Virginia Calvache, la aventura de viajar y contar
La periodista almeriense se embarc¨® en traves¨ªas extremas, del Polo Norte Magn¨¦tico, al Kilimanjaro, a los desiertos de Atacama y el S¨¢hara
La periodista Virginia Calvache Ordo?o ha vivido en 52 a?os experiencias para las que otros necesitan varias vidas. Naci¨® en Alhama de Almer¨ªa, un pueblo perfumado por miles de naranjos, donde tambi¨¦n muri¨® el viernes cuando el tumor cerebral con el que conviv¨ªa desde 2014 se impuso a su voluntad. La pelea contra el c¨¢ncer fue su ¨²ltimo gran desaf¨ªo. Antes de instalarse en ese escenario brutal, donde ella sab¨ªa que cada d¨ªa la acercaba al final, encar¨® otros escenarios, menos dram¨¢ticos pero tambi¨¦n exigentes y retadores, como los viajes al Polo Norte Magn¨¦tico, al Kilimanjaro, a los desiertos de Atacama y el S¨¢hara, a China o Nepal. Se embarc¨® en traves¨ªas extremas para Andaluc¨ªa Aventura, serie documental que hizo para Canal Sur con el monta?ero Javier Campos. De la incursi¨®n en el ?rtico dejaron constancia en el libro Las huellas de Nanuk (2001), una suerte de diario de la cruda ruta y de retrato sociol¨®gico de los inuit que conocieron en Canad¨¢.
Antes de la aventura pura y dura, Virginia Calvache se dedic¨® a un periodismo menos trepidante: colabor¨® con EL PA?S, el diario Ideal o Intervi¨², donde public¨® uno de los primeros reportajes sobre la estancia de John Lennon en Almer¨ªa para rodar C¨®mo gan¨¦ la guerra en el desierto de Tabernas. Como era una de esas periodistas totales, una rareza en este oficio de especialistas, fue capaz de salir airosa como directora de un magac¨ªn andaluz en Canal Sur Radio (Andaluc¨ªa Solidaria) y de adaptarse al formato audiovisual como si no hubiera hecho otra cosa en su vida. Pod¨ªa redactar, realizar y filmar y hacerlo todo bien.
En su ¨²ltima etapa, trabaj¨® como directora de producci¨®n de Great Ways, una empresa dedicada a los contenidos audiovisuales. Vivi¨® en Almer¨ªa, Granada, Barcelona y Madrid. Le gustaba cambiar, explorar y no aburrirse. Disfrut¨® de la literatura, de la m¨²sica, del cine y de la fotograf¨ªa. Y cuando enferm¨® decidi¨® no regalar ni un segundo a lo secundario. A la vida le ped¨ªa que fuese una fiesta. Pas¨® por ella brindando.
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