El tipo de la porra

¡°Hay algo que no me gusta del espect¨¢culo de marionetas: el tipo de la porra siempre gana¡±, dice una ni?a ante una cruel representaci¨®n para el pueblo en la que el marido maltrata a la esposa a base de palos, desconsideraci¨®n y supuesta gracia. Son mu?ecos de madera sujetados por hilos, pero el manejo de la situaci¨®n tambi¨¦n es del hombre, y la frase inicial resume a la perfecci¨®n la esencia aleg¨®rica de Judy & Punch, pel¨ªcula australiana dirigida por Mirrah Foulkes, galardonada con el premio al mejor guion en el Festival de Sitges. La violencia de g¨¦nero del pasado que permanece en el presente, extrapolada de los t¨ªteres tradicionales ingleses de cachiporra, conocidos precisamente como Punch y Judy.

Ambientada en una presumible antig¨¹edad no concretada que bien podr¨ªa ser tanto un futuro dist¨®pico como el siglo XVII de Las brujas de Salem, la historia de Foulkes es la de una venganza justa. Tambi¨¦n un relato de evidentes paralelismos, no demasiado sutiles, con una realidad contempor¨¢nea donde la misoginia, el arrinconamiento de las mujeres en el hogar y en el trabajo y el ultraconservadurismo religioso y social a¨²n perviven en ciertos sectores. Un intemporal mundo de herej¨ªas, falsas denuncias y condenas por simples sospechas, que la hasta ahora actriz, aqu¨ª directora y escritora debutante, desarrolla con s¨®lida factura t¨¦cnica y quiz¨¢ excesivo trazo grueso.

El tono entre la comedia negra y el drama social no acaba de cuajar en su primera mitad, pero en el ¨²ltimo tercio la pel¨ªcula se eleva por dos distinguidos motivos, uno narrativo y otro formal. La adecuada exposici¨®n de que casi peor que el individuo que lapida es la masa humana que calla y hasta jalea. Y un par de brillantes instantes musicales, sobre todo uno con la fant¨¢stica Who by Fire, de Leonard Cohen, donde imagen y tempo musical y de montaje convergen a la perfecci¨®n.