La soledad del inmigrante

¡°Estoy segura de que podr¨ªas escribir p¨¢ginas enteras sobre toda esta mierda y transformarlas en algo, en una historia¡±, dice uno de los personajes de Parking, ins¨®lita coproducci¨®n hispanorumana escrita y dirigida por Tudor Giurgiu. ¡°Esta mierda¡± es uno de esos (no) lugares t¨ªpicos de Espa?a: un garaje al aire libre de compra-venta de coches usados, en medio de la nada, en un descampado de las afueras de C¨®rdoba, rodeado de una alambrada oxidada e inestable, de perros escu¨¢lidos y ratas sebosas. Y Giurgiu, como su personaje, un escritor rumano que sobrevive en Espa?a como vigilante del aparcamiento, ha logrado convertir esa ¡°mierda¡± en un relato entra?able, en una pel¨ªcula rara y bonita.

En principio sorprende que un realizador rumano venga a filmar a Andaluc¨ªa con una mayor¨ªa de int¨¦rpretes espa?oles y retrate nuestro pa¨ªs y a algunas de sus criaturas con la exactitud y la credibilidad con que lo hace. Pero hay una explicaci¨®n: ese solitario aspirante a novelista que dice escribir sobre el suicidio y sobrevive con 300 euros al mes es en realidad Marin Malaicu-Hondrari, el autor del libro en que se basa Parking, autobiogr¨¢fico, titulado Cercan¨ªas en su edici¨®n espa?ola, que adem¨¢s es autor de la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica junto a Giurgiu. De hecho, la pel¨ªcula se ha rodado exactamente en el mismo sitio donde en los primeros a?os del siglo XXI Malaicu-Hondrari vivi¨® experiencias semejantes a las de su protagonista.

Los excelentes Luis Bermejo, Bel¨¦n Cuesta y Ariadna Gil acompa?an al magn¨ªfico actor rumano Mihai Smarandache, con ese inconfundible castellano de futbolista del Este casi reci¨¦n llegado a LaLiga y que ya habla el idioma mejor que muchos de nosotros. Un cuarteto de seres humanos a la deriva, perdedores de antemano, mentirosos m¨¢s por necesidad que por naturaleza, con los que Malaicu-Hondrari y Giurgiu han compuesto una obra con un punto de poes¨ªa de la cotidianidad, a la que acompa?a una envolvente banda sonora de Julio de la Rosa.

Enfrentar la desconfianza natural del inmigrante con la apabullante personalidad de un mangante espa?ol, de la raza de los que se llaman a s¨ª mismos tratantes, es una forma de establecer una conexi¨®n entre dos sue?os imposibles: el de una nueva existencia y el del continuo tirar p¡¯alante. Y Parking lo refleja con la sustancia del chanchullo y la verdad de la derrota. Con la emoci¨®n que puede tener ¡°toda esta mierda¡±.