Bill Fay: el sonido del sosiego y la experiencia

Countless Branches expresa con absoluta sencillez, pero con total profundidad, lo que su autor quiere decirnos con la m¨²sica y las palabras. Su ¨²nica ambici¨®n es la de establecer una comunicaci¨®n clara y directa con el oyente. En cambio, el mensaje que el brit¨¢nico Bill Fay, un m¨²sico de 77 a?os que durante casi 40 vivi¨® olvidado por la caprichosa industria musical, no es en absoluto simple. Este material, que en boca de otro correr¨ªa el riesgo de caer en lo cursi o de ser un mero artificio, est¨¢ bendecido por una sabidur¨ªa y un sosiego interior que elevan las canciones a un nivel de belleza y emotividad raro de ver.

Artista: Bill Fay

?lbum: Countless Branches

Sello: Dead Oceans / Popstock!

Calificaci¨®n: 8 sobre 10

Reverenciado y respetado desde que volvi¨® a grabar en 2012 ¨CMarc Almond y Wilco figuran entre quienes le han versionado- , Fay ha tenido tiempo y espacio para macerarse como autor. Sigui¨® componiendo y grabando aunque nadie se acordara de ¨¦l, como si de alguna manera supiera que llegar¨ªa el momento en el que el mundo acabar¨ªa prest¨¢ndole atenci¨®n. Por eso, Countless Branches es tambi¨¦n un ant¨ªdoto para combatir ese constante ruido que ya se ha apropiado de lo que somos y lo que nos rodea.

El autor s¨®lo necesita 10 canciones y unas escuetas instrumentaciones para hablarnos. El piano y la voz gu¨ªan una m¨²sica que se vale de los detalles m¨ªnimos. Unos golpes de bater¨ªa marcan el ritmo de Your Little Face y en Time¡¯s Going Nowhere, un chelo rubrica suavemente el ascenso emocional del tema. Filled With Wonder Once Again, hecha con guitarra y voz, se vale ¨²nicamente de una imagen bell¨ªsima, la de la cara sonriente de los ni?os bajo la lluvia, para dibujar la esperanza. Todo lo que se cuenta en este disco gira en torno a temas que deber¨ªan ser los pilares de cualquier vida. Canciones humildes y sinceras, que hablan sobre la futilidad del tiempo, el poder redentor del amor, la naturaleza como ra¨ªz eterna. Y cuando en Love Will Remain, el sonido de una trompeta surge elegante y solitario, casi a modo de anunciaci¨®n, Fay nos est¨¢ recordando que la soluci¨®n que necesitamos casi siempre est¨¢ en nuestro interior. La mayor¨ªa de este tipo de discos son tristes. Este puede parecerlo, pero no lo es en absoluto. No puede serlo viniendo de un hombre que canta: ¡°Permanecer¨¦ entre la colinas de mi juventud / Me quedar¨¦ aqu¨ª y buscar¨¦ la verdad oculta¡±.?