Louise Gl¨¹ck: traici¨®n, mortalidad y amor
En los 12 poemarios que ha publicado desde 1968 emplea un lenguaje directo con el que construye su hechizo enga?osamente sencillo
En uno de sus ensayos sobre poes¨ªa titulado La idea de valent¨ªa, Louise Gl¨¹ck apunta: ¡°La necesidad de escribir es el deseo de quedar enredado en una idea. Para un escritor pensar y escribir, como pensar y sentir, son sin¨®nimos¡±. No queda un resquicio de duda sobre la verdad de esta frase al leer los versos de la flamante premio Nobel estadounidense. Su poes¨ªa es cerebral y viva, tiene algo de mon¨®logo interior, de conversaci¨®n, de asombro y pregunta ante el mundo, de mirar las cosas que duelen desde fuera con una distancia ir¨®nica, afilada, anal¨ªtica y, por ello, quiz¨¢ a¨²n m¨¢s conmovedora. En La amapola roja expone, ¡°Lo mejor / es no tener mente. Sentimientos: /oh, tengo de esos; / me gobiernan¡±. Termina el poema: ¡°Hablo ahora / como lo haces t¨². Hablo/ porque estoy destrozada¡±.
Los versos de Gl¨¹ck no son confesionales, aunque su vida y su biograf¨ªa latan ah¨ª mismo. Nacida y criada en un suburbio de Long Island, su padre, ¡ªuna presencia velada y recurrente en sus poemas a quien define como ¡°plomo¡± atado a los tobillos de su madre¡ª, invent¨® un cuchillo, un detalle que como han apuntado varios cr¨ªticos parece tener un sentido especial trat¨¢ndose de una poeta que tan bien disecciona el mundo. Estudi¨® en Sarah Lawrence y en Columbia, pero no se gradu¨® en ninguna de las dos prestigiosas universidades. Padeci¨® anorexia nerviosa y tiene un poema titulado Dedicaci¨®n al hambre.
El mundo cl¨¢sico y los mitos ¡ªcomo ocurre con otra de las grandes poetas norteamericanas Anne Carson¡ª han sido uno de sus grandes temas. Al tratar Troya se cuestiona si la guerra es un pasatiempo masculino, ¡°un juego pensado para eludir cuestiones profundas espirituales¡±. Gl¨¹ck es capaz de narrar la historia, de acercarla y alejarla e introducir cr¨ªtica, reflexi¨®n y sentimiento.
Ante el mito de Pers¨¦fone se pregunta, en uno de los poemas que le dedica, si colabor¨® en el abuso o si acaso Hades la drog¨® antes de violarla ¡°como a las chicas modernas¡±, si ¡°la tierra es casa¡±. Nos recuerda que ¡°los personajes no son personas¡± sino ¡°aspectos del dilema o del conflicto¡±; ¡°la hija es carnaza¡± en la pelea entre madre y amante, pero concluye contundente, interpel¨¢ndose a s¨ª misma y al lector, ¡°?Qu¨¦ har¨¢s, / cuando te llegue tu turno en un campo con un dios?¡±
Con su primer libro de poes¨ªa en 1968 exhibi¨® su prodigioso control del verso y mostr¨® esas historias aisladas, desafectas. En sus siguientes poemarios, la parca y cruda Gl¨¹ck de alguna manera ha invitado a los lectores a llenar y colorear ese espacio en el que flota su poes¨ªa. Su lenguaje directo nos habla como si estuvi¨¦ramos junto a ella conversando, analizando la frase, el problema, el mito, el dolor del coraz¨®n o el paisaje. As¨ª, la poeta crea un hechizo complejo, de apariencia enga?osamente sencilla. Y no falta el humor. Medianoche arranca: ¡°H¨¢blame, coraz¨®n doliente: qu¨¦/ rid¨ªculo recado est¨¢s tratando de inventar para estar/ llorando en el oscuro garaje/ con tu saco de basura: tu trabajo no es / sacar la basura afuera / tu trabajo es vaciar el lavaplatos¡¡± Y prosigue m¨¢s adelante: ¡°?d¨®nde est¨¢ tu distancia ir¨®nica?¡±
Su editor Jonathan Galassi, presidente del sello Farrar, Straus & Giraux, contest¨®, tras conocerse el fallo del Nobel, por correo electr¨®nico que Gl¨¹ck es ¡°una de esas raras poetas contempor¨¢neas cuyo trabajo tiene el poder de hablar directamente a los dem¨¢s por medio de su arte, sutil y enorme¡±. El respetado editor, y tambi¨¦n poeta, se hac¨ªa eco de las palabras del jurado del Nobel que destac¨® la belleza austera de sus versos, y conclu¨ªa: ¡°Es maravilloso que su voz astringente, ingeniosa y profundamente humana sea tan ampliamente reconocida; una voz que refleja nuestros sentimientos ¨ªntimos y reacciones de una forma tan rica¡±.
Se dice que los temas de Gl¨¹ck, (pron¨²nciese glick) son la traici¨®n, la mortalidad, el amor y el sentimiento de p¨¦rdida que acarrea. Ella es, seg¨²n el cr¨ªtico Don Bogen, una poeta ¡°en el coraz¨®n de un mundo ca¨ªdo¡±. Pero lo cierto es que Gl¨¹ck se ha inventado y reinventado libro a libro. Los 11 que public¨® hasta 2012 (el poemario m¨¢s reciente sali¨® en 2014 en EE UU y luego ha publicado una brillante colecci¨®n de ensayos) quedaron reunidos en un ¨²nico volumen, en el que avanza desde los versos cortos y oscuros, hasta los que componen casi microrrelatos en su libro La vida de pueblo, pasando por el divorcio de Vita Nova y los mitos de Averno.
A prop¨®sito de esa antolog¨ªa de 2012 el cr¨ªtico Adam Plankett describi¨® el portentoso milagro de Gl¨¹ck como ese talento que muy pocos autores tienen y que consiste en lograr "convertir agua en sangre¡±. Am¨¦n.
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