Cine de barrio

A un musical con canciones de Cole Porter se le pide que sea elegante, sofisticado, delicado, luminoso y feliz. A un musical con canciones de Raffaella Carr¨¤ se le exige que sea festivo, colorista, efervescente, sexy y superficial. Por eso hay pel¨ªculas como Alta sociedad y Las girls, y pel¨ªculas como Explota explota. Pero todas ellas cumplen su funci¨®n, acorde cada una con su estilo y su altura de miras, y adem¨¢s coinciden en un matiz: est¨¢n hechas para despejar de traumas y preocupaciones a las sociedades de su tiempo.

Porter triunf¨® durante d¨¦cadas, pero cuando se hizo verdaderamente grande fue durante la gran depresi¨®n estadounidense. Explota explota, estimable debut de Nacho ?lvarez, llega en tiempos de desasosiego, drama y pandemia para acelerar el regreso a los cines de una parte del pueblo. Cine popular, de barrio de toda la vida: como los temas, bailes y curvas de Carr¨¤, que iluminaron la sonrisa y la libido de los espa?oles en el paso de la dictadura a la Transici¨®n a trav¨¦s de la peque?a pantalla.

Cine popular, de barrio de toda la vida: como los temas y bailes de Raffaella Carr¨¤

?lvarez, director y autor de la idea original, junto a sus guionistas, Eduardo Cubero y David Esteban Navarro, han conformado una historia que se agarra precisamente a la televisi¨®n espa?ola y a su sociedad, en los ¨²ltimos a?os de Franco, con una aficionada a los musicales que trabaja como azafata y se topa con el antagonista perfecto: el guapo hijo del censor de la TVE de la ¨¦poca, y ayudante del padre. As¨ª, el encontronazo entre los deseos de libertad y la ceja levantada ante un contoneo lujurioso rodea a una historia que de tan sencilla es directamente simple: como las actuaciones de la cantante italiana en aquella ¨¦poca, directas, sin m¨¢s ambici¨®n que subir la moral en cualquiera de los sentidos imaginables.

La valent¨ªsima Ingrid Garc¨ªa Jonsson, capaz de presentar unos premios Feroz y de protagonizar Love Me Not, de Llu¨ªs Mi?arro, apuestas igualmente suicidas, cada una en un extremo del atrevimiento, se defiende con solvencia en las canciones y los bailes, y despliega simpat¨ªa y desprejuicio. La acompa?an algunos secundarios de peso, en especial Ver¨®nica Echegui y su acento jiennense, Fernando Tejero y Pedro Casablanc, que engrandecen unas l¨ªneas de guion sin demasiada gracia cuando quieren ser c¨®micas, pero que resultan eficaces en su modestia en todo lo dem¨¢s. Explota explota no quiere ser m¨¢s de lo que muestra, y eso honra a sus art¨ªfices. Como las piernas y la sonrisa de Rafaella y sus bailarines, va directa a una parte de nuestras neuronas, y a la programaci¨®n de Cine de barrio del a?o 2050. Y eso no es ninguna cr¨ªtica, sino un elogio de lo popular.