Cuando el duque de Alba cobraba por entrar en Toledo
Un proyecto social de la Fundaci¨®n Montemadrid y el Ayuntamiento de Toledo restaurar¨¢ la torre del puente de Alc¨¢ntara, monumento nacional que ten¨ªa peaje hasta hace un siglo
A Alfonso XIII le encantaban los autom¨®viles. Tanto, que termin¨® eximiendo a sus conductores de pagar el obligatorio pontazgo por atravesar el puente de Alc¨¢ntara, levantado por los romanos y reconstruido por ¨¢rabes y cristianos sobre el Tajo a las puertas de la imperial Toledo. La eliminaci¨®n del tributo hizo que al duque de Alba, que era su propietario, ya no le saliesen las cuentas, y dej¨® de mantenerlo. El 22 de junio de 1911, la Direcci¨®n General de Obras P¨²blicas se lo expropi¨®.
Ahora, la Fundaci¨®n Montemadrid y el Ayuntamiento de Toledo, a trav¨¦s de la Escuela de Formaci¨®n y Empleo, van a restaurar su impresionante torre¨®n. T¨¦cnicos y nueve j¨®venes seleccionados -entre 18 y 30 a?os y que aprender¨¢n as¨ª un oficio- ser¨¢n, adem¨¢s, testigos de algo in¨¦dito mientras trabajan: la enorme puerta enrejada que cerraba el acceso al puente ¨Csemejante a la que bajaban los castillos durante los asedios- sigue dentro de la torre, entre ra¨ªles, levantada por un mecanismo que van a reparar y estudiar y que se conserva. Y as¨ª, el llamado t¨¦cnicamente rastrillo o peine, descender¨¢ para su restauraci¨®n mucho tiempo despu¨¦s de ser izado.
Para Gabriel Morate, director del Programa de Conservaci¨®n del Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol de la Fundaci¨®n Montemadrid, que no le resta ning¨²n valor al proyecto de restauraci¨®n, lo importante es, sin embargo, la labor de formaci¨®n de los j¨®venes de esta escuela. ¡°La recuperaci¨®n de este tipo de programas, que puso en marcha en los a?os ochenta Peridis [Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez Gonz¨¢lez, arquitecto y dibujante] era necesaria. La restauraci¨®n de la torre de uno de los puentes m¨¢s bellos de Espa?a es un ejemplo perfecto¡±. ¡°Restaurar por restaurar¡±, contin¨²a Morate, ¡°no tiene sentido, si no le conferimos un valor social, de formaci¨®n y de empleo ¨²til¡±. En este caso, adem¨¢s de labores de limpieza, consolidaci¨®n y restauraci¨®n, el monumento se acondicionar¨¢ para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida, as¨ª como se le dotar¨¢ de un plan para su visita y gesti¨®n elaborado por el economista Xavier Greff¨¦. Porque el puente guarda muchos secretos desde hace siglos.
Las obras se extender¨¢n durante un a?o y cuentan con un presupuesto de 226.000 euros para consolidar este monumento nacional desde 1921, y donde es f¨¢cil distinguir estatuas dedicadas a la Virgen Mar¨ªa, a san Ildefonso, las armas reales de los Reyes Cat¨®licos o decoraciones frutales y florales. El puente, durante la Edad Media, era de obligado paso para los peregrinos.
La torre medieval que se conserva, de las dos con las que contaba, guarda numerosas inscripciones que tambi¨¦n van a ser restauradas. El informe La epigraf¨ªa y las inscripciones del torre¨®n del puente de Alc¨¢ntara relata que, entre otras, hay algunas que hacen referencia al tiempo de los ¨¢rabes (¡°fecha Alef fijo de Mahomat Almeri alcaid de Toledo por mandado de Almanzor Abo-Amir Mahomat¡¡±), a Alfonso X (¡°Catholico Regi ¡ inscriptionem Alphonsi regis¡¡±) o a Wamba (¡°Rey godo restaur¨® los muros de esta cibdad¡±).
Pero tambi¨¦n se pueden leer algunas que hablan de alcaldes, marqueses, la Virgen Mar¨ªa e, incluso, inundaciones pasadas. Como si los toledanos hubiesen dedicado siglos a grabar su pasado en el puente. Eso s¨ª, dejando claro que ellos eran sus due?os, no el duque, por lo que cincelaron en alg¨²n momento en la fachada las armas de la ciudad y la siguiente inscripci¨®n: ¡°S.P.Q.T¡± que quiere decir, ni m¨¢s ni menos, "El Senado y el Pueblo de Toledo¡±. Si el lema de la actual ciudad de Roma es S.P.Q.R. (Senado y Pueblo de Roma), a semejanza de la capital antigua y republicana, los de Toledo no iban a ser menos.
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