Los ¨²ltimos visigodos del Guadarrama
La Complutense halla un poblado del siglo VI que incluye cenobio, iglesia y un edificio tributario en el madrile?o Hoyo de Manzanares y que perdur¨® hasta ¨¦poca emiral
Fueron el vuelo fotogram¨¦trico de un dron y una prospecci¨®n mediante georradar los que se?alaron hace tres a?os que aquello no terminaba de encajar y que era mucho mayor de lo previsto inicialmente. De resultas de ello, en 2019, la Comunidad de Madrid encarg¨® a la Universidad Complutense que ampliase la investigaci¨®n arqueol¨®gica sobre el yacimiento de La Cabilda, en Hoyo de Manzanares. Lo que parec¨ªan, en principio, algunas casas aisladas del periodo tardoantiguo (siglos VI al...
Fueron el vuelo fotogram¨¦trico de un dron y una prospecci¨®n mediante georradar los que se?alaron hace tres a?os que aquello no terminaba de encajar y que era mucho mayor de lo previsto inicialmente. De resultas de ello, en 2019, la Comunidad de Madrid encarg¨® a la Universidad Complutense que ampliase la investigaci¨®n arqueol¨®gica sobre el yacimiento de La Cabilda, en Hoyo de Manzanares. Lo que parec¨ªan, en principio, algunas casas aisladas del periodo tardoantiguo (siglos VI al VII) se ha convertido gracias a las dos ¨²ltimas campa?as de excavaci¨®n en un aut¨¦ntico poblado visigodo con viviendas semirrupestres que aprovechaban las grandes rocas de granito de la ladera, adem¨¢s de una iglesia, un cenobio, un edificio para cobrar tributos, almacenes, establos y caminos. Han sido hallados tambi¨¦n pendientes de plata, un anillo con una leyenda cristiana, varias tumbas, una pesa de piedra, un lingote de hierro, molinos y cer¨¢mica. La aldea se mantuvo ocupada hasta ¨¦poca emiral isl¨¢mica (siglo IX). A¨²n se ignora la extensi¨®n exacta del que est¨¢ considerado uno de los ¨²ltimos poblados visigodos de la sierra del Guadarrama.
Este yacimiento tardorromano fue descubierto en 2008 a las afueras de Hoyo de Manzanares al ampliar el viejo cementerio de la localidad, y su parte norte fue objeto de diversas campa?as arqueol¨®gicas a partir de 2014 en un proyecto promovido por el Ayuntamiento. Entre 2014 y 2018 se hallaron tres edificios, entre ellos una iglesia que fue excavada por el arque¨®logo Jorge Mor¨ªn, de la consultora Audema. Pero poco despu¨¦s, el Centro de Apoyo a la Investigaci¨®n de Arqueometr¨ªa y An¨¢lisis Arqueol¨®gico de la Facultad de Geograf¨ªa e Historia de la Complutense detect¨® mediante prospecciones con georradar ¡°una serie de posibles estructuras¡± desconocidas hasta entonces. Comenzaron las sorpresas.
"De hecho, en estos dos ¨²ltimos a?os en los que hemos desarrollado nuestras campa?as, se han localizado varias edificaciones rectangulares que aprovechan de forma selectiva los afloramientos o canchos gran¨ªticos naturales tall¨¢ndolos en forma de muros y uni¨¦ndolos mediante una obra de mamposter¨ªa¡±, explica ?ngel Morillo, catedr¨¢tico de Arqueolog¨ªa de la Universidad Complutense y codirector de las excavaciones.
El posible cenobio (un peque?o monasterio), que se localiza en la parte m¨¢s alta de la ladera y por encima de las viviendas, est¨¢ flanqueado por dos edificios. A su derecha, una construcci¨®n con varios hogares y en la que se descubri¨® un ponderal, una pesa de libra romana que serv¨ªa para calcular el valor tributario de las mercanc¨ªas que llegaban al poblado. ¡°Este edificio es relativamente grande y contaba con tres hogares. Si a ello le a?adimos la presencia de un ponderal para calcular pesos oficiales, el lingote de hierro y el anillo cristiano, se pone en cuesti¨®n, a nuestro entender, que se trate de una vivienda, tal y como se cre¨ªa hasta ahora. Ninguna casa tiene tres hogares¡±, se?ala Morillo. Todo indica que se trata de una edificaci¨®n para cobrar tributos.
