Un nuevo ¡®boom¡¯ que se traduce de mujer a mujer
El premio Booker International confirma la pujanza de una nueva ola de escritoras latinoamericanas y sus traductoras
Los ¨²ltimos fen¨®menos de la literatura latinoamericana, los trabajos con mayor proyecci¨®n internacional, est¨¢n siendo protagonizados por mujeres. Premios, reediciones y traducciones constatan un relevo de g¨¦nero y de generaci¨®n. El anuncio el 2 de abril de la lista de finalistas del prestigioso Booker International ¡ªel premio que distingue las mejores traducciones publicadas en Reino Unido e Irlanda¡ª ha sido una de las ¨²ltimas se?ales. Entre los seis libros seleccionados hay dos latinoamericanos. Los dos escrito...
Los ¨²ltimos fen¨®menos de la literatura latinoamericana, los trabajos con mayor proyecci¨®n internacional, est¨¢n siendo protagonizados por mujeres. Premios, reediciones y traducciones constatan un relevo de g¨¦nero y de generaci¨®n. El anuncio el 2 de abril de la lista de finalistas del prestigioso Booker International ¡ªel premio que distingue las mejores traducciones publicadas en Reino Unido e Irlanda¡ª ha sido una de las ¨²ltimas se?ales. Entre los seis libros seleccionados hay dos latinoamericanos. Los dos escritos por mujeres: Temporada de huracanes, de la mexicana Fernanda Melchor (38 a?os), traducido por Sophie Hughes; y Las aventuras de la China Iron, de la argentina Gabriela Cabez¨®n C¨¢mara (52 a?os), traducido por Iona Macintyre y Fiona Mackintosh. Una conexi¨®n entre autoras y traductoras, coprotagonistas de su pujanza en el mercado anglosaj¨®n, que se ensancha con otros nombres y va mas all¨¢ del Booker.
?Hay tendencia a que sean traducidas por mujeres las obras escritas por mujeres? ¡°No creo¡± dice por tel¨¦fono Megan McDowell (Mississippi, 41 a?os) la traductora de la argentina Samanta Schewblin, tres veces finalista del galard¨®n brit¨¢nico, aunque este a?o se haya ca¨ªdo de la terna final. ¡°Creo que un editor ?contin¨²a? no piensa en el g¨¦nero del traductor, pero quiz¨¢ sea m¨¢s razonable que yo, como mujer, pueda traducir a un hombre porque llevo a?os leyendo a los hombres, porque el canon es un mundo de hombres y, por tanto, no me cuesta identificarme con ellos. Sin embargo, no s¨¦ si eso ocurre tanto al rev¨¦s¡±. Con 10 a?os de carrera y afincada en Chile, McDowell comenz¨® traduciendo a los chilenos Arturo Fontaine, Alejandro Jodorosky y toda la obra de Alejandro Zambra. ¡°Pero lleg¨® un momento que me di cuenta que estaba trabajando solo con puros hombres y empec¨¦ a buscar a autoras¡±.
As¨ª, con ese gesto pol¨ªtico, dio con la tambi¨¦n chilena Lina Meruane, mientras que las propias editoriales le ofrecieron a las argentinas Mariana Enr¨ªquez (¨²ltimo premio Anagrama de novela) o Schewblin. ¡°Era 2015 y el mundo editorial empezaba a abrirse¡±, a?ade la estadounidense. ¡°La falta de mujeres durante los 60 y 70 fue tan escandalosa que quiz¨¢ ahora se est¨¦ prestando m¨¢s atenci¨®n. Pero es una realidad que actualmente se est¨¢n haciendo cosas m¨¢s interesantes por parte de las autoras¡± opina Sophie Hughes (Londres, 34 a?os), la traductora de la novela del Melchor y que ahora mismo tiene entre manos el ¨²ltimo ensayo de Lidia Cacho, y las cr¨®nicas de Alia Trabucco y la propia Melchor. En todo caso, descarta que haya una voluntad o una inercia editorial para favorecer a mujeres traductoras del espa?ol al ingl¨¦s y pone como ejemplo al traductor de fen¨®menos como Mar¨ªa Gainza (Thomas Bunstead).
