Retrato del esplendor renacentista de Sevilla a trav¨¦s de sus gastos
El Archivo Municipal culmina una investigaci¨®n de d¨¦cadas con la publicaci¨®n de los ¡®Papeles del Mayordomazgo¡¯, que permite reconstruir la vida de la ciudad entre 1310 y 1591
¡°Por cuidar de las puertas de la ciudad, 500 maraved¨ªes para el carpintero Pero Rodr¨ªguez. Al verdugo Juan S¨¢nchez, 600 maraved¨ªes. Al procurador de los presos de la c¨¢rcel del Concejo, Pero L¨®pez, 1.000 maraved¨ªes. Al cirujano de la ciudad, maestre Ferrando, 2.000 maraved¨ªes. A los venticuatro, 3.000 maraved¨ªes para cada uno. Al alcalde mayor, don Juan de Guzm¨¢n, duque de Medina Sidonia, 28.000 maraved¨ªes¡¡±. La n¨®mina del Concejo de Sevilla de 1455 es mucho m¨¢s larga y es uno de los cientos de cuentas que el mayordomo mayor ten¨ªa la obligaci¨®n de anotar y pagar cada a?o; as¨ª como cualquier ga...
¡°Por cuidar de las puertas de la ciudad, 500 maraved¨ªes para el carpintero Pero Rodr¨ªguez. Al verdugo Juan S¨¢nchez, 600 maraved¨ªes. Al procurador de los presos de la c¨¢rcel del Concejo, Pero L¨®pez, 1.000 maraved¨ªes. Al cirujano de la ciudad, maestre Ferrando, 2.000 maraved¨ªes. A los venticuatro, 3.000 maraved¨ªes para cada uno. Al alcalde mayor, don Juan de Guzm¨¢n, duque de Medina Sidonia, 28.000 maraved¨ªes¡¡±. La n¨®mina del Concejo de Sevilla de 1455 es mucho m¨¢s larga y es uno de los cientos de cuentas que el mayordomo mayor ten¨ªa la obligaci¨®n de anotar y pagar cada a?o; as¨ª como cualquier gasto que se hac¨ªa para el correcto gobierno de la ciudad. Los llamados Papeles del Mayordomazgo, que excepcionalmente se han conservado en Sevilla casi al completo de los siglos XIV al XVI, se han catalogado, resumido y publicado por primera vez por el Archivo Municipal de Sevilla.
Un trabajo de investigaci¨®n que inici¨® el archivero Francisco Collantes de Ter¨¢n entre 1968 y 1980, a?os en los que catalog¨® los documentos de 1310 a 1431 que se publicaron en tres vol¨²menes, y que en 2011 retom¨® la investigadora Deborah Kirschberg, quien este a?o ha concluido la catalogaci¨®n de los papeles de 1432 a 1591, publicados en 10 vol¨²menes: Cat¨¢logo de los Papeles del Mayordomazgo de los siglos XV y XVI.
En total son 6.849 p¨¢ginas repartidas en 13 tomos que permiten recrear c¨®mo Sevilla lleg¨® a ser la ciudad m¨¢s poblada de la Corona de Castilla y una de las m¨¢s pujantes de Europa a principios del siglo XVI. Una urbe que era el gran puerto de Indias, ten¨ªa la mayor catedral de la cristiandad (levantada entre 1433 y 1506) y que el emperador Carlos V eligi¨® para su boda con Isabel de Portugal en 1526.
¡°No es una transcripci¨®n, sino res¨²menes ordenados que posibilitan a cualquier investigador, sin necesidad de saber paleograf¨ªa, acudir al documento original. La catalogaci¨®n termina a finales del siglo XVI porque a partir de entonces la contabilidad deja de ser descriptiva y se convierte en meros apuntes econ¨®micos en libros contables¡±, explica Deborah Kirschberg, licenciada en Historia Medieval por la Universidad de Sevilla.
Los 13 vol¨²menes, en los que se describen casi 25.000 documentos que emanaron del Concejo de Sevilla entre 1310 y 1591, son una especie de m¨¢quina del tiempo para viajar a la Baja Edad Media y el principio de la Edad Moderna. Los historiadores tendr¨¢n acceso a toda la actividad del ¨®rgano que, en nombre de la corona, gobernaba el Concejo o municipio de Sevilla que entonces, y hasta el siglo XIX, abarcaba no solo la provincia de Sevilla, sino tambi¨¦n un centenar de poblaciones distribuidas en 12.000 kil¨®metros cuadrados en las provincias de Huelva, C¨¢diz y Badajoz. El trabajo del mayordomo mayor era b¨¢sicamente cobrar, arrendar bienes y rentas; pagar mediante libramientos lo acordado en las reuniones capitulares y presentar ante quienes fiscalizaban la contabilidad y ante el Cabildo toda la documentaci¨®n pertinente que justificara los ingresos, los gastos y el balance entre las dos cantidades.
