Descubra la poes¨ªa de Louise Gl¨¹ck, Nobel de Literatura 2020
Ofrecemos una peque?a muestra del universo de esta poeta, con una selecci¨®n de algunos de sus versos m¨¢s aclamados
¡°As¨ª se vive cuando tienes un coraz¨®n helado./ Como yo: entre sombras, arrastr¨¢ndose sobre la roca fr¨ªa,/ bajo las copas inmensas de los arces¡±. Ofrecemos una peque?a muestra del universo po¨¦tico de Louise Gl¨¹ck, premio Nobel de Literatura 2020 a trav¨¦s de una selecci¨®n que incluye versos de Ararat (1990), un poemario que le abri¨® a los lectores de fuera de EE UU e Iris salvaje, (1993, en Espa?a publicado por Pre- Textos como gran parte de su obra) uno de sus libros m¨¢s reconocidos y con el que gan¨® el Pulitzer en 1993.
El espino
Al lado tuyo, pero no
de tu mano: as¨ª te miro
andar por el jard¨ªn
de verano: las cosas
que no pueden moverse
aprenden a mirar. No necesito
perseguirte a trav¨¦s
del jard¨ªn; en cualquier parte
los humanos dejan
se?al de lo que sienten, flores
esparcidas en el polvo del camino, todas
blancas y doradas, algunas
levemente alzadas
por el viento de la tarde. No necesito
seguirte adonde est¨¢s ahora,
hundido en la ponzo?a de este campo, para
saber la causa de tu huida, de tu humana
pasi¨®n, de tu rabia: ?por qu¨¦ otra cosa
dejar¨ªas caer todo aquello que has acumulado?
De Iris salvaje, Versi¨®n de Eduardo Chirinos
Lamium
As¨ª se vive cuando tienes un coraz¨®n helado.
Como yo: entre sombras, arrastr¨¢ndose sobre la roca fr¨ªa,
bajo las copas inmensas de los arces.
El sol apenas me alcanza.
A veces, al comenzar la primavera, lo veo elevarse a lo lejos.
Luego crecen las hojas sobre ¨¦l, hasta cubrirlo todo.
Siento su brillo entre las hojas, vacilante,
como quien golpea un vaso con una cuchara de metal.
No todos necesitan de la luz
en igual medida. Algunos
creamos nuestra propia luz: una hoja plateada
como un sendero que nadie puede recorrer, un lago de plata
poco profundo bajo la oscuridad de los arces.
Pero esto ya lo sabes.
T¨² y aquellos que piensan
que viven por la verdad, y en consecuencia,
aman todo lo que es fr¨ªo.
De Iris salvaje. Versi¨®n de Eduardo Chirinos
La terquedad de Pen¨¦lope
Un p¨¢jaro llega a la ventana. Es un error
considerarlos solamente
p¨¢jaros, muy a menudo son
mensajeros. Por eso, una vez
se precipitan sobre el alfeizar, se quedan
perfectamente quietos, para burlarse
de la paciencia, alzando la cabeza para cantar
pobrecita, pobrecita, un aviso
de cuatro notas, para volar luego
del alfeizar al olivar como una nube oscura.
?Pero qui¨¦n enviar¨ªa a una criatura tan liviana
a juzgar mi vida? Tengo ideas profundas
y mi memoria es larga; ?por qu¨¦ iba a envidiar esa libertad
cuando tengo humanidad? Aquellos
que tienen el coraz¨®n m¨¢s diminuto son due?os
de la mayor libertad.
De Praderas. Traducci¨®n de Andr¨¦s Catal¨¢n
Amante de las flores
En nuestra familia, todos aman las flores. Por eso las tumbas nos parecen tan extra?as: sin flores, s¨®lo herm¨¦ticas fincas de hierba con placas de granito en el centro: las inscripciones suaves, la leve hondura de las letras llena de mugre algunas veces¡ Para limpiarlas, hay que usar el pa?uelo.
Pero en mi hermana, la cosa es distinta: una obsesi¨®n. Los domingos se sienta en el porche de mi madre a leer cat¨¢logos. Cada oto?o, siembra bulbos junto a los escalones de ladrillo. Cada primavera, espera las flores. Nadie discute por los gastos. Se sobreentiende que es mi madre quien paga; despu¨¦s de todo, es su jard¨ªn y cada flor es para mi padre. Ambas ven la casa como su aut¨¦ntica tumba.
No todo prospera en Long Island. El verano es, a veces, muy caluroso, y a veces, un aguacero echa por tierra las flores. As¨ª murieron las amapolas, en un d¨ªa tan s¨®lo, eran tan fr¨¢giles¡
De Ararat, traducci¨®n de Abraham Gragera L¨®pez
Confesi¨®n
Decir que nada temo ser¨ªa faltar a la verdad. La enfermedad, la humillaci¨®n, me atemorizan. Tengo sue?os, como cualquiera. Pero aprend¨ª a ocultarlos para protegerme de la plenitud: la felicidad atrae a las Furias. Son hermanas, salvajes, que no tienen sentimientos, s¨®lo envidia.
De Ararat, traducci¨®n de Abraham Gragera L¨®pez
Babelia
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