¡°La falta de mujeres durante los a?os del boom fue tan escandalosa que quiz¨¢ ahora se preste m¨¢s atenci¨®n. Pero es una realidad que actualmente se est¨¢n haciendo cosas m¨¢s interesantes por parte de las autoras¡±, opina la traductora Sophie Hughes
Los traductores varones, de hecho, siguen trabajando m¨¢s que las mujeres en el mercado estadounidense, seg¨²n la base datos que llevan la Universidad de Rochester y la editorial Open Letter durante los ¨²ltimos ocho a?os. ¡°Traducir es encontrar la voz y el tono. Por supuesto, los hombres tambi¨¦n pueden traducir a mujeres. Pero me parece importante que, de alg¨²n modo, se decida que no sean hombres los que traduzcan a la nueva onda de autoras latinoamericanas, que son una autentica explosi¨®n de talento que no se puede ignorar y que exigen ser le¨ªdas y reconocidas por el mercado¡±, apunta la tambi¨¦n brit¨¢nica Christina MacSweeney (64 a?os), traductora de la mexicana Valeria Luiselli, la punta de lanza de esta ¡°nueva onda¡±. Luiselli ha sido este a?o jurado del Booker International y prenominada el a?o pasado, por Lost Children Archive, su primera novela escrita en ingl¨¦s, al Booker original, nacido en 1969 para premiar los mejores libros anglosajones.
En el mercado anglosaj¨®n la literatura traducida sigue siendo poca, pero vive un momento de auge. M¨¢s all¨¢ de la literatura en castellano, fen¨®menos como Elena Ferrante o Karl Ove Knausgard sin duda han contribuido al crecimiento del 20% en las ventas de literatura traducida en los ¨²ltimos 18 a?os en Reino Unido, seg¨²n las cifras de un estudio de la consultora Nielsen, encargado precisamente por la Fundaci¨®n Premio Booker. En 2015 los organizadores de este galard¨®n se marcaron como objetivo que se diera mayor visibilidad al trabajo de los traductores y tratar de impulsar la literatura escrita en otras lenguas que no fueran el ingl¨¦s. El premio est¨¢ dotado con 50.000 libras, unos 64.400 d¨®lares, a repartir entre autor y traductor. Un impulso parecido al que en EE UU lleva a cabo desde el a?o pasado el National Book Awards in America, dotado con 10.000 d¨®lares, tambi¨¦n a repartir en partes iguales. ¡°Las grandes responsables son las peque?as editoriales independientes que est¨¢ visibilizando la traducci¨®n y propiciando que tambi¨¦n las grandes casas como Simon & Schuster empiecen a fijarse¡±, apunta Heather Cleary (Nueva York, 38 a?os), traductora entre otras de la colombiana Maria Ospina o la argentina Betina Gonz¨¢lez (primera mujer en ganar el Premio Tusquets de novela en 2012).
Coffee House Press, Open Letter, Deep Vellum en Estados Unidos; o Fitzcarraldo, One World o Charco Press en Gran Breta?a son algunos de los graneros editoriales para la traducci¨®n anglosajona. ¡°Nosotros siempre le damos prioridad al traductor en la tapa e incluimos la biograf¨ªa en la solapa, lo que supone un desaf¨ªo para el lector anglosaj¨®n que tiende a rechazar, a inhibirse ante lo traducido, porque tiene el estigma de que es dif¨ªcil o de nicho¡±, se?ala Carolina Orloff, fundadora de Charco Press, editorial dedicada a la literatura latinoamericana contempor¨¢nea y casa de otra de las finalistas del Booker, la novela de Cabez¨®n, Las aventuras de la China Iron, una reescritura feminista de Mart¨ªn Fierro, la obra fundacional argentina de finales del siglo XIX. Orloff eligi¨® a Iona Macintyre y Fiona Mackintosh, dos acad¨¦micas especialistas en literatura argentina de la Universidad de Edimburgo: ¡°sent¨ª que era fundamental que las traductoras tuvieran un conocimiento a fondo tanto del contexto literario de una obra tan multidimensional, como de la historia del pa¨ªs y de la literatura argentina¡±.
