Las metamorfosis de Jacinta Escudos
Los 14 relatos de 'El Diablo sabe mi nombre' son un prodigio de escritura ligera
Este no es un libro nuevo. Su primera edici¨®n apareci¨® en Costa Rica en 2008. Adem¨¢s, Jacinta Escudos (San Salvador, 1961) fecha con precisi¨®n tres periodos de escritura: ¡°1995-1997, 1999-2001, 2003¡±. Y a?adamos una localizaci¨®n distinta de Centroam¨¦rica y Europa en cada periodo¡ Estos detalles no solo indican el modo de trabajar de Escudos (su elaboraci¨®n a la vez pulsional, lenta y concentrada); tambi¨¦n una experiencia biogr¨¢fica un tanto n¨®mada. Por eso esta edici¨®n de Consonni, primera en Espa?a, tiene algo de vindicativo: muestra a una escritora fascinante cuya obra publicada se encuentra repartida, como su propia biograf¨ªa, en varios pa¨ªses; a la que, por tanto, es dif¨ªcil conocer en toda su magnitud. Pero tambi¨¦n significa que El Diablo sabe mi nombre no es una obra de evanescente actualidad, sino un libro que casi 20 a?os despu¨¦s de escrito es puro presente.
Escudos es al¨¦rgica a las rutinas de estilo. En novelas (A-B Sudario, 2003), cr¨®nicas de viajes (Maletas perdidas, 2018) o celebrados libros de cuentos como el que nos ocupa, apuesta por una escritura que transgrede las convenciones de los g¨¦neros que toma de punto de partida. Y si se la se?ala como experimental, hay que decir que la etiqueta no le hace demasiada justicia a la claridad de su estilo ni el puro gozo de sus historias. Los 14 relatos de El Diablo sabe mi nombre son un prodigio de escritura ligera, casi improvisada: a la vez que sus personajes sufren transformaciones imprevisibles, la escritura deviene fluida y se torsionan las delimitaciones de g¨¦nero, realidad, raz¨®n y placer. Por ejemplo, en ¡®Memoria de Siam¡¯, donde el deseo transforma en hombre a una mujer inglesa en la corte del Siam del siglo XVIII. O en el relato que da t¨ªtulo al libro: la narradora analiza el complejo juego sentimental con su amante, el Diablo. O en ¡®Yo, cocodrilo¡¯, donde una ni?a se transforma en cocodrilo para no ser sometida a la mutilaci¨®n genital.
A las encarnaciones del deseo y de la violencia hay que a?adirles un polo tan¨¢tico: las visiones de un fin del mundo vivido sin violencia pero con un deterioro imperturbable y constante (¡®D¨ªas del fin¡¯, ¡®Flor del Esp¨ªritu Santo¡¯). No solo por la evidente dial¨¦ctica entre el deseo y la pulsi¨®n de muerte que hay en estos cuentos, sino porque para Escudos, como en la mitolog¨ªa, T¨¢natos e Hipnos, Muerte y Sue?o, son hermanos; y, como la propia autora ha se?alado en alguna entrevista, los cuentos de El Diablo sabe tu nombre tienen su origen en algunos sue?os. Mejor dicho, la autora trabaja donde el sue?o se hace mito y define nuestra capacidad de imaginar, e incluso razonar. Y por ello incide en las ambiguas figuras del deseo y la transformaci¨®n (de la duermevela), l¨ªquidas a la vez que terrestres (las serpientes) o casi a¨¦reas y arm¨¢ndose con sus propias v¨ªsceras (las ara?as).
En el mundo de estos relatos nada llega a cristalizar. Incluso el punto de vista del narrador transgrede una lectura acomodaticia, como en esa triste obra maestra que es ¡®Una pel¨ªcula japonesa de los a?os 60¡¯: el retrato realista del fin de una relaci¨®n se engrandece gracias, de nuevo, a su desplazamiento a lo fant¨¢stico. Y todo en este libro excepcional queda como inacabado, interrogante.
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Autor: Jacinta Escudos
Editorial: Consonni, 2019
Formato: Tapa dura (128 p¨¢ginas)
Compra por 14,72€ en Casa del Libro
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