Muere la soprano Mirella Freni, a los 84 a?os
Fue una de las ¨²ltimas grandes divas de la ¨®pera italiana, favorita de Karajan y hermana de leche de Pavarotti
Podr¨ªa decirse que ha fallecido Mim¨¬. Pero no como joven costurera de La boh¨¨me, de Puccini, sino como inolvidable diva de la ¨®pera italiana. Y tampoco en una buhardilla de Par¨ªs, sino en una casa de M¨®dena y a los 84 a?os. La voz de Mirella Freni se apag¨® para siempre el pasado 9 de febrero, tras una larga enfermedad agravada por varios derrames cerebrales. Era uno de los ¨²ltimos nombres m¨ªticos de la ¨®pera italiana de la segunda mitad del siglo XX. Fundamental en t¨ªtulos de Mozart, Bizet, Verdi o Puccini, y una de las cantantes favoritas de Herbert von Karajan, Freni pertenec¨ªa a la gran estirpe vocal del maestro Ettore Campogalliani. De su aula salieron nombres tan ilustres como Renata Tebaldi, Carlo Bergonzi, Fiorenza Cossotto, Renata Scotto, Ruggero Raimondi, pero tambi¨¦n Luciano Pavarotti. Y con ¨¦l comparti¨® mucho m¨¢s que una estrecha amistad o una relaci¨®n art¨ªstica.
Freni y Pavarotti nacieron en M¨®dena, en 1935, y crecieron juntos en un ambiente humilde. Sus madres trabajaban en la misma f¨¢brica de tabaco. Y ambos compartieron ama de cr¨ªa. Sol¨ªan bromear, siempre en dialecto moden¨¦s, sobre la excelente calidad de aquella ¡°leche cantarina¡± que hab¨ªan recibido. Lo recuerda Micaela Magiera, hija de la cantante, en su reciente libro de memorias, La bambina sotto il pianoforte (Edizioni Artestampa, 2018). Un relato familiar plagado de an¨¦cdotas donde narra los avatares de ambos astros de la ¨®pera en relaci¨®n con su padre, el pianista y director Leone Magiera, primer esposo de la soprano y apoyo incondicional de Pavarotti. Magiera fue determinante, por ejemplo, en la preparaci¨®n de sus primeras ¨®peras, ya que ambos apenas sab¨ªan leer una partitura en sus inicios. Es autor, adem¨¢s, de sendas monograf¨ªas sobre ¡°el m¨¦todo y el mito¡± de Freni y Pavarotti publicadas en la editorial Casa Ricordi, en 1990.
Ya con cinco a?os, la soprano italiana (cuyo verdadero apellido era Fregni) mostr¨® dotes musicales innatas. Un t¨ªo materno descubri¨® que la ni?a pod¨ªa imitar sin dificultad la voz de Toti Dal Monte cantando la escena de la locura,?de Lucia de Lammermoor, en el gram¨®fono. Pero la ¨®pera no pas¨® de argumento para juegos infantiles; la ni?a, que era la mayor de cuatro hermanos, organizaba representaciones imaginarias de Madama Butterfly en el patio del vecindario. Tras la Segunda Guerra Mundial, Freni particip¨® con ¨¦xito en varios concursos para diletantes, pero sigui¨® el consejo de Beniamino Gigli de esperar. Y esper¨® a tener quince a?os para empezar a formarse como soprano l¨ªrica. En 1955 debut¨®, en M¨®dena, como Micaela en Carmen, de Bizet. Parec¨ªa el presagio de una gran carrera, pero tras su boda con Leone Magiera y su inminente maternidad (en 1956 naci¨® su ¨²nica hija que bautiz¨® con el nombre de su primer personaje), Freni opt¨® por ir poco a poco. Y fue la clave de una larga carrera de cincuenta a?os como cantante de ¨®pera.
Una Margherita en Il Mefistofele de Boito, en 1957, seguida al a?o siguiente por una sustituci¨®n de Victoria de los ?ngeles, como Mim¨¬ en Bolonia, y el importante premio en el concurso Viotti de Vercelli, fueron un revulsivo. Su carrera se desarroll¨® en toda Italia con papeles de soprano l¨ªrica de Mozart (Susanna de Las bodas de F¨ªgaro y Zerlina de Don Giovanni) y Puccini (Mim¨¬ y Li¨´, de Turandot). Pero tambi¨¦n cant¨® a comienzos de los sesenta en ?msterdam, en el Festival de Glyndebourne y en el Covent Garden de Londres, donde debut¨® como Nanetta en Falstaff, de Verdi. No obstante, su ¨¦xito m¨¢s importante lleg¨® en La Scala de Mil¨¢n donde estren¨®, en enero de 1963, una producci¨®n de Franco Zeffirelli de La boheme bajo la direcci¨®n de Karajan. Ese ¨¦xito coincidi¨® con el arranque de su extensa fonograf¨ªa. Grab¨® su primera Mim¨¬ en Roma, para EMI, bajo la direcci¨®n de Thomas Schippers y con Nicolai Gedda como Rodolfo; tambi¨¦n registr¨® para RCA ese mismo a?o Nanetta con George Solti en Roma y Micaela con Karajan en Viena. Pero fue Mim¨¬ su rasgo distintivo, un personaje que afrontaba con asombrosa naturalidad.
