La fant¨¢stica historia del fon¨®grafo er¨®tico perdido de ?scar Dom¨ªnguez
El director del Museo Picasso de Barcelona halla, 82 a?os despu¨¦s de su desaparici¨®n, un m¨ªtico objeto surrealista. El artista canario se lo regal¨® al pintor malague?o
En un tiempo como este, en el que la historiograf¨ªa del arte moderno se debate, a lo sumo, entre revisiones y relecturas, un descubrimiento sorprendente llega ahora para animar el panorama. Emmanuel Guigon, director del Museo Picasso de Barcelona, ha hallado uno de los m¨¢s misteriosos objetos surrealistas de la historia: el fon¨®grafo-mujer que ?scar Dom¨ªnguez present¨® en la Exposici¨®n Internacional del Surrealismo de 1938. El inquietante ¡°objeto de autosatisfacci¨®n er¨®tica¡±, seg¨²n la definici¨®n de Guigon, desapareci¨® aquel mismo a?o tras exhibirse en ?msterdam en una versi¨®n reducida de la muestra parisina que marc¨® ¨¦poca. Y nunca m¨¢s se supo de ¨¦l. Hasta ahora. ¡°Fue el objeto m¨¢s m¨ªtico de la exposici¨®n surrealista m¨¢s m¨ªtica y relevante de todas. Yo estaba seguro de que Dom¨ªnguez lo hab¨ªa regalado a Picasso, pese a que todos me dec¨ªan que era imposible¡±, asegura Guigon, uno de los grandes expertos en el pintor malague?o, con la satisfacci¨®n de quien result¨® que ten¨ªa raz¨®n.
FOTOGALER?A: El invento er¨®tico-surrealista que caus¨® sensaci¨®n en 1938
¡°Estamos desbordados por el montaje de esta exposici¨®n, que ser¨¢ la m¨¢s extraordinaria nunca vista¡±, escrib¨ªa, el 6 de enero de 1938, Paul ?luard a su amigo Roland Penrose, que m¨¢s adelante ser¨ªa el bi¨®grafo de Picasso. ?luard se refer¨ªa a la c¨¦lebre Exposition International du Surr¨¦alisme, organizada por el poeta junto con Andr¨¦ Breton, Marcel Duchamp, Salvador Dal¨ª, Max Ernst y Man Ray. Se inaugur¨® 10 d¨ªas despu¨¦s de aquella carta en la Galerie des Beaux-Arts, en el Faubourg Saint-Honor¨¦ de Par¨ªs.
¡°Fue extraordinario. El p¨²blico deambulaba armado de linternas, enfocando las asombrosas obras que surg¨ªan de la oscuridad y entre las decenas de objetos, incluidos el Taxi lluvioso de Dal¨ª y los 1.200 sacos de carb¨®n suspendidos del techo de Duchamp, el que m¨¢s llam¨® la atenci¨®n de cr¨ªtica y p¨²blico fue Jamais (Nunca), el gram¨®fono de Dom¨ªnguez¡±, explica Guigon. La pieza era un fon¨®grafo Path¨¦ pintado de blanco y con una figura femenina con tacones saliendo por el amplificador (ahora se dir¨ªa que estaba tuneado). Parec¨ªa que la m¨¢quina hab¨ªa engullido a la mujer, transform¨¢ndose en parte de ella: el plato representaba unos pechos ¡ªo unas nalgas, seg¨²n las interpretaciones¡ª que giran bajo una mano que act¨²a como aguja.
Lo m¨¢s espectacular en la performance inaugural de la exposici¨®n fue ver al fon¨®grafo autoacariciarse, acompa?ando la actuaci¨®n de H¨¦l¨¨ne Vanel, una bailarina surrealista, que irrump¨ªa en la sala medio desnuda ejecutando una danza enloquecida y salvaje, inspirada en los estudios sobre la histeria del m¨¦dico Charcot. ¡°Esta muestra quiere tambi¨¦n reivindicar el personaje de Vanel, lesbiana y feminista¡±, apunta Guigon. Amigo de la mujer de Dom¨ªnguez, Maud Bonneaud-Westerdahl, Guigon sospechaba desde hace a?os que Picasso hab¨ªa recibido como regalo Jamais en 1945 y, por el profundo cari?o que profesaba al artista tinerfe?o, estaba seguro de que lo hab¨ªa conservado tras el suicidio de este en 1957.
La confirmaci¨®n lleg¨® casualmente el a?o pasado durante los preparativos de la muestra Picasso. La mirada del fot¨®grafo, cuando encontr¨® dos im¨¢genes in¨¦ditas de 1947 de Nick de Morgoli, propiedad de una colecci¨®n privada. ¡°En una se observa Jamais en el taller parisino de Picasso y en la otra est¨¢ Picasso mirando la obra con vivo inter¨¦s¡±, indica Guigon, que, tras del descubrimiento, volvi¨® al ataque con los familiares del pintor, con los que mantiene una estrecha relaci¨®n.
Finalmente, Catherine Hutin, hija de Jacqueline Picasso, record¨® que unos trabajadores le hablaron de una caja de cart¨®n en un almac¨¦n en las afueras de Par¨ªs, de la que sal¨ªan unas piernas enmarcadas en la corneta de un gram¨®fono. ¡°All¨ª termin¨® la b¨²squeda y empez¨® la preparaci¨®n de esta muestra, que incluye muchas fotos de la ¨¦poca, unos dibujos de Dom¨ªnguez y una pel¨ªcula in¨¦dita sobre la exposici¨®n del 38 donde se ve perfectamente el objeto autoer¨®tico de Dom¨ªnguez¡±, explica Guigon, que alaba el servicio de restauraci¨®n del museo dirigido por Reyes Jim¨¦nez y Humberto Duran, que recuper¨® el mecanismo y el motor, para que se pueda admirar en funcionamiento. La muestra permanecer¨¢ abierta hasta el 8 de noviembre y a¨²n no se sabe si Jamais se quedar¨¢ en dep¨®sito en el Museo Picasso.
La pr¨®xima b¨²squeda de Guigon
Picasso particip¨® en la Exposici¨®n surrealista del 38 con dos pinturas de mujer realizadas en 1930 y 1931. Por supuesto, estuvo en la inauguraci¨®n que reuni¨® el tout Par¨ªs, convirti¨¦ndose en un acontecimiento irrepetible. ¡°Apareci¨® en toda la prensa, se hicieron centenares de fotograf¨ªas y, aunque parezca incre¨ªble, no hay im¨¢genes conocidas de Picasso ni de Duchamp en aquel m¨ªtico evento. Pero yo estoy convencido de que existen y las voy a encontrar¡±, asegura Guigon, que en octubre publica en espa?ol su libro Bolas de nieve surrealistas. Tras el hallazgo de Jamais, casi un siglo despu¨¦s de su desaparici¨®n, esta es su pr¨®xima b¨²squeda. ¡°En un museo hay lugar para todo: la investigaci¨®n no est¨¢ re?ida con las muestras m¨¢s populares¡±, concluye.
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