Muere Jir¨ª Menzel, ganador del Oscar por ¡®Trenes rigurosamente vigilados¡¯

¡°Las cosas serias me aburren un poco¡±. Cada vez que pod¨ªa, Jir¨ª Menzel lo soltaba en una entrevista, y aseguraba que ese hab¨ªa sido su mandamiento en la vida. Que adem¨¢s hab¨ªa tenido un poco de suerte con los premios en la vida, y as¨ª parec¨ªa desmerecer su carrera, que sin embargo es una de las m¨¢s brillantes del cine europeo, y realizada en tiempos extremadamente convulsos. Su fallecimiento el s¨¢bado en su casa, anunciado al d¨ªa siguiente en Facebook por su esposa y productora, Olga Menzelova, que cont¨® que desde 2017 tras una cirug¨ªa cerebral Menzel hab¨ªa encadenado problemas de salud, cierra as¨ª el curr¨ªculo de un creador amante de la s¨¢tira, de la iron¨ªa ante las grandes dudas de la vida y maestro en el arte de la comedia negra.

Entre otros galardones, Jir¨ª Menzel gan¨® el Oscar con Trenes rigurosamente vigilados (1966), una de sus seis adaptaciones de trabajos del escritor Bohumil Hrabal, y volvi¨® a ser candidato con Mi dulce pueblecito (1986). Tanto Trenes rigurosamente vigilados como Alondras en el alambre (1969) -que describ¨ªa la vida en un campo de trabajo de unos j¨®venes acusados de comportamiento burgu¨¦s a finales de los a?os cuarenta- estuvieron prohibidas en su pa¨ªs hasta la Revoluci¨®n de Terciopelo en 1989, que acab¨® con d¨¦cadas de dictadura comunista. De ah¨ª que Alondras en el alambre ganara el Oso de Oro de Berl¨ªn de 1990. Su ¨²ltimo trabajo estrenado en Espa?a, Yo serv¨ª al rey de Inglaterra (2006), tambi¨¦n se basaba en una novela de Hrabal, al que conoci¨® en 1964, cuando junto con otros cineastas, como Vera Chytilov¨¢, otra grande del nuevo cine checo, adaptaron varios cuentos cortos suyos en la pel¨ªcula de episodios Perlas en el fondo del agua (1965), tras diplomarse en Direcci¨®n de Cine en 1962.

Ah¨ª arranc¨® ese movimiento, que dio su primera campanada con el Oscar de 1968 a Trenes rigurosamente vigilados, debut en solitario en el largometraje de Menzel -ten¨ªa 30 a?os cuando obtuvo el galard¨®n de Hollywood-, protagonizada por un aprendiz de guarda ferroviario desesperado con sus fracasos amorosos en una estaci¨®n de tren de un peque?o pueblo (el edificio era real y en 2017 se convirti¨® en museo), y que por ello decide suicidarse antes de convertirse en h¨¦roe de la resistencia contra los nazis. ¡°No lo hubiera conseguido si no fuera por gente como Milos Forman, Vera Chytilov¨¢ y Jan Nemec, que dieron un vuelo insospechado al cine checo¡±, y que ten¨ªan en com¨²n ser una ¡°reacci¨®n natural a la falta de honradez de las pel¨ªculas ideol¨®gicas precedentes¡±, recordaba en la promoci¨®n de Yo serv¨ª al rey de Inglaterra.

Menzel, que naci¨® en Praga en febrero de 1938, decidi¨® quedarse en su pa¨ªs tras la entrada de los tanques del Pacto de Varsovia que acabaron con la Primavera de Praga en agosto de 1968, al contrario que Milos Forman, que prefiri¨® el exilio. ¡°Yo sab¨ªa cu¨¢les eran mis obligaciones, y mi deber era quedarme all¨ª y hacer pel¨ªculas para mis compatriotas¡±, recordaba, sin por ello acusar de nada a Forman. ¡°Hrabal y yo apostamos por seguir haciendo iron¨ªa, contando la vida con comedias¡±, aseguraba el cineasta, que ve¨ªa en ese nuevo cine checo ¡°una huida de filmes marcados por ideolog¨ªa bolchevique y una apuesta por un punto de vista sat¨ªrico realizado desde el mismo interior de las historias, no desde fuera¡±. Y remataba: ¡°La buena comedia es sobre temas serios. Cuando se empieza a hablar de manera seria sobre cosas serias, se suele acabar cayendo en el rid¨ªculo¡±.

Adem¨¢s de su larga trayectoria como director de cine, que acab¨® en 2013 con Donsajni, Jir¨ª Menzel dirigi¨® teatro, fue profesor de cine (uno de sus alumnos en la Academia de Praga fue Emir Kusturica), y actu¨® en m¨¢s de 70 producciones audiovisuales: en 2018 se proyect¨® en una sesi¨®n especial en la Berlinale Sin olvido, que coprotagonizaba junto a Peter Simonischek (Toni Erdmann) y que se ha convertido en su ¨²ltima pel¨ªcula.