El juicio del caso SGAE se adentra en el laberinto
El fiscal analiza en su interrogatorio al expresidente Teddy Bautista la red de empresas a las que acusa de un desv¨ªo de fondos de la entidad, la endogamia en el organismo y la creaci¨®n del pol¨¦mico proyecto Teseo
Los nombres tampoco ayudan. La protagonista del juicio se llama SGAE y su filial digital solo cambia una letra: SDAE. Adem¨¢s, la investigaci¨®n dibuja un entramado que se llev¨® presuntamente 47,6 millones de euros de la sociedad de gesti¨®n del derecho de autor hacia un sinf¨ªn de empresas y sus responsables. Los l¨ªmites difusos entre estas compa?¨ªas, que a veces compart¨ªan directivos, lazos familiares o parec¨ªan tomar decisiones una por la otra, no contribuyen a la claridad. Pero el fiscal cree que precisamente ah¨ª se hallan las respuestas: en su tercer d¨ªa, el proceso ante la Audiencia Nacional por un desv¨ªo masivo de fondos de la SGAE empez¨® a bucear en la cadena de sociedades a las que la entidad encarg¨® varios servicios entre 1999 y 2011. Inexistentes o pagados en demas¨ªa, seg¨²n la investigaci¨®n. Para los acusados, en cambio, crearon las herramientas para adaptarse al mercado digital, sobre todo con el proyecto Teseo. Incluso el h¨¦roe griego, sin embargo, tendr¨ªa dificultades para orientarse en este laberinto.
Declaraba, esta ma?ana, Eduardo Teddy Bautista, de 77 a?os. M¨¢s bien, segu¨ªa, tras un interrogatorio de tres horas el d¨ªa anterior. Se sent¨®, le dio los buenos d¨ªas al fiscal y este ni contest¨®: ¡°Mi pregunta¡¡±. Primera se?al de que el clima hab¨ªa cambiado. Con mayor firmeza, el ministerio p¨²blico retom¨® su intento de demostrar que el expresidente del consejo de direcci¨®n de la SGAE decid¨ªa ¡°seg¨²n sus designios¡± y aprovech¨® su poder para ¡°autorizar, consentir e impulsar una sofisticada estratagema para derivar masivamente fondos¡± de la entidad. Por eso pide, para ¨¦l, siete a?os de c¨¢rcel, por presunta apropiaci¨®n indebida o, alternativamente, administraci¨®n desleal.
¡°Una pregunta muy concreta¡±, arrancaba el fiscal una y otra vez. Y le plante¨® a Bautista las mayores inc¨®gnitas del caso: por qu¨¦ Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Neri ¡ªel supuesto cabecilla de la trama, para el que el ministerio p¨²blico pide 12 a?os y medio de prisi¨®n¡ª fue nombrado director general y ¨²nico empleado de SDAE en 2000, y adem¨¢s director de sistemas de la SGAE en 2005; por qu¨¦ cobraba parte de sus ingresos a trav¨¦s de la empresa Hipot¨¢lamo; por qu¨¦ la SDAE contrat¨® como principal proveedor durante a?os a Microg¨¦nesis, de la que Neri era gerente; y por qu¨¦ fue esta ¨²ltima, y no la propia SGAE, la que cre¨® otra compa?¨ªa, Portal Latino, destinada a realizar labores para la entidad de gesti¨®n de derechos de autor. Todo se resum¨ªa, b¨¢sicamente, en su tesis acusatoria: ?por qu¨¦ SGAE pag¨®, a trav¨¦s de SDAE, millones a empresas de Neri o sus familiares, a menudos sin empleados?
Bautista acudi¨® m¨¢s que el d¨ªa anterior al ¡°no recuerdo¡±, sobre todo respecto a la posible falta de control o las quejas internas sobre SDAE o Microg¨¦nesis, y subray¨® que cualquier decisi¨®n siempre pasaba por los ¨®rganos de gobierno. En varias ocasiones, el juez intervino para interpretar las respuestas del acusado, resumirlas o defender su derecho a explicar lo que quisiera, a¨²n a costa de alejarse de las cuestiones que indagaba el fiscal. ¡°Y ahora ya hemos perdido el hilo. Se?or Bautista, ?usted recuerda por d¨®nde vamos?¡±, lleg¨® a soltar el juez.
El acusado dijo que la creaci¨®n de Portal Latino, la plataforma musical con la que la SGAE pretend¨ªa imitar a Spotify o iTunes, fue ¡°una de las mejores ideas¡± que tuvieron. Explic¨® que la disoluci¨®n de SDAE, llegado el momento, sucedi¨® con conocimiento y acuerdo compartidos: ¡°Toda la organizaci¨®n sab¨ªa que las herramientas estaban funcionando y ya no hac¨ªa falta mantener la sociedad¡±. Y se reafirm¨® en que Teseo, la principal herramienta con la que quisieron lanzar la SGAE a recaudar por los derechos de autor en el entorno digital, supuso una de las iniciativas ¡°m¨¢s valientes y revolucionarias¡± en la historia de la entidad. ¡°?Est¨¢ funcionando hoy!¡±, agreg¨®.
El fiscal le mostr¨® correos en los que Rafael Ramos, socio director de Microg¨¦nesis, enviaba a Neri en 2008 borradores de presupuestos para algunos departamentos de la SGAE. ¡°?Por qu¨¦ est¨¢ haciendo ¨¦l estos c¨¢lculos y explicaciones?¡±, plante¨®. El ministerio p¨²blico no record¨®, aunque consta en el sumario, que Ramos en una interceptaci¨®n telef¨®nica en abril de 2011 aseguraba: ¡°A la SGAE ya le tenemos facturada una burrada¡±. Y, sobre ciertos agujeros en su declaraci¨®n de la renta: ¡°Yo saco la pasta de otra forma¡±. S¨ª le pregunt¨® a Bautista por c¨®mo encaj¨® que Neri, al frente de SDAE, fichara a una empresa de su hermana: ¡°No lo sab¨ªa. Pero no me habr¨ªa parecido extraordinario. Ten¨ªa libertad para buscar al mejor proveedor. Y la SGAE es una entidad bastante endog¨¢mica. Hay empleados de tres generaciones, nadie pensar¨ªa en nepotismo¡±.
Despu¨¦s, Bautista se enfrent¨® a las r¨¢pidas embestidas del abogado defensor de Neri. El letrado mostr¨® varios contratos de su cliente con la SGAE, donde se recog¨ªa por escrito y con firmas el estrecho lazo con Microg¨¦nesis as¨ª como su retribuci¨®n. Y le lanz¨® un interrogante: ¡°?La SGAE pag¨® por alg¨²n servicio que no se realiz¨®?¡±. ¡°No¡±, contest¨®.
Tras siete horas de declaraci¨®n en dos d¨ªas, lleg¨® entonces el turno del letrado de Bautista. Tal vez porque al fin se relaj¨®, o por las preguntas personales, al imputado se le escap¨® una l¨¢grima: ¡°Odio ponerme sentimental. Yo aguanto carros y carretas. Pero he sufrido mucho, y m¨¢s han sufrido mis hijos y mi familia¡±.
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