Sonre¨ªr en tiempos sombr¨ªos

Me lleg¨® alguna opini¨®n nada alentadora sobre la ¨²ltima entrega del director Cesc Gay, se?or al que le sigo la pista con resultados estimulantes desde siempre. Es el autor de la espl¨¦ndida En la ciudad, de la sorprendente Una pistola en cada mano y de la dura y tierna Truman. Posee una capacidad notable para retratar con verismo y complejidad la amistad, territorio que se supone puro pero en el que tambi¨¦n pueden convivir las luces y las sombras, miseria y grandeza, traiciones y generosidad. Es un director muy personal, que nunca me resulta previsible, comprensivo con sus criaturas, due?o de un humor y una acidez notables.

En Sentimental adapta al cine su propia obra de teatro. No soy experto en ese arte, tal vez porque me tragu¨¦ en mi juventud demasiado teatro malo, pretencioso, experimental, amodorrante. Aunque tambi¨¦n tuve el privilegio de observar y escuchar en el escenario durante varias horas que se hac¨ªan muy cortas a un genio llamado Vittorio Gassman, ¨¦l solito, haciendo mon¨®logos sobre textos de escritores imprescindibles.

Cesc Gay habla de una pareja problem¨¢tica a la que despu¨¦s se le suma otra provocando la consecuente catarsis. He asistido a tem¨¢tica similar en la tragic¨®mica y excelente adaptaci¨®n que hizo el muy inteligente Roman Polanski de la obra de Yasmina Reza Un dios salvaje. Tambi¨¦n el traslado a la pantalla de la volc¨¢nica ?Qui¨¦n teme a Virgnia Woolf?, interpretada por los aqu¨ª muy pasados Richard Burton y Elizabeth Taylor en papeles fabricados para el Oscar, siempre este tan comprensivo y admirativo con personajes tarados.

Los de Sentimental aparentemente son normales, sus traumas permanecen subterr¨¢neos. Es un matrimonio que sigue hablando mucho pero hace demasiado tiempo que dejaron de tocarse y de entenderse. ?l es un profesional del sarcasmo, huidizo y mis¨¢ntropo. Ella lleva como puede su distanciamiento y su vac¨ªo emocional. Recibir¨¢n la visita de unos vecinos cuya continua vida org¨¢smica altera el sue?o de los anfitriones. Los visitantes ofrecen integrar en sus org¨ªas a esta pareja supuestamente fr¨ªgida e inicialmente estupefacta. Habr¨¢ sorpresas, retos, situaciones pintorescas con facilidad para despertarte la sonrisa. Tambi¨¦n puedes sentir cierta incomodidad o rubor si reconoces que no todo es ficci¨®n, que podr¨ªas identificarte parcialmente en alguna de sus actitudes, en sus miedos, en sus carencias, en sus dudas, en sus anhelos ocultos.

Sentimental me amenaza en su arranque con aburrirme mucho, me incita a salir corriendo de la sala, mediante una intensa e interminable conversaci¨®n entre la pareja en crisis. Pero todo se va arreglando cuando aparecen sus invitados, un bombero que ejerce gozosamente de semental y una psic¨®loga enamorada del sexo en todas sus variantes. Los di¨¢logos y las situaciones alcanzan un nivel chispeante, hay malicia y talento en ellos. Tambi¨¦n te despierta el inter¨¦s en c¨®mo acabar¨¢ ese encuentro ins¨®lito y surrealista entre gente tan distinta en su forma de vivir.

Se desarrolla enteramente en una casa. La trama funciona, al igual que sus int¨¦rpretes. Bel¨¦n Cuesta demostr¨® su capacidad dram¨¢tica en La trinchera infinita. Aqu¨ª resulta evidente que tambi¨¦n est¨¢ dotada para la comedia sofisticada. La actriz argentina Griselda Siciliani me parece tan atractiva como sutil. Javier C¨¢mara resulta cre¨ªble en su amargado y ¨¢cido personaje. Alberto San Juan imprime mucha gracia a su bombero l¨²brico. Sentimental se ve y se escucha bien, me parece divertida. Eso es bastante al constatar el desfallecimiento de la cartelera actual.