El arte abre una ventanilla para resolver angustias
El Centro de Arte Dos de Mayo de M¨®stoles recupera la ¡®Oficina de Gesti¨®n de Ideas¡¯ de Valc¨¢rcel Medina
¡°?C¨®mo se puede conseguir que la gente sea amable?¡±. ¡°?De qu¨¦ maneras se puede comprar un piso de determinadas caracter¨ªsticas?¡±. ¡°?Qu¨¦ muerte dar al arte almacenado?¡±. ¡°?C¨®mo conseguir que los alemanes miren a los ojos?¡±. Estos son algunos de los asuntos que tuvo que resolver en 1994 el artista Isidoro Valc¨¢rcel Medina en su obra Oficina de Gesti¨®n de Ideas.
La Oficina, con su departamento de direcci¨®n, su sala de espera, etc¨¦tera, abri¨® sus puertas en la galer¨ªa F¨²cares (entonces en Madrid, ahora en Almagro) y durante un mes el director y sus ayudantes, Trinidad Irisarri y Daniela Musicco, buscaron soluciones a las inquietudes de los clientes. Se trataba de soluciones imaginativas, creativas, art¨ªsticas y, muchas veces, delirantes. El campo de trabajo era infinito. La resoluci¨®n de los 107 asuntos que se presentaron (19 fueron rechazados) se puede encontrar en un libro publicado en 2019, titulado I.V.M. Oficina de Gesti¨®n (Entreascuas editores/CA2M). La administraci¨®n convertida en arte.
¡°Se trataba de dar la palabra a la gente, de hacer que la obra estuviera dirigida por el p¨²blico¡±, recuerda Valc¨¢rcel Medina (Murcia, 83 a?os), Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas y referente patrio del arte conceptual. Si bien dentro de esta disciplina es f¨¢cil encontrar obra plomiza, pretenciosa e incluso caradura, este artista siempre ha sabido conjugar la profundidad de pensamiento con la frescura del humor y la iron¨ªa. ¡°En esta obra hab¨ªa una s¨¢tira de la burocratizaci¨®n y de ese ambiente tan serio de los tr¨¢mites y las oficinas¡±, se?ala el artista, ¡°pero, eso s¨ª, un respeto muy profundo por el cliente¡±. Se tomaban muy en serio las problem¨¢ticas, por disparatadas que fueran, y trabajaban con ah¨ªnco en las soluciones m¨¢s po¨¦ticas.
Veintis¨¦is a?os despu¨¦s se ha puesto en marcha la 2? Oficina de Gesti¨®n de Ideas, por iniciativa del departamento de Educaci¨®n del Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) de M¨®stoles. Durante la semana pasada recibieron m¨¢s de 40 peticiones y en estos momentos andan trabajando en su resoluci¨®n. Valc¨¢rcel Medina no est¨¢ presente esta vez, debido a la circunstancia v¨ªrica, pero ejerce de consejero telef¨®nico y padre espiritual del proyecto: su imagen cuelga en una pared de la estancia, como fuente de inspiraci¨®n.
En otra pared se leen algunas de las propuestas para esta nueva edici¨®n: ¡°?C¨®mo parir con placer?¡±. ¡°?C¨®mo vivir del cuento?¡±. ¡°Posibles rutas terrestres para viajar a Mongolia o a Nepal (o ambas)¡±. ¡°?C¨®mo abrazarse en tiempos de covid?¡±. A los cinco oficinistas del CA2M, congregados alrededor de una mesa, les sale humo de los engranajes del cerebro. ¡°Estamos siguiendo la norma del m¨¢ximo esfuerzo para el m¨ªnimo resultado¡±, dice uno de ellos, Carlos Granados.
¡°Creemos que es importante abrir ahora la Oficina, para tomar el pulso al momento actual¡±, explica Mar¨ªa Jos¨¦ Ollero, otra de las trabajadoras que manipulan las ideas. Seg¨²n han comprobado, las inquietudes de los clientes son m¨¢s pragm¨¢ticas, m¨¢s pegadas a la tierra, que las de la primera edici¨®n. Tal vez se deba a que vivimos en tiempos m¨¢s precarios y menos optimistas. Aunque algunas preocupaciones se repiten, como la mejora de la gesti¨®n de residuos o de la universidad. ¡°Nosotras aplicamos para la resoluci¨®n de los asuntos las estrategias del arte, que no tienen porque ser las m¨¢s productivas, pero es que ya existen otros enfoques desde otras instituciones¡±, se?ala Vito Gil Delgado.
En la primera Oficina, Isidoro Valc¨¢rcel Medina propuso resolver el problema de los residuos lanzando sat¨¦lites de basura al espacio. Envi¨® cartas a la entonces ministra de Cultura, Carmen Alborch, para explicarle los programas de difusi¨®n del arte en las prisiones (sin conseguir audiencia). Ide¨® un museo en un caj¨®n que no se puede visitar (o bien porque no se cabe, o porque te visita el museo a ti). Pregunt¨® a 58 personas que llevaban en el bolso, para elaborar un recuento de objetos. O reflexion¨® sobre c¨®mo modificar la gravedad terrestre para crear una piscina subterr¨¢nea e invertida. ¡°La gran riqueza de esta obra fueron las propuestas de los clientes¡±, dice el artista, ¡°ahora, pensando en ello, me doy cuenta lo bien que lo pasamos¡±.
?No estar¨ªa bien que existiese una Oficina de Gesti¨®n de Ideas permanente, con muchos funcionarios y subsecretarios? ¡°Pues ser¨ªa estupendo¡±, dice Valc¨¢rcel Medina, ¡°deber¨ªa ser una iniciativa p¨²blica para resolver las angustias de la ciudadan¨ªa, que son muchas. Mejor eso que la cochambrosa gesti¨®n que los pol¨ªticos est¨¢n haciendo de la pandemia, anteponiendo los intereses econ¨®micos y partidistas a la salud de la gente¡±.
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