Cecilia Vald¨¦s, una deuda al fin pagada
Se recupera en Madrid la zarzuela cubana de Gonzalo Roig con una producci¨®n de alta calidad art¨ªstica
Noche de emoci¨®n la de ayer en el Teatro de la Zarzuela, se recuperaba una zarzuela que ha llegado a Madrid demasiado tarde, pero que era de justicia. La cubana Cecilia Vald¨¦s, de Gonzalo Roig. En los previos se ha hablado mucho de ello y nos ha permitido familiarizarnos con la importancia del evento. Cecilia Vald¨¦s pon¨ªa en m¨²sica, con la reducci¨®n inevitable, una de las novelas fundacionales del antiesclavismo, el orgullo y, a la postre, la identidad mestiza de Cuba. Cirilo Villaverde hab¨ªa escrito esta narraci¨®n en medio del siglo XIX con esp¨ªritu reivindicativo claro y efectivo: la lacra de la esclavitud, pero tambi¨¦n otras, como el machismo feroz o la problem¨¢tica convivencia de un mestizaje que pronto se convirti¨® en se?a de identidad de Cuba.
Ya entrado el siglo XX fueron varios los m¨²sicos tentados por el tema de la exuberante mulata que ha terminado simbolizando los valores de su pa¨ªs. Lo intent¨® Ernesto Lecuona, el m¨¢s c¨¦lebre m¨²sico cubano de la primera mitad del XX, pero, por cuesti¨®n de derechos, realiz¨® una zarzuela de tem¨¢tica similar, Mar¨ªa la O (1930), devenida c¨¦lebre. El ¨¦xito hizo cambiar de opini¨®n a los herederos de Villaverde y, en 1932 ve la luz esta Cecilia Vald¨¦s que firm¨® otro de los gigantes de la m¨²sica cubana, Gonzalo Roig. El resto es historia. La ¨²ltima pieza del puzle era este estreno madrile?o que le faltaba a una obra que naci¨® hermanada con las mejores zarzuelas espa?olas de los treinta, de Do?a Francisquita a Luisa Fernanda.
Gonzalo Roig es un compositor muy famoso para muchos que incluso creen que no lo conocen. Su inmortal canci¨®n Qui¨¦reme mucho ha dado la vuelta al mundo en toda clase de versiones y sus versos m¨¢s famosos resuenan en el imaginario del planeta, aunque solo sea en versiones como las de Julio Iglesias: ¡°Cuando se quiere de veras, como te quiero yo a ti, es imposible, mi cielo, tan separados vivir¡¡±. Estos son los antecedentes y est¨¢n ejemplarmente contados por Enrique Mej¨ªas Garc¨ªa en el programa de mano de esta producci¨®n.
La m¨²sica de Cecilia Vald¨¦s es de una riqueza de inspiraci¨®n muy alta. Destacan sus aires cubanos, sus habaneras y sus momentos africanizantes. Roig sabe combinar la inspiraci¨®n popular con una t¨¦cnica musical de primer orden y ofrece un resultado art¨ªstico que convirti¨® esta producci¨®n en una cima de la m¨²sica cubana. No s¨¦ por qu¨¦ nos la hab¨ªamos perdido en este teatro hermano que es la Zarzuela, pero al fin la deuda esta saldada.
La producci¨®n que firma en lo esc¨¦nico Carlos Wagner y un excelente equipo de colaboradores no se va por las ramas y nos sumerge en una plantaci¨®n de az¨²car de aires caribe?os que hace de la narraci¨®n un personaje m¨¢s. El cuerpo de baile y un grupo destacado de actores brindan lo que es un lujo teatral. La orquesta, que lleva ?liver D¨ªaz, se transmuta en un combo latino de suma eficacia.
Queda el reparto que cuenta la historia. Cecilia es una mulata conducida al orfanato por orden de un padre rico propietario para tapar su falta. Al crecer, exuberante, se enamora del hijo del propietario, su medio hermano, tiene una hija con ¨¦l y es abandonada, como corresponde, hasta que se desencadena el drama y un ep¨ªlogo con milagro incluido que es lo que m¨¢s rechina al p¨²blico actual.
El papel de este s¨ªmbolo de la ¡°cuban¨ªa¡± es clave. La soprano Elisabeth Caballero, cubana como corresponde, ofreci¨® en el primer reparto una versi¨®n muy notable de la infortunada hero¨ªna. Le da la r¨¦plica el tenor Mart¨ªn Nusspaumer, excelente de planta y algo corto de cuerpo vocal, aunque parece adecuarse a lo timorato del car¨¢cter de este sinverg¨¹enza colonialista. El resto del cuadril¨¢tero, dos tri¨¢ngulos, en realidad, lo forman el bar¨ªtono Homero P¨¦rez-Miranda y la mezzo Cristina Faus. Muy bien situados en sus respectivos papeles como, realmente, la totalidad del reparto de esta producci¨®n mod¨¦lica, de la que es de justicia se?alar a Linda Mirabal en su papel de alucinada esclava liberada.
Una producci¨®n, en suma, de obligada visita por su calidad art¨ªstica, su encaje en la historia de la m¨²sica y la cultura cubana, y porque nos ofrece una apertura de campo de lo que fue la zarzuela en el ¨¢rea hispana. Muy tarde, quiz¨¢, pero bienvenida Cecilia Vald¨¦s.
FICHA T?CNICA
Cecilia Vald¨¦s. M¨²sica, Gonzalo Roig. Libreto, Agust¨ªn Rodr¨ªguez y Jos¨¦ S¨¢nchez-Arcilla. Direcci¨®n musical, ?liver D¨ªaz. Direcci¨®n de escena, Carlos Wagner. Escenograf¨ªa, Rifail Ajdarpasic. Reparto: Elisabeth Caballero / Alaine ?lvarez; Mart¨ªn Nusspaumer / Enrique Ferrer; Homero P¨¦rez-Miranda / Eleomar Cuello; Linda Mirabal; Cristina Faus; Yusniel Estrada. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Coro Titular del Teatro de la Zarzuela. Del 24 de enero al 9 de febrero. Teatro de la Zarzuela, Madrid.
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