Un milagro de 1.200 p¨¢ginas
Ernesto Cardenal cumple 95 a?os y publica su 'Poes¨ªa completa'. ¡°Ten¨ªa hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes¡±, dice su 'Oraci¨®n por Marilyn Monroe'
La mayor¨ªa de los cumplea?os y de los recitales de poes¨ªa se parecen en una cosa: solo van los amigos. A menos que cumplas 95 y seas Ernesto Cardenal. El poeta nicarag¨¹ense los celebr¨® el lunes pasado, 20 de enero, y su editorial espa?ola, Trotta, aprovech¨® la fecha para presentar en la Casa de Am¨¦rica de Madrid las 1.200 p¨¢ginas de su Poes¨ªa completa. La edici¨®n corre a cargo de la profesora Mar¨ªa ?ngeles P¨¦rez L¨®pez, que, con motivo del premio Reina Sof¨ªa de 2012, ya prepar¨® una estupenda antolog¨ªa cuyo t¨ªtulo no pod¨ªa ser m¨¢s certero: Hidr¨®geno enamorado.
?El lunes Cardenal env¨ªo un mensaje en v¨ªdeo en el que daba las gracias a sus editores y a sus lectores. No son solo los tres o cuatro de que hablaba su querido Ezra Pound, dijo, ¡°son m¨¢s, pero no muchos m¨¢s¡±. Se equivocaba. Por un lado, el sal¨®n Cervantes del palacio de Linares estaba abarrotado. Por otro, en el cumplea?os participaron tres de sus mejores lectores. Uno de ellos es ¨¦l mismo, que, tambi¨¦n en v¨ªdeo, recit¨® uno de los epigramas pol¨ªticoamorosos que compuso en los a?os cincuenta, es decir, despu¨¦s de enrolarse en la revoluci¨®n del 54 contra Anastasio Somoza Garc¨ªa y antes de ingresar en el monasterio trapense de Getseman¨ª (Kentucky): ¡°Yo he repartido / papeletas clandestinas / gritado: ?VIVA LA LIBERTAD! en plena calle / desafiando a los guardias armados / Yo particip¨¦ en la rebeli¨®n de abril: / pero palidezco cuando paso por tu casa / y tu sola mirada me hace temblar¡±.
Por su parte, Sara del R¨ªo, estudiante de arte dram¨¢tico y futura astrof¨ªsica, ley¨® Oraci¨®n por Marilyn Monroe, todo un cl¨¢sico de la literatura latinoamericana moderna en el que el poeta pide a Dios ¡ª¡°conoces nuestros sue?os mejor que los psiquiatras¡±¡ª que reciba en su seno a Norma Jean, aquella ¡°huerfanita violada a los 9 a?os¡± que ya a los 16 a?os hab¨ªa querido suicidarse. Un d¨ªa, finalmente, se present¨® ante el Se?or sin maquillaje, sin agente de prensa, sin fot¨®grafos, sin firmar aut¨®grafos, ¡°sola como un astronauta frente a la noche espacial¡±. ¡°Ten¨ªa hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes¡±. La hallaron muerta en la cama con el tel¨¦fono en la mano. ?A qui¨¦n quer¨ªa llamar? La plegaria termina con un reclamo al Alt¨ªsimo, con la s¨²plica m¨¢s sencilla del mundo: ¡°?Contesta T¨² el tel¨¦fono!¡±
El tercer lector de Ernesto Cardenal fue este lunes el Ni?o de Elche, que con la mera ayuda de un micr¨®fono, un pedal de loop y un ejemplar de Salmos, cant¨®, ley¨®, susurr¨®, respir¨® y onomatopeyiz¨® el n¨²mero 21. Antes que musicalizar los poemas de ese ¡°revoltoso m¨¢s que revolucionario¡±, lo que pretend¨ªa hacer, advirti¨®, era ¡°sacar la m¨²sica que hay dentro de ellos¡±. La sac¨® de tal modo que, mezclada con las palabras, todav¨ªa debe de andar circulando por la Casa de Am¨¦rica en forma de electricidad est¨¢tica. Dar¨¢ fe cualquiera de los asistentes: no hace falta creer en Dios para creer en los milagros.
Babelia
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