A la izquierda del posible edificio religioso cristiano, los arque¨®logos ?ngel Morillo, Rosal¨ªa Dur¨¢n, Jes¨²s Salas, los t¨¦cnicos de la empresa Tr¨¦bede y los voluntarios de la Asociaci¨®n Cultural El Ponderal han comenzado a excavar lo que parece ser un espacio rectangular orientado este-oeste, como todas las iglesias cristianas, lo que completar¨ªa el posible complejo religioso-administrativo en el asentamiento visigodo (cenobio, edificio tributario y templo).
Ladera abajo se extiende la parte principal de las intervenciones arqueol¨®gicas de estos dos ¨²ltimos a?os. Las viviendas contaban con tejados de madera soportados por postes verticales y cubiertos de teja curva, que se han hallado desplomadas in situ casi completas, de las que se conservan cientos de fragmentos. Sus habitantes, adem¨¢s, retallaron y aprovecharon los afloramientos rocosos naturales para dise?ar las casas y hacerlas m¨¢s duraderas. Curiosamente, los arque¨®logos han detectado el posible rastro de un terremoto que da?¨® fuertemente el poblado y que inclin¨® las grandes rocas. Miembros del Instituto Geol¨®gico y Minero determinar¨¢n si esta hip¨®tesis se puede verificar, as¨ª como el momento en que se produjo el sismo. Los pavimentos de las casas eran de tierra apisonada para regularizar la roca madre del terreno natural.
Las construcciones se disponen de manera aleatoria ¨Csin seguir ning¨²n patr¨®n u organizaci¨®n de tipo urban¨ªstico determinado- en torno a los grandes canchos diseminados, si bien contaban con ¨²nico camino de acceso que fue tallado ladera arriba para facilitar el paso.
En el ¨¢rea m¨¢s baja del yacimiento se ha desenterrado tambi¨¦n un dep¨®sito de agua abierto en la roca natural que aprovecha las fisuras del granito. Posiblemente se destinaba a abrevadero de ganado con herraduras, ya que los habitantes cubrieron de piedras y tierra el camino que llevaba hacia ¨¦l para que los animales no resbalasen. Junto al dep¨®sito, m¨¢s corrales y establos.
¡°No cabe duda de que nos encontramos ante evidencias de un n¨²cleo rural b¨¢sico del periodo tardoantiguo en el ¨¢rea serrana de la Comunidad de Madrid de los que ya se conocen en n¨²cleos vecinos, tanto con viviendas como con espacios de almacenamiento y dependencias para el ganado, lo que nos habla de una sociedad donde predominan las actividades econ¨®micas de explotaci¨®n del entorno, prioritariamente agropecuarias y silv¨ªcolas, centradas en la explotaci¨®n de los recursos del bosque, como miel, cera, le?a o corcho¡±, indica el catedr¨¢tico.
El asentamiento se mantuvo, al menos, hasta el siglo IX, pero ya en ¨¦poca musulmana las costumbres de sus habitantes cambiaron, al igual que los elementos de la vida cotidiana, incluida la vajilla que empleaban. ¡°Por eso¡±, concluye Morillo, ¡°hemos encontrado materiales cer¨¢micos, met¨¢licos y restos de vidrio de ¨¦poca emiral¡±.
¡°Lo novedoso es que ahora podemos conocer mejor c¨®mo era una aldea serrana en ¨¦poca visigoda. Su modesto modo de vida limitado a los recursos del territorio y con poco contacto exterior. Y rastrear que esa comunidad perdur¨® ya en ¨¦poca isl¨¢mica hasta extinguirse. Y ello antes de que la fundaci¨®n de la ciudad de Madrid hacia mediados del siglo IX lo cambiase todo¡±. Y acabase con los ¨²ltimos visigodos de la sierra del Guadarrama.