La Cenicienta de la m¨²sica

En la semana de la muerte de Joel Schumacher, con el concepto del producto comercial de perfecto acabado, del que fue paradigma el director de El cliente, como fuente de reflexi¨®n, llega a los cines una obra que podr¨ªa presumir de algo semejante, si no fuera por un ¨²ltimo trecho donde un giro de guion innecesario y muy discutible deja un amargo sabor final que enturbia un tanto lo que hasta ese momento era una competente pel¨ªcula de aspiraciones comerciales. Sin ¨ªnfulas, pero bien escrita, narrada e interpretada. Aun as¨ª, Personal Assistant, segundo largometraje de Nisha Ganatra, se presenta en este tiempo de zozobra cinematogr¨¢fica como una segura apuesta de verano para el gran p¨²blico.

Hay en la pel¨ªcula de Ganatra tres aspectos envidiables. Primero, unos personajes muy bien trazados por la guionista debutante Flora Greeson, todos ellos alrededor de la m¨²sica, desde los que se han convertido en mitos hasta los que sue?an con ser algo en la industria y el arte de la canci¨®n popular. Segundo, unos di¨¢logos por encima de la media en este tipo de producciones. Y tercero, profunda erudici¨®n musical en el libreto, y amor por el oficio y el arte en todas sus vertientes.

A partir de esos tres estamentos, Ganatra y Greeson componen un relato con aroma de cuento cl¨¢sico, donde el encantador personaje que interpreta a la perfecci¨®n Dakota Johnson recupera el arquetipo de Cenicienta, en este caso como asistente personal de una veterana diva (en la ficci¨®n) cerca del calibre de Nina Simone o Aretha Franklin, que en esta remezcla de la f¨¢bula posee caracter¨ªsticas de la madrastra, pero tambi¨¦n del pr¨ªncipe al que acabar enamorando en ciertos sentidos.

Hay buena m¨²sica, una justa carga feminista y una bonita relaci¨®n interracial descrita con la naturalidad que siempre deber¨ªan poseer: sin dar importancia alguna a que son un hombre negro y una mujer blanca. Y tambi¨¦n, ay, ese equivocado giro de guion, que introduce el tema familiar pero que crea demasiadas dudas sobre si resulta probable una parte de lo ya visto en torno al ahora emborronado personaje masculino.