¡°Normalmente esta documentaci¨®n econ¨®mica no se conserva porque al cabo de pocos a?os pierde sus valores jur¨ªdicos o administrativos, por eso apenas se han conservado documentos de este tipo en Espa?a, a excepci¨®n de casos aislados como las cuentas del Concejo de Piedrah¨ªta, un peque?o municipio de ?vila. Pero nada que ver con el volumen de informaci¨®n pormenorizada sobre la vida cotidiana de la ciudad durante tres siglos que tenemos con los Papeles del Mayordomazgo¡±, apunta Marcos Fern¨¢ndez, director del Archivo Municipal de Sevilla y coordinador del proyecto.
¡°A pesar de las abundantes p¨¦rdidas, es una secci¨®n documental voluminosa, en general en buen estado, con a?os pr¨¢cticamente completos. El hecho de que se hayan conservado durante m¨¢s de cinco siglos puede considerarse realmente excepcional. Son hojas horadadas con un orificio circular en la mitad superior de todos los folios para poder atar y conservar unidos los documentos correspondientes a un determinado per¨ªodo de cuentas, pr¨¢ctica usual en las contadur¨ªas, canciller¨ªas y audiencias reales¡±, explica Fern¨¢ndez.
Los documentos, siempre en poder del Archivo, fueron traslados a principios del siglo XIX al convento de Capuchinos, un edificio desamortizado convertido en almac¨¦n municipal, y fue el arque¨®logo e historiador Jos¨¦ Gestoso ¨Cquien dirigi¨® el Archivo de 1897 a 1905¨C el primero que intuy¨® su enorme valor, los devolvi¨® a la sede central y los utiliz¨® en sus escritos, lo que tambi¨¦n hicieron otros historiadores como Nicol¨¢s Tenorio (1896) o Ram¨®n Carande (1925).
Gracias a los Papeles del Mayordomazgo, el Ayuntamiento de Sevilla levantado entre 1527 y 1573 en estilo plateresco, con el que el Renacimiento lleg¨® a la ciudad, es uno de los edificios mejor documentados de su ¨¦poca. Todos los gastos est¨¢n detallados en los folios horadados que en 1981 sirvieron al catedr¨¢tico de Historia del Arte Alfredo J. Morales para publicar La obra renacentista del Ayuntamiento de Sevilla.
¡°De estos libros de cuentas se deduce que el gasto p¨²blico era muy escaso. Se destinaba algo al mantenimiento de los caminos y de la conducci¨®n de agua que llegaba desde Alcal¨¢ de Guada¨ªra y de la que se ocupaban los moros ca?eros y las partidas m¨¢s abultadas eran el mantenimiento del puente de barcas (estructura sobre el Guadalquivir que uni¨® Sevilla y Triana desde el siglo XII hasta mediados del XIX) y las n¨®minas con el pago de los salarios de autoridades y oficiales¡±, apunta Fern¨¢ndez.
¡°Estos legajos nos revelan tambi¨¦n que la corrupci¨®n ha existido siempre. Por ejemplo, para hacer el libramiento de una cantidad superior a los 1.000 maraved¨ªes la ley dec¨ªa que el documento necesitaba la firma de 13 oficiales del Concejo para que el mayordomo pudiera pagar. Sin embargo, hay veces que este pliego tiene menos de 13 firmantes y aparece una nota pidiendo que, aun as¨ª, se realice el libramiento. O, en otros casos, se presentan dos facturas de 500 y ya no son necesarias las firmas¡±, apunta Deborah Kirschberg, investigadora alemana de 62 a?os que reside en Espa?a desde los 18.
¡°El nepotismo era algo corriente. A partir del rey Juan II (1419-1454) los alcaldes mayores, encargados de impartir justicia, y los regidores dejan los cargos a sus hijos que se convierten en propiedad de hecho, no de derecho, de unas cuantas familias¡±, abunda la historiadora que ha dedicado una d¨¦cada a allanar el camino de todo aquel interesado en el estudio de la Sevilla bajomedieval y moderna.