Paul Celan, el poeta que respondi¨® con versos al horror del Holocausto
Alemania celebra el centenario del autor con un alud de publicaciones, entre las que se encuentra un epistolario con material in¨¦dito
La publicaci¨®n de una decena de libros conmemora en Alemania los 100 a?os del nacimiento de Paul Celan y los 50 de su muerte, cuando el 20 de abril de 1970 se arroj¨® del puente Mirabeau al Sena ¡°en vuelo de heridas¡±, como el mismo poeta predijo. Su cuerpo ¡ª¡°flor de agua¡±, le llam¨® el artista Henri Michaux¡ª naveg¨® 10 kil¨®metros hasta que fue encontrado. Si el Guernica de Picasso simboliza el horror de las guerras, Todesfuge (¡°Fuga de muerte"), de Celan, inspirado en el asesinato de su madre de un tiro en la nuca e...
La publicaci¨®n de una decena de libros conmemora en Alemania los 100 a?os del nacimiento de Paul Celan y los 50 de su muerte, cuando el 20 de abril de 1970 se arroj¨® del puente Mirabeau al Sena ¡°en vuelo de heridas¡±, como el mismo poeta predijo. Su cuerpo ¡ª¡°flor de agua¡±, le llam¨® el artista Henri Michaux¡ª naveg¨® 10 kil¨®metros hasta que fue encontrado. Si el Guernica de Picasso simboliza el horror de las guerras, Todesfuge (¡°Fuga de muerte"), de Celan, inspirado en el asesinato de su madre de un tiro en la nuca en el campo de Janowska, es el poema de la deshumanizaci¨®n del Holocausto.
Los aniversarios ponen de nuevo a Alemania ante el espejo: Celan es un caso ¡°personalmente dram¨¢tico, hist¨®ricamente sombr¨ªo y pol¨ªticamente explosivo¡±, escribe Elke Schmitter en Der Spiegel. Una encuesta del Congreso Jud¨ªo Mundial concluye que el 27% de los alemanes es antisemita, un 48 % que los jud¨ªos hablan demasiado del Holocausto y que un 65% cree que regresan conceptos del nazismo. Mientras, la prensa alemana alterna el aniversario de otro suicida, Hitler, con rese?as de libros de microhistoria sobre resistentes antinazis, como el que Norman Ohler dedica al glamouroso matrimonio Harro y Libertas, l¨ªderes de la red berlinesa de la Orquesta Roja, la mitad de ella mujeres..
La tendencia ahora es sostener que la sacralizaci¨®n de Celan como el poeta del Holocausto ha hecho olvidar el resto de su poes¨ªa, cercana a la vida, clara como el cristal, negra como la sombra, anclada en el tiempo hist¨®rico. Notas de diario, recortes de prensa, borradores de cartas y cartas enviadas ofrecen referencias concretas: sus destellos de amor, la muerte de Stalin, Mayo del 68, la revuelta de Praga, el Sputnik¡
Una de las novedades la firma Thomas Sparr, que ha escrito una suerte de biograf¨ªa del poema m¨¢s famoso de Celan. Y desmiente algunos clich¨¦s (existi¨® en Janowska la orquesta de jud¨ªos que tocaba el Tango de la muerte mientras los presos cavaban sus tumbas). Wolfgang Emmerich reconstruye la excentricidad de Celan respecto a los escritores alemanes. Hans-Peter Kunish regresa al encuentro entre el gran fil¨®sofo (filonazi) Heidegger y el gran poeta (jud¨ªo) Celan. Y Helmut B?ttiger sostiene que a Celan le doli¨® no haber obtenido el reconocimiento de su ¡°maestro pensador¡± que supo, como ¨¦l, ¡°decir la oscuridad¡± y que no pidiera excusas por el Holocausto..
Biograf¨ªa epistolar
Barbara Wiedemann ha publicado ¡°etwas ganz und gar Pers?nliches¡±. Paul Celan Briefe 1934-1970 (¡°Algo absolutamente personal. Paul Celan. Cartas 1934-1970¡±), una correspondencia seleccionada a manera de biograf¨ªa epistolar. Consta de 691 cartas, de las que 330 son in¨¦ditas. La primera es de cuando ten¨ªa 13 a?os y le cuenta a su t¨ªa Minna, residente en la entonces Palestina brit¨¢nica, que ¡°del antisemitismo en la escuela podr¨ªa escribir un libro de trescientas p¨¢ginas¡±. A¨²n viv¨ªa con sus padres en un extremo del Imperio austroh¨²ngaro, en Chernivtsi (entonces Rumania, hoy Ucrania). En otra carta, ya como estudiante de Medicina en Tours, explica a su primo la extrema soledad de su vida francesa.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, regres¨® a su ciudad para matricularse en Rom¨¢nicas. Un a?o despu¨¦s, en 1940, los sovi¨¦ticos ocuparon la Bucovina y al a?o siguiente, entraron los alemanes. Sus padres fueron deportados a un campo de concentraci¨®n, donde murieron en 1942, mientras Celan llev¨® la estrella amarilla en dos campos de trabajo del ej¨¦rcito rumano.
