La SGAE aprueba al cuarto intento la reforma de sus estatutos

Por una vez, la SGAE sigui¨® estrictamente el guion previsto. A sus 120 a?os, la fr¨¢gil salud de la entidad ya ha sufrido demasiados sobresaltos. De ah¨ª que seguramente agradeciera una in¨¦dita tarde de serenidad: los socios, convocados en una Asamblea Extraordinaria, aprobaron al fin, con el 85,19% de los votos a favor, la reforma de los estatutos. Es decir, cumplieron con una obligaci¨®n legal, adem¨¢s de una exigencia del Ministerio de Cultura, y de la Confederaci¨®n Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (Cisac), que expuls¨® a la SGAE en mayo de 2019. Han hecho falta cuatro convocatorias y m¨¢s de un a?o y medio para lograrlo: en los tres intentos anteriores, liderados por otros tantos presidentes ¡ªJos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez Sastr¨®n, Jos¨¦ ?ngel Hevia y la actual, Pilar Jurado¡ª, nunca se alcanzaron los dos tercios de apoyos necesarios. ¡°Se demuestra que los socios tienen claro que esta entidad debe seguir viviendo. Esto es un comienzo. Y solo es el final de una ¨¦poca que ha tra¨ªdo demasiadas cosas que no son bonitas¡±, celebr¨® Jurado.

La presidenta presumi¨® del ¨¦xito. Enseguida, recibi¨® un mensaje de felicitaciones del secretario general de la Cisac, Gadi Oron, y llam¨® al ministerio de Cultura para comunicarle los resultados. Jurado vence ah¨ª donde sus antecesores perdieron. Tambi¨¦n sali¨® adelante, con el 71,42% de apoyos, el controvertido punto cinco del orden del d¨ªa: ¡°Aprobaci¨®n, en su caso, de la incorporaci¨®n en los ingresos de la entidad de la diferencia existente en los derechos pendientes de reparto¡±. Sastr¨®n acusaba a la presidenta de buscar sumar a los ingresos de la entidad 10 millones que corresponden a los autores. Pero los socios volvieron a darle la raz¨®n a Jurado.

El voto le otorg¨®, sobre todo, confianza y tiempo. Porque la soluci¨®n a los estatutos tacha un problema, pero la lista de tareas pendientes en la SGAE sigue siendo larga. Hace solo cuatro d¨ªas, Cultura present¨® un recurso de casaci¨®n ante el Supremo para dejar abierta la v¨ªa a una intervenci¨®n de la entidad que la Audiencia Nacional fren¨® en 2019, al declararse no competente para autorizarla.

Eso s¨ª, la SGAE de Jurado resuelve uno de los asuntos m¨¢s espinosos: la entidad llevaba ¡°desde 2018 incumpliendo la ley¡±, como se?alaban desde Cultura, encargada de su control y supervisi¨®n, la v¨ªspera de la asamblea. A lo largo del pr¨®ximo mes, los nuevos estatutos deber¨¢n llegar al ministerio, que a su vez tendr¨¢ tres meses para estudiarlos. ¡°Si hay modificaciones que incumplen la ley, ser¨¢n denegadas¡±, avisan desde Cultura. En todo caso, tras la aprobaci¨®n, el ministerio record¨® las otras dos urgencias, que ya motivaron el primer apercibimiento a la entidad, all¨¢ por septiembre de 2018: ¡°Convocar elecciones de los ¨®rganos de Gobierno a la mayor brevedad con todas las garant¨ªas de la ley [y, por tanto, con la inclusi¨®n del voto electr¨®nico]; y rehacer el reparto de derechos de 2018 de acuerdo a los principios de equidad y proporcionalidad¡±.

Aquel a?o (y varios anteriores) la llamada rueda, un presunto fraude entre socios y directivos de televisi¨®n, logr¨® llevarse ingresos millonarios gracias a la m¨²sica retransmitida de madrugada. La justicia investiga si la trama cometi¨® delitos y perjudic¨® a los 120.000 autores de la entidad; mientras tanto, la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual ya limit¨®, el a?o pasado, esas recaudaciones caudalosas. Pero Cultura quiere que los repartos de 2018 tambi¨¦n sean corregidos. ¡°Desde entonces hasta ahora, la entidad ha evolucionado tanto que creo que hay que sentarse a hablar de realidad y no de ficciones del pasado que nada tienen que ver con el presente. Ahora es el momento de contar la verdad¡±, insisti¨® Jurado.

Entre las certezas de la presidenta, est¨¢ el amplio respaldo. Pero la realidad tambi¨¦n cuenta que tanto impasse le ha costado caro a la SGAE: socios como Almod¨®var, Bayona o Perales la han abandonado; los editores relacionados con la m¨²sica nocturna, que han apoyado la reforma, reclaman su trozo del pastel; y las multinacionales discogr¨¢ficas, que tambi¨¦n votaron a favor, piden garant¨ªas para no marcharse. Precisamente los nuevos estatutos facilitan a los autores retirar total o parcialmente su repertorio de una entidad para trasladarlo a otra; tambi¨¦n ampl¨ªan el derecho a voto a todos los socios e introducen un ¨®rgano de control, con varios miembros externos. As¨ª la SGAE espera ser capaz de defender mejor a los autores. Al fin y al cabo, es su misi¨®n.