Una exposici¨®n para visibilizar a las mujeres en el arte
El Centro de Arte Dos de Mayo muestra una selecci¨®n de obras de creadoras para ¡°cuestionar el canon mis¨®gino de las colecciones de los museos¡±
La luz que entra por la gran cristalera del Centro de Arte Dos de Mayo de M¨®stoles (CA2M) ilumina una selecci¨®n de obras de mujeres que han pasado demasiado tiempo en la oscuridad de un almac¨¦n. Los autorretratos de 100 artistas y una breve explicaci¨®n de su trabajo, que durante casi tres a?os ha recopilado Diana Larrea, enmarcan la muestra y sirven para entender de golpe la deuda de la historia del arte con estas mujeres (desde el Renacimiento hasta principios del siglo XX) y las que han seguido su legado. Por eso la exposici¨®n se llama as¨ª, Historia del Arte: ¡°No historia de las mujeres, ni historia femenina¡±, puntualiza Tania Pardo, subdirectora del centro y comisaria de la exposici¨®n. El objetivo es ¡°cuestionar el canon mis¨®gino que ordena las colecciones de los museos¡± y que infrarrepresenta a la mitad de la sociedad. Es decir, ¡°cumplir con la ley de paridad de 2007¡±, acompa?a Manuel Segade, director de esta instituci¨®n p¨²blica.
De entre las muertas, el trabajo de Larrea que forma parte de la exposici¨®n, ha saltado de Facebook a la sala del museo. La artista madrile?a de 48 a?os comenz¨® con esta investigaci¨®n inspirada por una performance de su compa?era Mar¨ªa Gimeno en la que durante dos horas completaba el libro de E. H. Gombrich, uno de los manuales m¨¢s importantes sobre la historia del arte, incluyendo mujeres desde la prehistoria hasta la actualidad que no aparec¨ªan. Larrea se dio cuenta de que no le sonaba ninguno de esos nombres y comenz¨® su particular b¨²squeda. ¡°Eleg¨ª el autorretrato porque las mujeres usaban este formato para reivindicarse¡±, explica sobre su obra. ¡°En el Barroco y el Renacimiento posaban delante del caballete para dejar claro que eran profesionales¡±. Las im¨¢genes, tratadas como falsos negativos en tonos azulados, desprenden ¡°una sensaci¨®n fantasmag¨®rica¡±, en palabras de la autora, ¡°como si vinieran del pasado¡±.
El trabajo de Larrea convive con el de artistas m¨¢s veteranas como Eva Lootz (Viena, 80 a?os), Isabel Villar (Salamanca, 86 a?os) y Concha Jerez (Las Palmas de Gran Canaria, 79 a?os), entre otras. ¡°Algunas de sus obras hemos tenido que sacarlas de los armarios de sus casas, ni siquiera estaban en las colecciones de otros museos o en galer¨ªas¡±, dice el responsable del centro. ¡°Con las m¨¢s j¨®venes reivindicamos que no tengamos que volver a buscarlas a sus casas¡±. ¡°Las colecciones son ejemplo de un contexto social. Por eso este tipo de exposiciones tienen que tener el mismo efecto estructural que tiene el machismo¡±, acompa?a Pardo.
Jerez, pionera del arte conceptual en una ¨¦poca (finales de los setenta) en la que recuerda que parec¨ªa que en Espa?a solo se hac¨ªa pintura, recurre a su obra, una gran instalaci¨®n en la que descompone una cajetilla de tabaco, para explicar c¨®mo emple¨® la iron¨ªa a trav¨¦s de su arte para sortear los obst¨¢culos de su tiempo. ¡°Entonces se nos ignoraba como artistas conceptuales¡±, afirma. Tambi¨¦n como mujeres. Ahora, aunque es consciente de que la lucha sigue, se siente muy bien acompa?ada por sus coet¨¢neas y artistas m¨¢s j¨®venes que empiezan a salir a la luz.
Cristina Mej¨ªas (Jerez de la Frontera, 34 a?os) contribuye a este ejercicio de normalizar el trabajo de las mujeres con una gran caja de embalaje en la que ha guardado objetos que en alg¨²n momento fueron parte de otras de sus piezas. Ella como Olalla G¨®mez (Madrid, 38 a?os) sufren la desigualdad tambi¨¦n desde la precariedad. Mej¨ªas cuenta que, cuando no puede vivir de su arte y se acaban las becas, se vuelca en proyectos de dise?o, relacionados con la ense?anza y, si hace falta, ¡°trabajar en un despacho de abogados¡±. Su compa?era madrile?a evidencia esa realidad con una serie de v¨ªdeos en los que pinta su curr¨ªculo sobre la pared y los va borrando con pintura blanca. Son las paredes de las casas donde ahora trabaja como pintora de brocha gorda.
¡°La desigualdad y la infrarrepresentaci¨®n de las mujeres en el arte son un lugar com¨²n¡±, zanja Lootz, que lleva desde los a?os setenta en esta lucha. Con su trabajo pretende contribuir a reescribir parte de la historia. En este caso con Gran Cascada, ¡°un trabajo con arena s¨²per fina, 20 veces m¨¢s fina que la de la playa, para demostrar el efecto de la gravedad y recrear los relojes de tiempo¡±, explica.
Todas ellas reconocen que la tercera ola feminista que comenz¨® hace unos cuatro a?os ha tenido un efecto en el arte. ¡°Hemos visto que en Arco ha subido ligeramente participaci¨®n femenina, las galer¨ªas cada vez se fijan m¨¢s en las mujeres, pero no hay que cantar victoria¡±, advierte Larrea. ¡°En cuanto te despistas, das dos pasos para atr¨¢s¡±.
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