El nomadismo paneuropeo de Cees Nooteboom, premio Formentor
Para el jurado, el holand¨¦s es un escritor viajero que ha hecho del nomadismo una actitud filos¨®fica, est¨¦tica y espiritual que trasciende las fronteras y revela la naturaleza expansiva de los horizontes humanos
Antes de los 13 a?os, su padre ya hab¨ªa muerto en un bombardeo alem¨¢n de su La Haya natal en plena Segunda Guerra Mundial; a los 17, hab¨ªa recorrido B¨¦lgica y Luxemburgo en bicicleta; a los 22, en autostop y casi con lo puesto, toda Europa (periplo que siempre ha definido como ¡°mi gran escuela de vida¡± y que se tradujo en uno de sus libros mayores, Philip y lo otros) y en 1956 comprob¨® in situ como Hungr¨ªa quedaba aplastada espiritualmente por los rusos¡ Y as¨ª ha seguido casi cuatro d¨¦cadas m¨¢s, ampli¨¢ndolo a medio mundo. O sea, hay pocos escritores europeos que conozcan bien los...
Antes de los 13 a?os, su padre ya hab¨ªa muerto en un bombardeo alem¨¢n de su La Haya natal en plena Segunda Guerra Mundial; a los 17, hab¨ªa recorrido B¨¦lgica y Luxemburgo en bicicleta; a los 22, en autostop y casi con lo puesto, toda Europa (periplo que siempre ha definido como ¡°mi gran escuela de vida¡± y que se tradujo en uno de sus libros mayores, Philip y lo otros) y en 1956 comprob¨® in situ como Hungr¨ªa quedaba aplastada espiritualmente por los rusos¡ Y as¨ª ha seguido casi cuatro d¨¦cadas m¨¢s, ampli¨¢ndolo a medio mundo. O sea, hay pocos escritores europeos que conozcan bien los dilemas a los que se enfrenta hoy m¨¢s que nunca en estos tiempos tan mutantes el viejo continente que el holand¨¦s Cees Nooteboom. Y quiz¨¢ ah¨ª resida la raz¨®n ¨²ltima, inextricable de sus valores literarios, por la que le ha sido concedido este mi¨¦rcoles el premio Formentor de las Letras 2020, que, dotado con 50.000 euros, otorgado por la Fundaci¨®n Formentor.
¡°El viaje es una manera de encontrar soledad que da tiempo para reflexionar¡±, opina un escritor que ha hecho con los g¨¦neros lo mismo que con la geograf¨ªa de los mapas: cruzarlos y explorarlos todos, sin distinci¨®n de fronteras, desde la poes¨ªa a la novela, desde el ensayo al teatro y la narrativa de viajes. ¡°Es un escritor viajero que ha hecho del nomadismo una actitud filos¨®fica, est¨¦tica y espiritual que trasciende las fronteras y revela la naturaleza expansiva de los horizontes humanos¡±, reza el acta de un jurado que, por vez primera, ha deliberado telem¨¢ticamente desde sus domicilios por la pandemia del coronavirus: Judith Turman y Alberto Manguel (desde Nueva York), Jos¨¦ Enrique Ruiz-Dom¨¨nec (Barcelona), Alexis Grohmann (Edimburgo) y Basilio Baltasar, como presidente (Mallorca).
Hombre de mirada aguda, ¡°cosmopolita estoico¡± como le define el acta del galard¨®n, la prol¨ªfica producci¨®n de Nooteboom (86 a?os), cercana al centenar de t¨ªtulos, traducida a una veintena de idiomas y eternamente propuesta para su reconocimiento con el premio Nobel, ha sido fiel reflejo de su actitud de perpetua mudanza, que se ha vertido en una obra muy abierta en forma y fondo, si bien ¨¦l siempre ha asegurado que ¡°la poes¨ªa es el n¨²cleo de todo¡±. Fiel a ese esp¨ªritu, su vida transcurre ¨²ltimamente entre Alemania, Holanda y Menorca, escenario que descubri¨® en 1965, donde suele pasar casi medio a?o en una casa con un terreno de trasunto ¨¢rido que nunca ha cultivado en verde para no camuflar la realidad y la verdad, por seca que sea.
Con esa filosof¨ªa ha mirado la vida y la gente, como refleja en novelas como El d¨ªa de todas las almas, para muchos su t¨ªtulo mayor, o en las cr¨®nicas de su Hotel n¨®mada. O en la poes¨ªa (Ojo de monje, la m¨¢s reciente) de alguien que ha traducido mucha de espa?ola, catalana, francesa, alemana y hasta teatro americano. Son algunos hijos salidos de sus famosos ¡°tres tinteros¡±, que le permiten escribir a un disciplinado ritmo de 500 palabras en la prosa. Desde esas coordenadas f¨ªsicas e intelectuales, el autor de C¨®mo ser europeos admit¨ªa hace poco que ¡°habr¨¢ momentos dif¨ªciles para Europa, pero a¨²n soy un europe¨ªsta convencido¡±. Y en esa l¨ªnea ve con cierta incomodidad el auge de los nacionalismos en su transitado viejo continente: ¡°Una tragedia porque est¨¢ basado en los sentimientos y los sentimientos no se pueden racionalizar¡±.
¡°Es un rom¨¢ntico con iron¨ªa, un poeta fil¨®sofo, un testigo pol¨ªticamente atento, un n¨®mada moderno y un escritor que no s¨®lo reflexiona sobre la relaci¨®n entre los viajes reales y los imaginarios, sino que la vive¡±, ha definido el fil¨®sofo alem¨¢n R¨¹diger Safranski a un Nooteboom que, en principio, recoger¨¢ el galard¨®n el pr¨®ximo 18 de septiembre en el marco de las hist¨®ricas Conversaciones Literarias de Formentor, que este a?o se celebrar¨¢n desde ese d¨ªa hasta el 20 y en donde deber¨ªa coincidir con el premio Nobel John Maxwell Coetzee. Ser¨¢ un Nooteboom, Caballero de la Legi¨®n de Honor francesa y un sinf¨ªn de reconocimientos y galardones, que asistir¨¢ con la inminente salida de su Venecia: el le¨®n, la ciudad y el agua, que publicar¨¢ en oto?o en Espa?a Siruela, que tiene la mayor parte de su obra en castellano. Quiz¨¢ sea un Nooteboom m¨¢s reservado, ir¨®nico y desilusionado que otras veces, como ya se entreve¨ªa en el particular dietario 533 d¨ªas. M¨¢s nost¨¢lgico y precavido, en cualquier caso. L¨®gico visto los tiempos, que ser¨ªan mucho peores sin su obra.