Un abrazo musical contra el agobio y la soledad
La fundaci¨®n Capella de Ministrers pone en marcha una plataforma donde m¨²sicos voluntarios dan conciertos personalizados por videoconferencia para aliviar el confinamiento
¡°Igual que los sanitarios curan en los hospitales, la m¨²sica sana el alma¡±, sostiene Miguel Alcantud, uno de los m¨²sicos voluntarios que ofrece a quien lo necesite abrazos musicales por videoconferencia para aliviar el confinamiento. La Fundaci¨®n cultural Capella de Ministrers, que toma el nombre del conocido grupo valenciano de m¨²sica antigua, lanz¨® hace dos a?os una iniciativa social llamada m¨²sica amable para acercar este arte a entornos desfavorecidos, pero les sorprendi¨® el estado de alarma y dieron la vuelta a la idea original y m¨¢s de 30 m¨²sicos ofrecen desde hace semanas conciertos de forma altruista en directo a quien lo pida.
La Fundaci¨®n Cultural Capella de Ministrers, dirigida por el music¨®logo Carles Magraner, comenz¨® hace dos a?os un proyecto social para llevar actuaciones musicales y conciertos a c¨¢rceles y entornos vulnerables. Pero estall¨® la crisis del coronavirus, que confin¨® en casa a millones de espa?oles ¡°y dise?amos una nueva versi¨®n, que pone en contacto a los int¨¦rpretes con personas que est¨¢n pasando el confinamiento a solas, o que est¨¢n en una residencia de mayores, o incluso en un hospital de campa?a¡±, explica Robert Cases, miembro del grupo CdM.
La iniciativa no tiene l¨ªmites geogr¨¢ficos y entre los m¨²sicos voluntarios hay tambi¨¦n int¨¦rpretes de M¨¦xico o Uruguay, adem¨¢s de espa?oles. ¡°Cualquier persona que tenga soltura con un instrumento puede ofrecer esa m¨²sica amable¡±, asegura Cases. Hay artistas que vienen de la cl¨¢sica, profesores de conservatorio, expertos en repertorios tradicionales, en bandas sonoras e incluso compositores. Adem¨¢s del boca oreja, la SGAE o la Confederaci¨®n Espa?ola de Sociedades Musicales dan difusi¨®n al programa entre sus socios.
Las actuaciones las pide gente muy dispar. ¡°Personas convalecientes, mayores que pasan el confinamiento solas, gente que prepara oposiciones y est¨¢ saturada¡¡±, resume Cases. Patricia Reig fue una de las personas que solicit¨® uno de esos abrazos. Un perro le mordi¨® en la pierna cuando iba en bici por Valencia y unas complicaciones con la herida la oblig¨® a ingresar dos veces en el hospital. Vio la iniciativa del abrazo musical por Facebook y lo prob¨® el d¨ªa de su cumplea?os -cumpl¨ªa 49-. ¡°Era la segunda vez que ingresaba y estaba un poco baja de moral¡±, explica. Adem¨¢s por la covid-19 no quer¨ªa que fuera nadie a visitarla. Estaba sola, sola. ¡°Mi familia no deb¨ªa venir, no quer¨ªa que lo hicieran", comenta ya repuesta.
Cuenta Patricia que su experiencia ¡°fue mucho mejor de lo que esperaba. Ahora hay muchas iniciativas de m¨²sicos en redes sociales y cre¨ªa que me iba a aparecer una canci¨®n grabada pero mi sorpresa fue que al otro lado de la pantalla apareci¨® una persona que se present¨®, me pregunt¨® qu¨¦ me pasaba y luego se interes¨® por mis gustos musicales¡±, describe esta alicantina, que toca ¡°un poco¡± el piano y se qued¨® con ganas de aprender guitarra. ¡°No hab¨ªa pensado nada en concreto, as¨ª que me dej¨¦ aconsejar por ¨¦l, que me fue preguntando. Al final interpret¨® una canci¨®n t¨ªpica del interior de Alicante, muy tierna y bonita¡±. Ahora asegura que lo volver¨¢ a probar pero esta vez pensar¨¢ antes qu¨¦ pedir. ¡°Me sent¨® mucho mejor de lo que esperaba; fue muy gratificante¡±, resume.
¡°Vi el proyecto promocionado en redes sociales y me apunt¨¦¡±, explica Onofre Serer, valenciano de 28 a?os y profesor de conservatorio: Estudi¨® percusi¨®n cl¨¢sica (timbales, panderos, la ex¨®tica darbuka) y hace ocho a?os se adentr¨® en el universo de la m¨²sica antigua. ¡°T¨² no sabes a qui¨¦n les vas a dar el concierto hasta que no entras en el enlace que te env¨ªan. Yo me encontr¨¦ con una chica que estudiaba oposiciones para profesora de Secundaria y que estaba un poco agobiada. Lo vio por redes y lo solicit¨®. Yo estaba un pel¨ªn nervioso, como si afrontara un concierto en una sala, ten¨ªa el repertorio preparado pero siempre te queda la duda de si va a gustar o no, pero fue guay. Porque, por lo general, nunca puedes romper la barrera que tienes con el p¨²blico y en este caso s¨ª fue posible¡±, se?ala Serer. Le dedic¨® 45 minutos, el m¨¢ximo que permit¨ªa entonces una de las aplicaciones m¨¢s usadas para videoconferencias. Toc¨® m¨²sica espa?ola, francesa, italiana e incluso de los balcanes. Dar un concierto solo con percusi¨®n "puede ser un poco tost¨®n¡±, as¨ª que se prepar¨® una playlist y toc¨® encima de una m¨²sica de fondo. Le interpret¨® una pavana y una gallarda de Luis de Mil¨¢n, Fol¨ªa de Espa?a, de Jean-Baptiste Lully o La perra mora.
Miguel Alcantud, de Cartagena, es un virtuoso de la m¨²sica y ha brindado varios abrazos musicales. ¡°El sistema me parece una maravilla¡±, comenta este profesional, que domina desde el acorde¨®n al piano, el arpa o el clarinete. Naci¨® prematuro y problemas de salud derivados le dejaron pr¨¢cticamente sin vista y sin movilidad. Miembro del grupo de m¨²sica barroca, La Ziringalla, Alcantud, de 37 a?os, ha tocado en directo, dentro del programa de M¨²sica amable, a una chica que le gustaba mucho la m¨²sica pero que no se present¨®, a una pareja de mayores de Madrid confinados en D¨¦nia -una hija, que sigue en la capital, lo pidi¨® y se uni¨® al concierto-. ¡°Se arm¨® una reuni¨®n familiar de campeonato¡±, comenta Miguel. Quien pide los abrazos suele dejarse aconsejar por el int¨¦rprete y por ello Alcantud los deleita con m¨²sica renacentista barroca, con m¨²sica celta, japonesa o minimalista. ¡°Disfrutaron mucho aunque no pod¨ªa verlos. Ojal¨¢ la iniciativa se prolongue cuando pase el confinamiento porque hay gente que no puede moverse de su casa¡±, concluye.
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