?Ha sido Banksy fagocitado por el sistema?

En una de las dos salas del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid donde se expone Banksy. The Street is a Canvas (La calle es un lienzo) est¨¢ la serigraf¨ªa original de la serie Ni?a con globo, una de las obras m¨¢s conocidas del artista brit¨¢nico del que se desconoce su identidad. Al lado de la pieza, un v¨ªdeo emite en bucle el momento en que este dibujo se autodestruye tras ser subastado en Sotheby?s en 2018 por m¨¢s de un mill¨®n de euros. La cr¨ªtica al sistema capitalista que el creador hizo aquel d¨ªa mira de frente a la pieza original, ahora en manos de un coleccionista privado, y que solo se puede ver si se pagan los 16,50 euros de la entrada general de una exposici¨®n que no est¨¢ autorizada (como tampoco las precedentes) por Banksy.

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FOTOGALER?A: La cr¨ªtica de Banksy al sistema a trav¨¦s de su obra

Como sucedi¨® con la ¨²ltima muestra del artista brit¨¢nico en Madrid en 2018, surgen m¨¢s preguntas sobre la moralidad y legalidad de exponer su trabajo sin su permiso que sobre el propio contenido de la obra. Las m¨¢s de 70 piezas que se re¨²nen en esta nueva exposici¨®n, 18 de ellas ¨²nicas (no hay m¨¢s copias), pertenecen a coleccionistas privados. En la mayor¨ªa de los casos a Lilley Fine Art/Contemporary Art Trader Gallery, con sede en Lisburn (Irlanda del Norte). Es una galer¨ªa que se promociona como experta a nivel mundial en Banksy. Seg¨²n explica Rafa Jim¨¦nez, uno de los responsables de la exposici¨®n, Lilley Fine Art, como cualquier otro coleccionista, demuestra la autenticidad de sus piezas al poseer un billete de 10 libras rasgado con la cara de Diana de Gales. Es el documento (inspirado en una obra de Banksy) que emite Pest Control, la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro creada por el autor para verificar sus obras.

No sucede lo mismo con Fallen Angel, la imagen de un ¨¢ngel sentado, con un cigarro y una botella, que apareci¨® en el puente de Londres y que llega a Madrid en su estado original, es decir, en un trozo de muro. Pertenece a un coleccionista, aclara Jim¨¦nez, pero no especifica c¨®mo se puede demostrar la propiedad sobre un objeto que forma parte del mobiliario urbano de una ciudad. ¡°La obra est¨¢ valorada en tres millones de libras (3,3 millones de euros)¡±, asegura, ¡°toda la exposici¨®n en m¨¢s de 10 (unos 11 millones de euros)¡±.

Banksy idea su arte para que se exponga al aire libre, en las calles de decenas de ciudades del mundo, sin tener que pagar por verlo. Y as¨ª se refleja en una gran instalaci¨®n audiovisual que gu¨ªa al visitante por distintos mapas de ciudades para encontrar la obra del artista. Solo hay dos lugares donde el creador ha permitido el intercambio comercial: en el hotel The Walled Off con vistas al muro en Palestina y en la tienda Gross Domestic Product, que abri¨® en 2019 en Londres, para vender obras y mercanc¨ªa y hacer uso de los derechos de marca. Con excepciones. El pasado septiembre, la Oficina de Propiedad Intelectual de la Uni¨®n Europea (EUIPO) dictamin¨® que Banksy no puede ser reconocido como due?o exclusivo de The Flower Thrower (El lanzador de flores), que hab¨ªa realizado en Jerusal¨¦n en 2005, ya que no se puede comprobar su identidad. De esta manera, Full Colour Black, una empresa de tarjetas de felicitaci¨®n, puede seguir comercializando sus productos.

L¨®gica de mercado

A¨²n as¨ª, en la entrada de la exposici¨®n hay una tienda de merchandising donde se pueden adquirir sudaderas y dem¨¢s objetos con im¨¢genes y lemas del artista. ¡°Estas obras no est¨¢n registradas en t¨¦rminos de identidad de marca. Son objetos que se pueden comprar en internet. Nosotros solo hemos producido la imagen de la exposici¨®n¡±, defiende Jim¨¦nez.

La manera en que Banksy entiende el arte urbano como una cr¨ªtica al capitalismo, a la sociedad de consumo, a la hipervigilancia a la que los ciudadanos est¨¢n sometidos, a la desigualdad y otros tantos temas aparece en la exposici¨®n que inaugura el C¨ªrculo de Bellas Artes del 3 de diciembre de 2020 al 9 de mayo de 2021. Esta misma enmienda al sistema ha acabado fagocitada por ese sistema. Y es en ese debate en torno a la vigencia del sentido del trabajo de Banksy en el que Valerio Rocco Lozano, director de esta instituci¨®n, encuentra el sentido a organizar la exposici¨®n: ¡°Nos interesa su car¨¢cter contradictorio, c¨®mo entra en la l¨®gica del mercado y se pueden producir muestras como esta¡±.

Es decir, Banksy. The Street is a canvas pretende explicar c¨®mo ha saltado el autor de la calle a una sala de exposiciones, a una subasta o a una galer¨ªa privada. Una parte de la muestra re¨²ne im¨¢genes tomadas por Steve Lazarides, antigua mano derecha del artista. ¡°Fotografi¨® muchas de sus intervenciones y es en parte responsable de que las obras de denuncia pasasen a las galer¨ªas de arte¡±, explica Jim¨¦nez. Solo en una ocasi¨®n el artista dio su autorizaci¨®n, fue en una exposici¨®n celebrada en 2009 en colaboraci¨®n con el Museo de Bristol, de donde es originario, y por la que cobr¨® una libra. ¡°Esta es la primera exposici¨®n que hago en la que el dinero de los contribuyentes se utiliza para colgar mis fotograf¨ªas en lugar de despegarlas de las paredes¡±, declar¨® entonces, como se puede leer en una de las cartelas de la exposici¨®n.

¡°No rehuimos el debate ni la reflexi¨®n¡±, contin¨²a Rocco. ¡°En el C¨ªrculo queremos llegar a distintos tipos de p¨²blico y acompa?ar la exposici¨®n con debates que se planteen la propia exposici¨®n. Asumo como director la parte moral de esta decisi¨®n y respecto a los derechos de autor, la parte legal, si hay reclamaciones, tambi¨¦n lo asumiremos¡±. Por el momento, Banksy no se ha pronunciado a trav¨¦s de su p¨¢gina web, el canal que utiliza en estos casos.