Madrugada con Pinter
Pinter muy complejo, imposible de definir con cuatro frases. Le¨ªas sus obras y comprend¨ªas que solo pod¨ªa escribirlas ¨¦l
Bar, diluvio, madrugada. Le digo a Lina Lambert, una de nuestras mejores actrices, que Isra Elejalde va a dirigir en marzo Traici¨®n, en el Pav¨®n. Comparece al reclamo el viv¨ªsimo fantasma de Harold Pinter. Y centellea en los ojos de Lina, que evoca, con absoluta nitidez, la visita del talento ingl¨¦s a Barcelona: Oto?o Pinter, del 16 de septiembre a 10 de diciembre de 1996. ¡°Recordar¨¢s todo aquello, que se extendi¨® por las salas alternativas de la ciudad, el Mercat¡ la visita de Stephen Rea y Lindsay Duncan que hicieron Ashes to Ashes¡¡±, me dice. ¡°Y vuestro memorable Un ligero malestar, que hiciste con el a?orado Manuel Carlos Lillo, dirigido por Alan Mandel¡±, le digo.
¡°Mandel¡±, cuenta Lina Lambert, ¡°era muy amigo de Beckett, de quien dirigi¨® Godot en la prisi¨®n de San Quint¨ªn. Y muy amigo de Pinter, al que Mandel me present¨®¡±. La noche del estreno de Un ligero malestar (que Layton hab¨ªa dirigido a?os atr¨¢s en el TEI), Sanchis entr¨® en el camerino de Lina para decirle que hab¨ªa invitado a Pinter. ¡°Yo me puse blanca, y le dije: ¡®No quiero saber si Pinter viene, porque no dar¨¦ pie con bola¡¯. Hicimos la funci¨®n, y cuando acaba vemos una sombra que rompe a aplaudir, caminando hacia el escenario. Y me abraza, con el rostro rebosante de felicidad. Casi me muero. Era Pinter, y se le ve¨ªa tan contento, le hab¨ªa gustado tanto¡ Y nosotros est¨¢bamos tan emocionados al verle as¨ª¡±.
Invit¨® a cenar a toda la compa?¨ªa, me cuenta. Y Pinter estaba tan feliz que se puso a cantar, con su voz de bar¨ªtono. ¡°Aquella noche me dijo: ¡®T¨² tienes que hacer mis textos, sobre todo The Homecoming y Betrayal, porque son dos papeles ideales para ti.¡¯ Yo siempre quise hacer The Homecoming, pero no hubo forma, porque son seis int¨¦rpretes. Harold ten¨ªa raz¨®n: creo que entiendo perfectamente el papel de Ruth¡±. En 2002, Xavier Albert¨ª dirigi¨® a Lina Lambert en Traici¨® (Betrayal), que fue un ¨¦xito en la sala Muntaner. Pinter le escribi¨® una carta breve pero muy cordial, augur¨¢ndole ¨¦xito, y dici¨¦ndole que no pod¨ªa venir a Barcelona. Ya estaba enfermo, y muri¨® pocos a?os m¨¢s tarde. ¡°Era un hombre muy complejo, imposible de definir con cuatro frases. Pod¨ªa ser muy gracioso, con un sentido del humor tremendo, pero no le calificar¨ªa de simp¨¢tico. Le¨ªas sus obras y comprend¨ªas que solo pod¨ªa escribirlas ¨¦l. Seco, pero muy preciso en lo que dec¨ªa. Beb¨ªa mucho, y creo que ten¨ªa que ver con su silencio, porque cuando beb¨ªa se relajaba. Y hablaba. Me tiraba los tejos, pero con mucha gracia. La primera noche tuvimos un di¨¢logo muy suyo, transparente y surreal al mismo tiempo. Dej¨® un gran recuerdo en todo el mundo. Para m¨ª fue muy triste que no hici¨¦ramos nada juntos. Me encantar¨ªa hacer tantas obras suyas¡ Old Times, Ashes to Ashes¡ o Moonlight, un texto precioso que no se ha montado en Espa?a. Cuando le¨ª sus obras por primera vez tuve una especie de fogonazo y pens¨¦: 'Yo sabr¨ªa hacer eso. Est¨¢ en mi biolog¨ªa¡±.
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