Raffaella Carr¨¤, el mito cumple 75 a?os
La cantante, que ahora trabaja como productora y vive en Roma alejada de los focos, anunci¨® que abandonaba la vida p¨²blica y la televisi¨®n en 2016
Pocas cosas a excepci¨®n del f¨²tbol y de Raffaella Carr¨¤ consiguen poner de acuerdo a los italianos. Cuando se trata de esta ¨²ltima, el consenso nacional es especialmente arrollador. Adorada por diferentes generaciones y columna vertebral de la televisi¨®n trasalpina, la presentadora de los diez millones de espectadores es una especie de monumento patrio que no necesita presentaciones y un icono que se ha mantenido por encima del tiempo y ha sobrevivido a todas las modas del momento. Hoy cumple 75 a?os y sigue siendo moderna.
Desde hace poco m¨¢s de un a?o vive en Roma alejada de los focos. A finales de 2016 se despidi¨® con reservas de la vida p¨²blica y de la televisi¨®n. Comenz¨® a tomar distancias de la peque?a pantalla y aunque no se ha retirado por completo s¨ª ha cambiado su trayectoria y rebajado el ritmo. ¡°En este punto de mi carrera mi sue?o es crear un proyecto para dar una oportunidad a los j¨®venes talentos¡±, dijo entonces. En la actualidad trabaja como productora para Samuel Pietrasanta, concursante del talent show The voice, uno de los ¨²ltimos programas televisivos en los que particip¨®. Su ¨²ltimo trabajo como cantante fue Replay, en 2014. Grab¨® los temas en italiano, espa?ol e ingl¨¦s ¡°por pura diversi¨®n¡±, pero ya no hizo una gira para presentarlos al gran p¨²blico. ¡°Ahora quiero vivir mi vida¡±, declar¨® en aquel momento. Y lanz¨® una sentencia que define a la perfecci¨®n su carrera incombustible. ¡°Pensaba retirarme a los 50, pero aqu¨ª sigo todav¨ªa, presentando un ¨¢lbum dance¡±.?
La diva siempre ecl¨¦ctica, descarada y divertida naci¨® el 18 de junio de 1943, bajo las bombas de la II Guerra Mundial. A los 8 a?os empez¨® a bailar. So?aba con ser core¨®grafa, como el gran Maurice B¨¦jart y con estar detr¨¢s de los reflectores. Con el tiempo termin¨® por convertirse en la Carr¨¤, una estrella universal.?
Tambi¨¦n se consagr¨® como icono gay por antonomasia, mucho antes de que apareciera Madonna y sin saber muy bien por qu¨¦. ¡°Morir¨¦ sin saberlo. En mi tumba dejar¨¦ escrito: '?Por qu¨¦ he gustado tanto a los homosexuales?'¡±, sosten¨ªa, divertida, en una entrevista con Il Corriere della Sera en junio del a?o pasado. Lo cierto es que sus canciones y sus perpetuas odas a la libertad tuvieron mucho que ver. El tema Lucas, que lanz¨® en 1978, acab¨® convirti¨¦ndose en un s¨ªmbolo.?
Como muchas de sus letras. De su canci¨®n?Caliente, caliente ¨Chace tiempo que mi cuerpo anda suelto y no lo puedo frenar ?Y no lo puedes frenar!¨C un periodista italiano dijo que aport¨® m¨¢s al feminismo que todas aquellas mujeres que quemaban sus sujetadores en los a?os setenta. Ella siempre ha defendido los mensajes avanzados de su m¨²sica: ¡°No hac¨ªan da?o a nadie. Quitaban del medio muchos prejuicios de gente que no entend¨ªa que una vida es una vida cuando tienes libertad¡±.?
Durante d¨¦cadas fue protagonista absoluta de la televisi¨®n y de las listas de ¨¦xitos. No solo en Italia, tambi¨¦n en Espa?a y en Am¨¦rica Latina. A lo largo de los a?os siempre ha sabido reinventarse y mantener su fuerza pionera. Desde que salt¨® a la fama ha ido liderando peque?as conquistas, una detr¨¢s de otra: fue el primer ombligo femenino que se vio en la televisi¨®n italiana (con el Tuca tuca?del esc¨¢ndalo en 1971); encabez¨® el primer programa de variedades con historias de gente com¨²n en televisi¨®n en los a?os noventa, con Carramba, che sorpresa!?¨Cel formato del que despu¨¦s naci¨® el Sorpresa sorpresa?espa?ol¨C ; y se convirti¨® en la gran se?ora del s¨¢bado noche, con el hist¨®rico programa de finales de los setenta Io, Agata e tu. Tambi¨¦n ha sido la ¨²nica que ha entrevistado en televisi¨®n a la Madre Teresa de Calcuta, a quien recibi¨® con un vestido de mangas transparentes con incrustaciones de cristales de Swarovski.?
Quienes la conocen bien, como Gianni Boncompagni, uno de sus hist¨®ricos compa?eros de vida y de trabajo, autor de la canci¨®n Hay que venir al sur, uno de sus estribillos m¨¢s repetidos, dicen que todo lo ha conseguido gracias a una voluntad de hierro. ¡°Es incansable¡±, contaba el italiano, que fue su primer marido. La eterna melena rubia platino, siempre en su sitio, se convierte en un torbellino cada vez que pisa las tablas. Ella tiene clara la f¨®rmula para mantener esa vitalidad intacta con el paso del tiempo: ¡°Mi receta es no haber vivido nunca un d¨ªa vac¨ªo¡±, dice.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.