?Qu¨¦ ocurre en el instante despu¨¦s de un ataque terrorista?
El dramaturgo F¨¦lix Estaire estrena en Madrid su obra 'Atentado'
El p¨²blico va entrando tranquilo y expectante a la fiesta de reinauguraci¨®n de un gran museo cl¨¢sico, en una ciudad cualquiera de Europa. Hay mucha gente contemplando las grandes obras de arte que cuelgan de nuevo de sus paredes. De repente se escucha una enorme explosi¨®n. Todo parece venirse abajo. Un hombre y una mujer han salido ilesos y se esconden en un cuarto de limpieza. Es ¨¦l el que ha ayudado a la mujer a buscar ese refugio ante el espect¨¢culo de cuerpos destrozados por el suelo. Las horas de encierro en ese escondite, aislados y sin saber qu¨¦ es lo que pasa fuera, dan para mucha conversaci¨®n. Atentado sube a escena los momentos inmediatamente posteriores a un ataque yihadista para iniciar un viaje por el poder manipulador de la palabra de unos y de otros. Escrita por F¨¦lix Estaire y codigirida por el propio autor y Xus de la Cruz, la obra supone todo un canto contra el miedo y a favor de la empat¨ªa con el contrario. Mar¨ªa Morales, Eva Rufo y ?ngel Ruiz ponen en pie esta funci¨®n que se estrena el jueves 16 en la sala peque?a del Teatro Espa?ol de Madrid.
Con una poderosa escenograf¨ªa en la que las pinturas se van abriendo a otros escenarios, ya sean temporales o geogr¨¢ficos, Atentado va narrando, en diferentes planos, el encuentro clarificador y las confesiones en ese cuarto de limpieza entre un trabajador del museo y una alto cargo de comunicaci¨®n del gobierno de turno, mientras en el exterior la directora de una televisi¨®n p¨²blica lucha contra las presiones y las manipulaciones que le quieren imponer. Nada es lo que parece en Atentado, una funci¨®n de gran tensi¨®n dram¨¢tica. Como si de un thriller se tratara, la obra, todo un viaje por la verdad y la posverdad, va descubriendo el dolor de las v¨ªctimas, el poder de los medios de comunicaci¨®n o la manipulaci¨®n de la realidad.
F¨¦lix Estaire (Madrid,1976) reconoce que las mentiras del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar tras el atentado yihadista del 11-M en Madrid, atribuyendo a ETA la autor¨ªa del ataque, a tres d¨ªas de la celebraci¨®n de unas elecciones generales, le sirvieron de inspiraci¨®n para escribir esta obra, que indaga en la motivaci¨®n de las personas para llevar a cabo determinadas cosas. ¡°Ese ataque a los trenes de Atocha, en Madrid, cambi¨® el signo pol¨ªtico en Espa?a. Quiz¨¢s si el Gobierno hubiera ido con la verdad por delante el PP no hubiera perdido las elecciones¡±, asegura Estaire. Pero m¨¢s all¨¢ de un caso concreto de una masacre terrorista y el intento de control del relato, el autor tambi¨¦n pone el foco sobre los autores concretos y se pregunta, despu¨¦s de un ensayo de Atentado: ¡°?Qu¨¦ lleva a la gente a ponerse en situaciones l¨ªmite para conseguir algo que ellos consideran justo?¡±.
Esta obra sigue la estela de su anterior funci¨®n, Antidisturbios, en la que un polic¨ªa antidisturbios acababa sinti¨¦ndose terrorista de Estado. ¡°Con este d¨ªptico del terror he querido mezclar situaciones extremas para mostrar las fronteras que hay entre el miedo y la empat¨ªa, entre el ciudadano de la calle y las instituciones p¨²blicas, entre lo legal y lo que nos hacen creer que es legal desde el poder, c¨®mo las palabras se pueden manipular dependiendo de c¨®mo y qui¨¦n las diga¡±, asegura Estaire, que por primera vez codirige una obra suya, convencido de que, en esta ocasi¨®n, necesitaba otra mirada para la puesta en escena y que el texto ¡°no quedara tal cual¡±. Es aqu¨ª donde aparece Xus de la Cruz (Guadalajara, 1978), con la que el dramaturgo lleva a?os colaborando. ¡°Es un texto que se pregunta y lanza la pregunta al patio de butacas sobre el concepto de verdad, el control del relato al servicio del poder econ¨®mico o pol¨ªtico y los medios de comunicaci¨®n o las fake news. Los tres personajes encarnan un punto de vista diferente sobre la verdad. Uno de ellos cree que la verdad existe, otro para quien la verdad es relativa y el ¨²ltimo plantea sus dudas entre esas dos posturas¡±, explica De la Cruz.
¡°El terror existe, lo llevamos dentro¡±, dice uno de los personajes en la funci¨®n. Esos miedos, muchos falsos y alimentados en ocasiones por medios de informaci¨®n y las redes sociales, explotan de manera absoluta en esta obra. Lo explica bien Estaire cuando pone el ejemplo del reciente partido que enfrent¨® al Madrid y el Bar?a, el pasado mes de diciembre. ¡°Los d¨ªas previos al encuentro parec¨ªa que nos enfrent¨¢bamos a una cat¨¢strofe mundial, con informaciones que buscaban la alarma y titulares sobre el miedo¡±, dice. El miedo que se vive en el interior del museo derrumbado es real, lo que ya no lo es tanto es lo que cada uno va contando.
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