Al acabar la guerra, de nuevo ocupada la ciudad por los rusos, marcha a Bucarest, donde rumaniza el nombre, anagrama de su apellido Antschel y, despu¨¦s, d¨ªas antes del cierre de fronteras, huye a pie a la Viena de los escenarios del filme El tercer hombre. All¨ª conoce a la poeta Ingeborg Bachmann y empapa su poes¨ªa de surrealismo. A partir de 1948 se instala definitivamente en Par¨ªs.
Los libros publicados con motivo del centenario inciden en las tormentosas relaciones de Celan con los autores alemanes, quienes, aun reconociendo su valor, nunca le consideraron uno de los suyos. No todo derivaba de la paranoia de Celan. En 1952, cuando lee su Todesfuge en Niedford ante el renovador Grupo 47, Karl Heinrich Richter se r¨ªe de ¨¦l porque ¡°lee con la voz de Goebbels¡± o ¡°parece un canto de sinagoga¡±. Tras los juicios de N¨²remberg, Celan opinaba que a¨²n lat¨ªa el antisemitismo entre los que llamaba ¡°nibelungos de izquierda¡±.
¡°Nunca he separado al autor de la persona¡±, escribi¨® en 1962 a la poeta Nani Cassian. Por eso, Celan ve¨ªa cualquier cr¨ªtica como un ataque a su identidad jud¨ªa. Cuando la viuda de Yvan Goll, falsificando textos y fechas, acus¨® a Celan de plagiar a su marido, el poeta exigi¨® a sus amigos una defensa incondicional que no todos le brindaron. Se alej¨® de G¨¹nter Grass por sus cr¨ªticas a Discurso de la monta?a (¡°Tuve que mostrarle a ¨¦l y a su esposa la puerta¡±), de Alfred Andersch (¡°Un villano¡±) o de Heinrich B?ll por no darle informaci¨®n sobre actos antisemitas (¡°No me esperaba su infamia¡±), aunque reanudaran despu¨¦s la amistad. Y, sin embargo, B?ttinger destaca la larga amistad con Rolf Schroers, del Grupo 47, ex teniente coronel de la Abwehr, el servicio de inteligencia nazi. ?l cree que Celan se sent¨ªa m¨¢s cercano a la literatura de la alta tradici¨®n alemana que a los escritores realistas de izquierda.
En las cartas aparecen, entre otras, Erica Lillegg (esposa del surrealista vien¨¦s Edgar Jen¨¦), Brigitta Eisenrich, Inga Waer, a quien propuso ir a vivir a Berl¨ªn en 1964¡ o la misteriosa Hannele, cuya identidad revela Wiedemann: Hanne Scholz, a quien frecuent¨® mientras intentaba reanudar su amor imposible con Bachmann poco antes de casarse con la pintora y arist¨®crata Gis¨¨le Lestrange.El libro incluye las dos cartas ¨ªntimas a Ingeborg Bachmann en la que le confiesa su intenci¨®n de abandonar a Gis¨¨le, y que no fue publicada en Alemania hasta el 2016.
En las misivas se palpa el progresivo deterioro mental de Celan (intent¨® acuchillar a su mujer a ra¨ªz de un enga?o). O la ¨²ltima carta, tras regresar de Israel, a su amante Ilana Shmueli, desesperada por su hundimiento en la oscuridad. ocho d¨ªas antes de su suicidio: ¡°d¨¦jame dec¨ªrtelo con palabras de Kafka: ¡®el mundo es puro e inmutable¡±.
A¨²n se suele citar la frase de Adorno ¡ª¡°Escribir poes¨ªa despu¨¦s de Auschwitz es un acto de barbarie¡±¡ª, sin tener en cuenta que en 1973 se retract¨® tras leer Todesfuge. Los versos de Celan aclaraban que tras Auschwitz no se puede escribir poes¨ªa en el mismo alem¨¢n de H?lderlin.