El liderato de las traducciones del espa?ol en EE UU no suced¨ªa desde 2009, a?o que marc¨® la consagraci¨®n del fen¨®meno de Roberto Bola?o con ¡¯2666¡ä. Una explosi¨®n que comenz¨® dos a?os antes con la publicaci¨®n y ¨¦xito de ¡®Los detectives salvajes¡¯
Las traducciones del espa?ol lideraron la lista del mercado estadounidense en 2018, ¨²ltimo a?o registrado por la Universidad de Rochester, con un 16% del total de la tarta editorial, dominada tradicionalmente por Francia. El liderato hispano no suced¨ªa desde 2009. Aquel a?o el C¨ªrculo Nacional de Cr¨ªticos Literarios de Estados Unidos premi¨® como mejor novela de ficci¨®n a 2666, consagrando definitivamente el fen¨®meno Roberto Bola?o en el pa¨ªs. Una explosi¨®n que hab¨ªa comenzado dos a?os antes con la publicaci¨®n y ¨¦xito comercial de Los detectives salvajes. Ambos t¨ªtulos fueron traducidos por Natasha Wimmer.
La sombra estadounidense de Bola?o aun es alargada. ¡°La literatura latinoamericana todav¨ªa tiene una especie de aura cool y la comunidad editorial se ha pasado a?os buscado al nuevo Bola?o¡±, recuerda McDowell, ¡°pero luego se dieron cuenta de que quiz¨¢ est¨¢bamos publicando a demasiados hombres¡±. Y en esta ecuaci¨®n aparece de nuevo Valeria Luiselli. ¡°Se ha dicho mucho eso de que ella es la nueva Bola?o¡±, explica MacSweeney, que lleva trabajando con la mexicana desde que en 2011 tradujera su primera novela, Los Ingr¨¢vidos. Desde entonces, Luiselli no para de acumular reconocimientos tanto en EE UU, incluido el puesto de finalista en el C¨ªrculo Nacional de Cr¨ªticos en 2016, como en Alemania, Francia o en Reino Unido, donde acaba de ganar el reciente Rathbones Folio por su ¨²ltima novela. MacSweeney, en todo caso, escapa del brillo del marketing que otorga la comparaci¨®n con Bola?o: ¡°Es como decir que se parecen Virginia Woolf y James Joyce¡±.
Las protagonistas de este reportaje reconocen que la traducci¨®n, acostumbrada a vivir a oscuras y postergada ante los autores, atraviesa un buen momento. ¡°Reconocimientos como el Booker lo vuelven m¨¢s sexy, pero sigue siendo un oficio precario¡±, explica Hughes, que tras siete a?os de carrera consolidada trabaja tambi¨¦n como cr¨ªtica para revistas especializadas. McDowell subraya por su parte un cambio: ¡°cada vez hay m¨¢s traductores que lo tenemos como primer oficio, y no estamos tan apegados al gueto tradicional de la academia¡±. MacSweeney, con 20 a?os de carrera, aun conserva sus clases dos d¨ªas a la semana y apunta a otro rayo de luz para salir de las sombras: el mes que viene iba a comenzar una gira promocional por librer¨ªas en EE UU con la escritora mexicana Jazmina Barrera. Algo bastante poco usual: autora y traductora, mano a mano. Pero el coronavirus ha sido esta vez el culpable de tapar esa nueva luz.