Cuatro pel¨ªculas brillantes que no te vender¨¢ Netflix
El cine latinoamericano llega cargado de historias arrolladoras que conviene ver
En cine ocurre como en la literatura. Es tan arrolladora la realidad de las barriadas de Chile o M¨¦xico, de la frontera haitiana, la desigualdad en Brasil o las guerras de machos en Argentina que sus creadores pueden regarnos de historias vigorosas y hacerlo con un ritmo, un lenguaje y una riqueza que nos dejar¨¢n perplejos. A este lado del charco re¨ªmos con los apellidos vascos o las patochadas de Torrente, por qu¨¦ no, pero nada impide rebuscar y descubrir buen cine del otro lado que no saldr¨¢ en los algoritmos de Netflix. Pel¨ªculas con m¨¢s ganas que dinero, con m¨¢s amateurs que profesionales y sin embargo tan dignas, aut¨¦nticas, tan desde dentro, que descargan talento puro sin necesidad de Hollywood ni de glamour.
Malpaso. Qu¨¦ gran nombre para un paso fronterizo tan hostil para la vida como f¨¦rtil para el cine. La pel¨ªcula sit¨²a sus c¨¢maras entre Rep¨²blica Dominicana y Hait¨ª para arrancar belleza de la mugre. La belleza est¨¢ en la aspiraci¨®n de sobrevivir de dos hermanos mellizos, uno negro y otro albino, en su ingenuidad y sus sue?os. La mugre, en todo lo dem¨¢s. Po¨¦tica desde la miseria, luminosa desde la negritud, de fotograf¨ªa impecable y paradojas en blanco y negro que nos dejar¨¢n huella. Enhorabuena, H¨¦ctor Valdez.
Tres veranos. He aqu¨ª un inteligente acercamiento a la corrupci¨®n y la desigualdad en Brasil, pero no desde el coraz¨®n infartado de un caso en s¨ª, desde lo expl¨ªcito, sino desde las terminaciones nerviosas a las que llegan las consecuencias despu¨¦s. Una intensa ama de llaves, los criados que coordina y un viejo padre abandonado deben aprender a sobrevivir de otra manera cuando han volado los amos y la ¨²nica visita es la de agentes de la ley. Coraje, fuerza, vitalidad, optimismo y luz de la mano de su protagonista, Regina Cas¨¦, y su directora, Sandra Kogut, en una pel¨ªcula que recibi¨® el premio de la cr¨ªtica en el Festival de M¨¢laga (de cuyo jurado, quien escribe form¨® parte).
Piola. Luis Alejandro P¨¦rez ilumina la bomba que es la adolescencia y los m¨¢rgenes, esa zona de oscuridad donde los chicos se entretienen colocando gatitos en las v¨ªas de tren a la hora justa, rapeando sinsabores e ignorando el dolor materno y cualquier puerta de emergencia que pueda sacarles del agujero. Por el contrario, atravesar¨¢n la que les lleve al infierno en un Chile sin oportunidades, sin perspectivas, donde los padres se mudan siempre a una casa peor. Superado el chapurreo local que bien necesitar¨ªa unos subt¨ªtulos, la historia se dispara de la mano de la joven Ignacia Uribe y sus conexiones cruzadas. Rabia y m¨²sculo de desesperaci¨®n, de ruptura sin saber por d¨®nde romper.
Blanco de verano. Una peque?a gran pel¨ªcula con apenas medios para iluminar los celos, la confusi¨®n y el vac¨ªo en la relaci¨®n de un adolescente y su madre cuando se echa novio y del d¨²o imperfecto se pasa al tr¨ªo explosivo. Bien tensionada.
Si a estas cuatro joyas a?adimos la argentina El silencio del cazador (Mart¨ªn Desalvo) y la mexicana El diablo entre las piernas (Arturo Ripstein) podemos quedarnos boquiabiertos con las pel¨ªculas latinas que compitieron estos d¨ªas en el Festival de M¨¢laga. No acaparar¨¢n alfombra, focos, ni grandes titulares, pero bien merecen que rebusquemos a fondo en una oferta que nunca las alumbrar¨¢ bajo el titulillo netflixiano de: ¡°porque te ha gustado esto...¡± o ¡°tendencias ahora¡±. Pero ustedes, estoy segura, las encontrar¨¢n.
Babelia
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