De Shakespeare a Colfer

Desde que a alguna lumbrera se le ocurri¨® la peregrina idea de que los conflictos familiares y psicol¨®gicos de Thor ten¨ªan algo (o mucho) que ver con el retrato de la condici¨®n humana en la obra de William Shakespeare, lo que conllev¨® el reclutamiento del especialista en el bardo Kenneth Branagh para dirigir la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica del c¨®mic de Marvel, la entonces estancada carrera como cineasta del norirland¨¦s ha experimentado una deriva imposible.

Tom Clancy, en Jack Ryan: Operaci¨®n Sombra (2014); Charles Perrault, en Cenicienta (2015), y Agatha Christie, en Asesinato en el Orient Express (2017) parecen estar muy lejos del universo del otrora autor de Enrique V, Hamlet y Mucho ruido y pocas nueces, pero embarcarse en una adaptaci¨®n como la de la saga de libros infantiles Artemis Fowl, creados por el irland¨¦s Eoin Colfer a partir del a?o 2001, supera todas las expectativas.

Las ocho historias que conforman la serie de Colfer han sido a menudo calificadas como una fusi¨®n entre las obras de J. K. Rowling y J. R. R. Tolkien, lo que no deja de ser cierto en su mezcla de protagonismo infantil, batallas entre mundos, fantas¨ªa y presencia de elfos, enanos, goblins y gnomos. Sin embargo, el concepto es tremendamente injusto con el trabajo de la autora de Harry Potter y, sobre todo, con el del creador de El se?or de los anillos. De prosa infame y creatividad dudosa, Artemis Fowl es pura magia de la mercadotecnia y fusilamiento de baja estofa. Eso s¨ª, su ¨¦xito comercial es innegable, quiz¨¢ basado en el poder ejercido sobre los adultos por el maquiav¨¦lico y brillante cr¨ªo protagonista.

La pel¨ªcula de Branagh, a pesar de todo, como producto cinematogr¨¢fico, se eleva por encima de, al menos, la primera novela de Colfer. Convencional, si se quiere, e impersonal en el aspecto creativo, pero con empaque de producci¨®n y con alg¨²n buen momento ¨ªntimo entre padre e hijo, Artemis Fowl se estrena en Disney+ sin pasar por los cines. Eso s¨ª, lo que construye Branagh bien podr¨ªa haberlo hecho cualquier director de segunda unidad en n¨®mina de la casa.