Crist¨®bal Halffter y Luis de Pablo, homenaje a dos vidas paralelas

Noventa a?os es una cifra muy respetable. Haber nacido en plena dictablanda de Berenguer (nunca mejor dicho en el caso de Luis de Pablo, que lo hizo el mismo 28 de enero de 1930 en que Alfonso XIII nombr¨® al general D¨¢maso Berenguer presidente de aquel ef¨ªmero Gobierno), aprender a andar con la Rep¨²blica, pasar la infancia en una guerra civil, convertirse en aspirantes a m¨²sicos en los a?os cuarenta, incipientes lobeznos de la composici¨®n en los cincuenta y ya voces consolidadas en los sesenta, reconozc¨¢moslo, imprime car¨¢cter.

No estuvieron solos en esa aventura y es justo recordar a compa?eros que bordearon la fecha de nacimiento de esta pareja: Ram¨®n Barce (1928), Carmelo Bernaola y Agust¨ªn Gonz¨¢lez Acilu (1929) y otros entrados los treinta. Varios de ellos se encontraron en un hist¨®rico grupo, Nueva M¨²sica, que se lanz¨® al ruedo en Madrid, en 1958. Pese a los paralelismos, la trayectoria inicial de ambos madrile?os fue dispar. Crist¨®bal Halffter, de familia de m¨²sicos c¨¦lebres, nacido el 24 de marzo de 1930, pronto acometi¨® una carrera bien trabada; De Pablo se forj¨® en el esfuerzo del autodidacta, alternando su pasi¨®n musical con estudios de Derecho, que la obligaci¨®n familiar le impon¨ªa. Tras la experiencia de Nueva M¨²sica, ellos y muchos m¨¢s se lanzaron a la insensata tarea de modernizar Espa?a y ponerla a la hora europea. Y esos muchos no solo inclu¨ªan a sus compa?eros m¨²sicos, all¨ª estuvieron los artistas pl¨¢sticos, como los de El Paso, escritores y poetas, cineastas... Una hermandad que no fue circunstancial.

Es rese?able la cantidad de lazos abiertos entre m¨²sicos y pl¨¢sticos, la proximidad que llev¨® a De Pablo a casarse con la pintora Marta C¨¢rdenas. No menor lo fue con los cineastas, y la carrera de ambos m¨²sicos en colaboraciones cinematogr¨¢ficas es rese?able, m¨¢s importante en el caso de De Pablo, que firm¨® m¨²sica para pel¨ªculas como La caza, Peppermint frapp¨¦, La madriguera, Ana y los lobos, La prima Ang¨¦lica o El jard¨ªn de las delicias (todas de Carlos Saura), la hist¨®rica El esp¨ªritu de la colmena (V¨ªctor Erice), Habla mudita (Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n) o Pascual Duarte (Ricardo Franco).

A partir del aceler¨®n que Espa?a experimenta en los sesenta, ambos protagonizan toda clase de iniciativas que casaban con el esp¨ªritu de esa puesta al d¨ªa. Composiciones musicales que cubren casi todas las ramas de la experimentaci¨®n de la ¨¦poca. Pero habr¨¢ m¨¢s. Halffter se torna hacia la direcci¨®n orquestal, De Pablo hacia la gesti¨®n, y de su iniciativa nace ALEA, entidad con financiaci¨®n privada que trae a Espa?a lo m¨¢s granado de la ¨¦poca. De ah¨ª surge el primer laboratorio de m¨²sica electr¨®nica. Y la aventura finaliza con los mitificados Encuentros de Pamplona, celebrados en 1972.

Habr¨ªa tiempo para la docencia especializada. Halffter fue nombrado catedr¨¢tico y director del Real Conservatorio de M¨²sica de Madrid, a inicios de los sesenta. Dos d¨¦cadas m¨¢s tarde, inicia unos cursos en el castillo familiar de Villafranca del Bierzo (Le¨®n), que crear¨¢n una buena cosecha de j¨®venes compositores. De Pablo alumbrar¨¢ otra camada de compositores cuando, a finales de los setenta, da clases de an¨¢lisis de m¨²sica contempor¨¢nea en el conservatorio madrile?o.

Los paralelismos podr¨ªan seguir. Quiz¨¢ el m¨¢s notable sea la vocaci¨®n de ambos por la ¨®pera cuando esta remonta tras el largo ocaso de la posguerra. De Pablo ha compuesto seis y su Kiu, de 1983, fue un arranque en aquellos a?os de la posmodernidad. Halffter ha realizado dos. Su Don Quijote, estrenado en 2000, en el reci¨¦n inaugurado Teatro Real, tuvo importantes consecuencias.

Los conciertos de homenaje a ambos ser¨¢n en el auditorio del museo Reina Sof¨ªa. Los grupos Bamb¨² Ensemble y M¨²sica Ficta interpretar¨¢n piezas de Halffter hoy, lunes. Mientras que el d¨ªa 26 ser¨¢ el turno para escuchar la m¨²sica de De Pablo con la agrupaci¨®n Taller Sonoro.

Quiz¨¢ haya que explicar a las nov¨ªsimas generaciones hasta qu¨¦ punto estas figuras se pegaron a la piel de la historia de Espa?a en uno de sus periodos hist¨®ricos m¨¢s turbulentos y que est¨¦n entre nosotros para contarlo y celebrarlo.