El genio que muri¨® sin testamento
El creador italiano dej¨® un enorme legado art¨ªstico que no ha tenido continuaci¨®n en las nuevas generaciones de cineastas
El ¨²ltimo trabajo audiovisual de Federico Fellini (R¨ªmini, 1920 - Roma, 1993) suma seis minutos 10 segundos, y no se film¨® para el cine: son los tres anuncios que dirigi¨® en 1992 para el Banco de Roma, y que ilustraban el arrepentimiento de un hombre por unas aventuras extramatrimoniales so?adas. Un claro resumen de la personalidad del cineasta, cuya carrera se bas¨® en una enorme extravagancia barroca gracias a extraordinarios dise?os visuales y a su pulsi¨®n por lo on¨ªrico ("los sue?os son la ¨²nica realidad", aseguraba), y un amor al ser humano. Fellini perteneci¨® a una generaci¨®n de artistas desaforados en la vida y en su carrera, como Orson Welles, Sergio Leone o John Huston, que los anglosajones definen como bigger than life, personajes que hoy no tienen casi parang¨®n.
Fellini no tuvo herederos art¨ªsticos. Pero su obra se puede rastrear en las influencias de otros creadores. Como los italianos Matteo Garrone y Paolo Sorrentino. El primero abraza el fellinianismo en Reality y El cuento de los cuentos?y muestra parte de ese cari?o por los personajes en Dogman. Por su parte Sorrentino agradeci¨® el Oscar, entre otros, a Fellini. Y desde luego, las fiestas salvajes y decadentes del filme por el que recibi¨® el premio, La gran belleza, son hijas de la Roma que retrat¨® su maestro. Lo mismo valdr¨ªa para Silvio (y los otros) e incluso para la serie El joven Papa. Roberto Benigni, que como actor trabaj¨® en La voz de la luna (1990), el ¨²ltimo largometraje de Fellini, no ha logrado como director acercarse a Fellini, a pesar de sus intentos.
El espa?ol Jordi Grau, amigo de Fellini, tampoco recogi¨® en su filmograf¨ªa el legado de Fellini. S¨ª lo ha hecho el eslovaco Juraj Jakubisko, habitual en los festivales de cine en los setenta y ochenta, y cuya La abeja milenaria (1983) ilustra la saga de la familia Pichanda y sus tres generaciones de alba?iles (desde 1887 a 1917) creando un paralelismo con una comunidad de abejas en una colmena. La ¨²ltima pel¨ªcula de Jakubisko, La condesa de sangre (2008), en cambio, se encauzaba en un sentido opuesto.
Otros creadores tambi¨¦n podr¨ªan parecer fellinianos por sus momentos pasados de tono. David Lynch o Emir Kusturica se han acercado a la desmesura visual del italiano, aunque procedentes de mundos muy alejados de Fellini, como el surrealismo. En cambio, ?lex de la Iglesia ha sabido sublimar temas y pinceladas formales del maestro, absorbidas de filmes como La Strada, en pel¨ªculas como Muertos de risa y Balada triste de trompeta, probablemente la pel¨ªcula m¨¢s felliniana no rodada por Fellini. Hay locura, payasos, extravagancia, sexo, violencia, desaforamiento y personajes absolutamente humanos y carnales. Y si Fellini era un creador muy italiano, De la Iglesia crea un fresco muy espa?ol que pasa por la Guerra Civil y acaba en la cruz gigantesca del Valle de los Ca¨ªdos.
Para poder comparar y recordar, tanto la Filmoteca Espa?ola como la Filmoteca de Catalunya est¨¢n proyectando sus pel¨ªculas. La de Catalunya, adem¨¢s, expondr¨¢ desde febrero una docena de dibujos de Fellini y una serie de litograf¨ªas creadas por David Lynch para homenajear?al cineasta.?
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