupidez de algoritmo o de experimentaci¨®n malabarista.

Future nostalgia no es un disco moderno. Ni siquiera es un disco actual. Al menos en el sentido en que nos hemos acostumbrado a utilizar estos t¨¦rminos, casi siempre como recurso ante algo que no terminamos de entender, o que queremos denotar que despreciamos, pero nos da apuro revelar nuestra edad. Este es un disco que se ha hecho muy pocas veces, y eso no es moderno, es novedoso. Lo que muestra aqu¨ª la brit¨¢nica es una fascinante seguridad en s¨ª misma, en lo que puede hacer y en c¨®mo hacerlo.

Son solo 11 temas, no hay colaboraciones y el ¨²nico momento de tregua llega al final, con la sorprendente Boys Will Be Boys, que aparentemente tiene todos los n¨²meros para ser la balada tonta del ¨¢lbum y se destapa como un himno sensato. Si eso no exist¨ªa, ya existe. El resto son todo temas robustos, llenos de m¨²sica, matices, suaves giros estil¨ªsticos (eso que era m¨²sica disco, ahora es pop electr¨®nico y espera que te voy y te doy un poco de house), cambio de localizaci¨®n (va de Studio 54 a los clubes de electr¨®nica subterr¨¢neos del Londres de los noventa, y hasta a las galas de fin de a?o de la televisi¨®n p¨²blica) y melod¨ªas sin apenas fisuras.

Memorables en Hallucinate o Break My Heart; simp¨¢ticas y ochentenas en Levitating; barrocas y fascinantes en Cool, acaso el ¨²nico coro del disco que contiene en la etiqueta la leyenda ¡®hecho en 2020¡¯. Future Nostalgia es pura euforia, pero se eleva por encima de la cursiler¨ªa y la frivolidad porque se toma muy en serio la euforia. ?Recuerda aquello de que el humor es algo demasiado serio como para tom¨¢rselo a broma? Pues te ¨¢lbum dice lo mismo del pop.