Maurice Audin, herida abierta de Argelia en Francia
La hija del matem¨¢tico torturado y desaparecido en la guerra de independencia reconstruye su figura en ¡®Una vida breve¡¯
Mich¨¨le Audin ten¨ªa tres a?os cuando, el 11 de junio de 1957, los paracaidistas del general Jacques Massu fueron a buscar a su padre en su domicilio en la calle Flaubert de Argel. No recuerda nada de aquel d¨ªa, ni de los que siguieron y que marcar¨ªan su vida y la de su madre, pero tambi¨¦n la historia de los cr¨ªmenes de Francia en Argelia. M¨¢s tarde, su abuela le contar¨ªa detalles.
¡°Me dijo que yo hab¨ªa dado patadas a los militares y les hab¨ªa dicho que se marchasen¡±, dice por tel¨¦fono Mich¨¨le Audin. Las ¨²ltimas palabras de su padre a su madre fueron: ¡°Oc¨²pate de los ni?os¡±.
Del padre, el matem¨¢tico comunista Maurice Audin, nunca m¨¢s se supo nada. El 21 de junio de 1957 se le dio por desaparecido: los militares que le custodiaban alegaron que se hab¨ªa escapado.
Audin fue uno de los miles de desaparecidos en la guerra que, entre 1954 y 1962, se libr¨® en Argelia, entonces parte de Francia, y que concluy¨® con la independencia del pa¨ªs norteafricano. Su cad¨¢ver nunca fue encontrado. Ten¨ªa 25 a?os al desaparecer. Pronto se movilizaron intelectuales, acad¨¦micos y simpatizantes que durante a?os lucharon para que los responsables rindiesen cuentas. Y pronto se impuso la evidencia de que hab¨ªa sido torturado y asesinado por los paracaidistas del Ej¨¦rcito franc¨¦s. El caso Audin, como el caso Dreyfuss poco m¨¢s de medio siglo antes, fue un combate para reparar una injusticia y para denunciar que la Rep¨²blica incumpl¨ªa los valores que dec¨ªa defender.
¡°Yo siempre escuch¨¦ hablar de mi padre en referencia a su desaparici¨®n, a c¨®mo muri¨®. Nunca escuchaba hablar de su vida¡±, explica Mich¨¨le Audin. As¨ª que se puso a investigar. Rastre¨® los archivos familiares: cartas, papeles, fotograf¨ªas. Entrevist¨® a coet¨¢neos de su padre.
El resultado es Una vida breve, que sali¨® en franc¨¦s en 2013 y que Perif¨¦rica ha publicado en castellano con traducci¨®n de Pablo Mo¨ª?o S¨¢nchez. En 156 p¨¢ginas, con sobriedad y sin sentimentalismo, Mich¨¨le Audin reconstruye la vida de Maurice Audin. M¨¢s all¨¢ del s¨ªmbolo, aparece ante el lector como una persona de carne y hueso, viva. Y, con ¨¦l, todo un mundo. El de la Argelia colonial, el muchacho de familia humilde que se apasiona por las matem¨¢ticas y se subleva ante el colonialismo, y la vida cotidiana de una pareja luminosa, Josette y Maurice, padres de Mich¨¨le.
Batalla cruenta
¡°Hay que entender lo que es tener 25 a?os. Cuando escrib¨ª el libro, era profesora en la universidad y miraba a los estudiantes. Algunos, de 25 a?os, parecen ni?os¡±, dice Audin. ¡°Al mismo tiempo, mi padre, a esa edad, ya ten¨ªa tres hijos y casi hab¨ªa terminado su tesis¡±.
En junio de 1957, la guerra entr¨® en una de sus fases m¨¢s cruentas: la llamada batalla de Argel, que Gillo Pontecorvo narrar¨ªa en la pel¨ªcula del mismo t¨ªtulo. El general Massu y sus 8.000 paracaidistas hab¨ªan desembarcado a principios de a?o amparados por los poderes especiales que les permit¨ªan asumir tareas policiales.
La fuerza de Una vida breve viene tanto de lo que cuenta ¡ªla humanidad del padre, la investigaci¨®n en la que se cruzan la microhistoria privada, la historia de las matem¨¢ticas y la de los combates pol¨ªticos¡ª como de lo que deja sin contar: el calvario de Audin, documentado en otros vol¨²menes. En 1958, el historiador Pierre Vidal-Naquet desmont¨® en L¡¯affaire Audin la mentira oficial. El periodista Henri Alleg, torturado al mismo tiempo y en el mismo lugar que Maurice Audin, lo explic¨® en La question.
Pedir perd¨®n
¡°Lo que sabemos ya lo sab¨ªamos desde el principio: que lo detuvieron, que muri¨® mientras lo torturaban y que el Ej¨¦rcito franc¨¦s escenific¨® una especie de evasi¨®n para decir que ellos no eran responsables de su muerte¡±, afirma Mich¨¨le Audin. ¡°Lo que no sabemos concretamente es qui¨¦n lo mat¨®, c¨®mo sucedi¨®, por qu¨¦ ¨¦l. Esto no lo sabemos y sin duda nunca lo sabremos¡±.
Argelia fue para Francia una guerra civil y a la vez su Vietnam. En este pa¨ªs viven hoy millones de personas ligadas a aquel trauma: europeos repatriados tras la independencia en 1962 y sus descendientes, excombatientes y sus familiares, inmigrantes argelinos y argelinos que colaboraron con las fuerzas francesas y tuvieron que exiliarse. Fen¨®menos como la marginaci¨®n en las banlieues, la fortaleza de la extrema derecha o el yihadismo aut¨®ctono guardan una relaci¨®n con un pasado no digerido del todo. Los Audin se quedaron en Argelia despu¨¦s de la independencia. En 1966 se marcharon a Francia.
En 2018, el presidente Emmanuel Macron reconoci¨®, en nombre de la Rep¨²blica, que Audin fue torturado y ejecutado por militares franceses. Macron visit¨® a Josette, la madre de Mich¨¨le, que morir¨ªa unos meses despu¨¦s. ¡°Me corresponde a m¨ª pedirle perd¨®n, as¨ª que no me tiene que decir nada¡±, le dijo. ¡°Restauramos un poco lo que habr¨ªa tenido que hacerse antes¡±.
Macron quiere ¡°reconciliar las memorias¡±
Para Emmanuel Macron es una prioridad, desde que lleg¨® al poder en 2017, lo que se ha llamado la pol¨ªtica de la memoria, o memoria hist¨®rica. Si el presidente Jacques Chirac marc¨® un giro en 1995 al reconocer la responsabilidad de Francia en el Holocausto, Macron se ha propuesto impulsar la ¡°reconciliaci¨®n de las memorias¡± sobre la guerra de Argelia. Se trata de buscar un relato com¨²n no solo entre Francia y Argelia, sino entre los ciudadanos franceses de m¨²ltiples or¨ªgenes argelinos (¨¢rabes, europeos) con ideas dispares del colonialismo y la guerra. Para ello, el presidente ha encargado al historiador Benjamin Stora, nacido en 1950 en una familia jud¨ªa de Argelia, un informe que debe presentar en las pr¨®ximas semanas.
Babelia
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