El rey guanche ten¨ªa los ojos claros
Un documental de RTVE descubre los secretos de la momificaci¨®n ind¨ªgena en las Canarias y el origen y aspecto de sus iniciales pobladores
Al menos tres hechos provocaron la perplejidad de los conquistadores castellanos nada m¨¢s desembarcar en las costas de Tenerife a principios del siglo XV: la isla estaba habitada por un desconocido pueblo de ¡°gigantes¡± cuya lengua no entend¨ªan, muchos de sus inesperados pobladores ten¨ªan cabellos y ojos claros y, adem¨¢s, no hab¨ªa embarcaciones a la vista por mucho que las buscaran. Luego, ?c¨®mo hab¨ªan llegado los ind¨ªgenas hasta all¨ª? Estas preguntas se han venido formulando desde entonces historiadores, arque¨®logos y cient¨ªficos sin obtener respuestas definitivas. Ahora, el documental Las momias guanches ¨Dque se estrenar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en La 2 y ha sido dirigido por Regis L¨®pez, de la productora Story Producciones¨D contesta algunos de estos interrogantes gracias al an¨¢lisis de 21 cuerpos momificados de los aut¨®ctonos que se han conservado en los museos nacionales. Porque los guanches aprendieron de los egipcios el arte de momificar, seg¨²n se explica en este documental en el que han colaborado el Museo Arqueol¨®gico Nacional, el de Arqueolog¨ªa y Naturaleza de Tenerife, la Universidad de la Laguna y la cl¨ªnicas Quir¨®n Salud y Hospiten.
Las t¨¦cnicas de momificaci¨®n de egipcios y canarios, no obstante, ten¨ªan una gran diferencia: mientras los habitantes del valle del Nilo extra¨ªan las v¨ªsceras a los difuntos, los guanches no. Por tanto, la informaci¨®n que de estos ¨²ltimos cuerpos se ha logrado en los laboratorios es mucho mayor, ya que, por ejemplo, se ha podido extraer el ADN f¨¢cilmente y conocer as¨ª el lugar de su enigm¨¢tico origen.
Cien a?os tardaron los castellanos en doblegar a un pueblo ¡ªgobernado por un rey o mencey¨D que desconoc¨ªa la navegaci¨®n y los metales, lo que significaba no ya que careciesen de armaduras, sino que lo ¨²nico que pose¨ªan para defenderse eran piedras y lanzas de madera. Eso s¨ª, ocultaban un gran secreto que, si bien no les servir¨ªa en esta vida, s¨ª cre¨ªan que lo har¨ªa en el m¨¢s all¨¢: el xaxo.
Cuando un guanche fallec¨ªa, independientemente de que fuera hombre o mujer, su cuerpo era sometido a un tratamiento de momificaci¨®n (mirlado o xaxo) que consist¨ªa, a grandes rasgos, en ser embadurnado con una mezcla de hierbas, savia de drago, piedra p¨®mez, tierra y restos volc¨¢nicos que, adem¨¢s, eran introducidos en el cuerpo por boca y ano. A continuaci¨®n, el cad¨¢ver era dejado al sol durante 15 ma?anas consecutivas, mientras que las hogueras le acompa?aban durante 15 noches. Se lograba as¨ª una deshidrataci¨®n mayor que la que los egipcios consegu¨ªan en 70 jornadas. Posteriormente el cad¨¢ver, ya desecado, se guardaba en una de las numerosas grutas volc¨¢nicas de la isla. En teor¨ªa, hasta la Eternidad.
Los an¨¢lisis de ADN que se han realizado sobre las momias examinadas han demostrado que los guanches compart¨ªan genes con el pueblo bereber que ocup¨® en el primer milenio el S¨¢hara Occidental y el norte de ?frica hasta Libia, en los l¨ªmites con Egipto. Esta comunidad, que proced¨ªa a su vez de Europa, se rebel¨® contra la dominaci¨®n de Roma en el siglo I. Por ello, fue castigada con el destierro: las Canarias. Muchos de sus habitantes fueron trasladados as¨ª a las islas m¨¢s lejanas que se conoc¨ªan y abandonados a su suerte. As¨ª, los guanches permanecieron aislados en Tenerife hasta que las naves castellanas aparecieron en el horizonte. La lucha entre ambos pueblos termin¨® con su fusi¨®n.
Fue a mediados del siglo XVIII cuando un m¨¦dico gal¨¦s lleg¨® a la isla y anunci¨® que hab¨ªa encontrado en una cueva del barranco de Herque cientos de momias, pero nunca desvel¨® el lugar. En 1764, el gobernador Luis Rom¨¢n organiz¨® una expedici¨®n al valle de Los Muertos ¡ªya se le conoc¨ªa as¨ª¡ª para comprobar las afirmaciones del galeno brit¨¢nico. Hall¨® la cueva. Las cr¨®nicas de la ¨¦poca relatan que los exploradores se quedaron sin palabras: ante ellos un millar de momias. Rom¨¢n eligi¨® entonces la que consideraba mejor conservada y se la llev¨® como prueba. A esta momia, en concreto, que se conserva en el Museo Arqueol¨®gico Nacional, el escultor forense Juan Villa la ha reconstruido facialmente. Su rostro, de entre 45 y 50 a?os, se dar¨¢ a conocer el mi¨¦rcoles con el documental.
?Pero d¨®nde est¨¢n las mil momias que hall¨® el gobernador tinerfe?o? En 1833, ya no quedaba ninguna, seg¨²n los archivos oficiales. La cueva fue saqueada por los ladrones y los cuerpos vendidos a universidades brit¨¢nicas, alemanas, francesas o norteamericanas. No obstante, en la isla nunca se ha perdido la memoria de estos pobladores. A parte de las numerosas estatuas que se han levantado en su recuerdo, queda un rastro que no se puede borrar: entre el 30 y 50% de los actuales canarios, dependiendo de la isla donde vivan, es descendiente directo de los guanches por v¨ªa materna. Aunque no se hayan conservado sus momias.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.