Freni quiso evolucionar hacia personajes de coloratura dram¨¢tica. Y cosech¨®, en 1964, uno de sus fracasos m¨¢s sonados en La Scala, como Violetta en La Traviata, de Verdi. El p¨²blico veneraba el modelo de Maria Callas, pero la t¨¦cnica, fraseo y homogeneidad vocal de Freni resultaron dram¨¢ticamente insuficientes para los loggionisti escal¨ªgeros. Comenzaron pronto los insultos y abucheos, a los que Freni plant¨® cara mirando con los brazos en jarra a la galer¨ªa. Y al final tuvo problemas para abandonar el teatro. Volvi¨® muchas m¨¢s veces a La Scala hasta el final de su carrera, donde triunf¨® tambi¨¦n con papeles de l¨ªrico spinto. Es el caso de dos inolvidables producciones de Giorgio Strehler y Zeffirelli de t¨ªtulos verdianos como Amelia en Simon Boccanegra, bajo la direcci¨®n de Claudio Abbado, en 1971, y como Desd¨¦mona en Otello con Carlos Kleiber en el foso, en 1976. Pero, ya en 1965, Freni volvi¨® a triunfar como Mim¨¬ en ese teatro, de nuevo con Karajan pero tambi¨¦n con Pavarotti que debut¨® sustituyendo a Gianni Raimondi. Fue el inicio de su m¨ªtica pareja de Mim¨¬ y Rodolfo que, tras triunfar por todo el mundo (tambi¨¦n en Madrid donde ambos cantaron La boh¨¨me, en 1970, en el Teatro de la Zarzuela con Nino Sanzogno y la Orquesta de RTVE en el foso), registraron esa cumbre fonogr¨¢fica de la ¨®pera de Puccini, en 1972 para Decca, con Karajan al frente de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn.
Karajan anim¨® a Freni a afrontar papeles cada vez m¨¢s dram¨¢ticos, tras su primera aparici¨®n en el Festival de Salzburgo como Micaela, en 1966. All¨ª debut¨® como Desdemona, en 1973, encar¨®, dos a?os m¨¢s tarde, su primera Elisabetta en Don Carlo y, en 1979, cant¨® Aida. La soprano grab¨® los tres t¨ªtulos con Karajan para EMI, pero tambi¨¦n supo decir que no a otras propuestas. Seg¨²n reconoci¨® en una entrevista, rechaz¨® el proyecto de Karajan para que cantase el papel hom¨®nimo de Turandot y tan s¨®lo acept¨® grabar Cio-Cio San en estudio; ¡°siempre respondo que no a las solicitudes para cantarlo en el escenario, porque es muy peligroso para la voz¡±, reconoci¨®. Pero Freni sigui¨® a?adiendo nuevos roles, en los a?os setenta y ochenta, como los veristas de Adriana Lecouvreur, de Cilea, y Fedora, de Giordano. Y su uni¨®n sentimental con el bajo b¨²lgaro Nikol¨¢i Gia¨²rov le abri¨® ,a partir de 1978, a varios t¨ªtulos rusos de Chaikovski, como Tatiana en Eugenio Oneguin y Lisa en La dama de picas.
Adem¨¢s de los principales teatros europeos, Freni actu¨® asiduamente en Estados Unidos. Debut¨® en la Metropolitan Opera de Nueva York como Mim¨¬, en 1965, y regres¨® con regularidad los a?os siguientes. Volvi¨®, en 1983, como Elisabetta, tras casi tres lustros de ausencia y cosech¨® varios ¨¦xitos hasta 1996 en que estren¨® una nueva producci¨®n de Fedora, con Pl¨¢cido Domingo, publicada en DVD por Deutsche Grammophon. Tambi¨¦n cant¨® en Chicago y San Francisco, aunque eligi¨® retirarse en Washington, en 2005, y sin previo aviso, tras cantar una producci¨®n de La dama de picas.
En Espa?a, adem¨¢s de Madrid, actu¨® desde los a?os sesenta en festivales oper¨ªsticos de Oviedo y Bilbao. En la ABAO debut¨® como Mim¨¬, en 1961, y cant¨® hasta 1992 en varias producciones de La boh¨¨me, Turandot, Faust, Manon, L¡¯elisir d¡¯amore, La fille du r¨¦giment, Carmen, Simon Boccanegra, Don Carlo y Adriana Lecouvreur. Tambi¨¦n frecuent¨® el escenario del Liceu de Barcelona, donde debut¨® en 1971 como Marguerite en Faust, de Gounod, y cant¨®, hasta 1993, los papeles de Manon, Adriana Lecouvreur, Fedora y Mim¨¬. En 2007 recibi¨®, en Oviedo, el Premio L¨ªrico Teatro Campoamor. Y sus ¨²ltimos a?os vivi¨® volcada en la ense?anza, tanto en Bolonia como en Vignola, donde transmiti¨® a los j¨®venes las m¨¢ximas que ella misma ha seguido en su medio siglo de carrera: trabajar muy duro, ser honesta a la hora de elegir el repertorio y saber decir que no.
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