Marcelo Luj¨¢n gana el Premio Ribera del Duero de narrativa breve con ¡®La claridad¡¯
El argentino, afincado en Madrid desde 2001, ha conquistado con sus cuentos de "gustosa perversi¨®n" al jurado presidido por Fernando Aramburu
Marcelo Luj¨¢n (Buenos Aires, 47 a?os) reivindica la importancia de la historia por encima del g¨¦nero literario o narrativo. Es ella quien elige su forma, el cuento o la novela, no lo contrario. Pese a esto, el autor argentino, afincado en Madrid desde 2001, sent¨ªa la necesidad de dedicarse a un libro de cuentos tras el ¨¦xito de su ¨²ltima obra, Subsuelo (Salto de P¨¢gina), que recibi¨® el Premio Dashiel Hammett en 2016. Despu¨¦s de tres a?os de gestaci¨®n, termin¨® La claridad, que acab¨® presentando a la selecci¨®n del VI Premio Ribera del Duero tres d¨ªas antes de que terminara el plazo de inscripci¨®n.
Este martes, Luj¨¢n ha obtenido de la mano del presidente del jurado, Fernando Aramburu, uno de los galardones m¨¢s prestigiosos en el mundo de los cuentos, el de mayor dotaci¨®n en su g¨¦nero en lengua espa?ola, 50.000 euros. El escritor ha querido dedicar el premio a todo el personal sanitario y a la sociedad espa?ola por ¡°una responsabilidad c¨ªvica inolvidable¡±. Los cinco relatos que componen La claridad, al que se ha a?adido otro m¨¢s durante el proceso de edici¨®n, han entusiasmado al jurado por una cualidad que el autor de Patria ha definido como ¡°una gustosa perversi¨®n¡±, una inquietud hecha ¡°con unas historias que dentro de la literatura resultan placenteras, intensas, fascinantes, mientras que trasladadas a nuestras vidas ser¨ªan para echarse a correr¡±. El libro saldr¨¢ a la venta el pr¨®ximo 15 de julio con la editorial P¨¢ginas de Espuma, que organiza el certamen.
Su larga trayectoria, iniciada en 2004 con Flores para Irene, otra colecci¨®n de relatos, ha permitido a Luj¨¢n alcanzar una madurez que le sirve de recurso para investigar la ¡°oscuridad del individuo¡± y, al mismo tiempo, ¡°rodearla de luz¡±, como cuenta a EL PA?S por tel¨¦fono. El planteamiento detr¨¢s de su obra se ejemplifica con una cita de Juan Jos¨¦ Saer al principio de La claridad: ¡°Cuando optamos por la pr¨¢ctica de la ficci¨®n no lo hacemos con el prop¨®sito turbio de tergiversar¡±. En este sentido, el autor intenta que sus cuentos sean ¡°humanos y realistas¡±, y que tambi¨¦n la situaci¨®n paranormal parezca muy cercana a la realidad.
El argentino sit¨²a ¡°lo extraordinario dentro de lo cotidiano¡± y recurre a la tradici¨®n latinoamericana, donde el cuento se toma con ¡°much¨ªsima seriedad¡±, algo que reconoce tambi¨¦n Aramburu: ¡°Yo no s¨¦ qu¨¦ pasa con ese pa¨ªs, que cada dos d¨ªas nos da un autor magnifico en cualquier g¨¦nero. Es algo especial lo de Argentina, no tengo explicaci¨®n¡±, dice. Luj¨¢n cita como inspiraci¨®n a su compatriota Julio Cort¨¢zar, sobre todo por lo que concierne la dificultad de enfrentarse a este g¨¦nero. De hecho, considera el cuento m¨¢s dif¨ªcil que la novela, porque no permite ¡°digresiones o distracciones¡±. ¡°Hay que tomar a los personajes de la mano y llevarles hacia un destino, un final muy claro¡±, afirma.
Como en otras de sus obras, La claridad tambi¨¦n est¨¢ protagonizada casi enteramente por figuras femeninas: ¡°La mujer es lo m¨¢s importante que le ha ocurrido a la humanidad porque ninguno de nosotros estar¨ªa aqu¨ª sin el antecedente de una mujer¡±, sostiene. La extensi¨®n de los relatos ¡ªtodos superan las 20 p¨¢ginas¡ª los acerca a una novela corta, que permite el desarrollo de los personajes en diversas etapas de su vida, y en algunos casos, como en el primer cuento Treinta monedas de carne, suscita en el lector un problema moral. ¡°Aparte de contar un episodio, hay excursiones que dejan a quien lee pensativo y esto me parece una virtud loable. Uno, al terminar la lectura, se pregunta ¡®?Qu¨¦ habr¨ªa hecho yo en el caso de estar en una situaci¨®n similar?¡±, comenta Aramburu, que ha viajado desde Alemania para asistir a la rueda de prensa.
Para el escritor de San Sebasti¨¢n, muy aficionado al cuento desde su infancia, no hubo ninguna duda. La claridad es una obra que considera un gran descubrimiento y que est¨¢ escrita por un autor maduro, ¡°un veterano del g¨¦nero¡±, una opini¨®n con la que los otros miembros del jurado, como Clara Obligado y ?scar Esquivias, han coincidido un¨¢nimemente. La fuerza de sus relatos reside en el hecho de que ninguno de ellos es m¨¢s d¨¦bil que el otro: ¡°Son cuentos crueles, interpretados por personajes enigm¨¢ticos, que ya por su manera de ser y actuar son atractivos. Son un poco sucios, en el sentido de que en ellos hay violencia, hay escenas incluso crueles. No son perfectos en el sentido de la limpieza y del brillo, son m¨¢s bien expresionistas, pero tienen una particular vibraci¨®n humana que me parece preferible a lo que pudi¨¦ramos llamar perfecci¨®n. Las historias contadas pegan fuera a quien lee. Est¨¢n sustentadas en una escritura de escritor maduro¡±, comenta el presidente del jurado.
La claridad se ha impuesto sobre m¨¢s de mil obras presentadas para este concurso. Los otros finalistas han sido: Vendr¨¢ la muerte y tendr¨¢ tus ojos, de la boliviana Magela Baudoin; Ni aqu¨ª ni en ning¨²n otro lugar, de la aragonesa Patricia Esteban Erl¨¦s; Algunas hip¨®tesis en torno al fin del mundo, del asturiano Ricardo Men¨¦ndez Salm¨®n; y El mundo de arriba y el mundo de abajo, de la ecuatoriana M¨®nica Ojeda.
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