La batalla por resucitar el teatro venezolano
El Festival de J¨®venes Directores de Caracas se ha convertido en una cantera de talento que resiste en un pa¨ªs donde los j¨®venes se van y los teatros cierran
Dos personajes recorren una ciudad arrasada, que ha perdido la escala y se ha vuelto miniatura. No tiene centro ni periferia. No queda gente, ¡°porque a veces hay que irse¡±. Queda un cuadro derretido y la columna de un mercado, no hay avenidas principales. A los carteles le faltan letras. Los dos personajes deben ponerse un nombre para existir en La ciudad rota, un texto de la dramaturga espa?ola Mar¨ªa Prado, cuyos ecos venezolanos resuenan en un peque?o teatro en Caracas adaptados por la joven directora caraque?a Aguasanta Rojas.
El montaje es uno de los m¨¢s destacados en la sexta edici¨®n del Festival de J¨®venes Directores del Teatro Trasnocho, que se realiza en Caracas de enero a marzo. Una iniciativa que se ha convertido en cantera para el teatro venezolano que resiste en una escena que cada vez m¨¢s reducida y golpeada por la profunda y larga crisis econ¨®mica. El teatro sigue bullendo en salas experimentales y espacios no convencionales impulsados por los propios artistas y por entes privados. Una generaci¨®n rota se sigue regenerando en este arte, con varios trabajos a la vez para poder pagar las cuentas y prest¨¢ndose actores, vestuarios y escenograf¨ªas para ahorrar presupuesto de producci¨®n.
¡°Caracas es mi ciudad rota y creo que todos somos ciudades que vamos cambiando y necesitamos reconstruirnos todo el tiempo¡±, dice Rojas, de 25 a?os, que se abre camino en la direcci¨®n teatral con esta obra en la que gu¨ªa los pasos de los tambi¨¦n j¨®venes actores Jeslin Valbuena y Jos¨¦ Alejandro Espa?a. ¡°Es impresionante c¨®mo un texto de una persona que no conozco y tiene otra realidad pueda encajar tan bien. He hablado por Skype con la autora, que vive en Madrid, y el tema de la migraci¨®n y la soledad lo entendemos muy bien. Es un texto que me conmueve mucho. Es un reto porque viene sin acotaciones, no especifica ni edades ni acciones ni lugares, es solo un di¨¢logo, un juego con la palabra y el idioma para crear algo¡±.
Es la primera vez que La ciudad rota se monta en alg¨²n teatro. Ocurre tambi¨¦n con Escindida, un texto del venezolano Elio Palencia -radicado en Espa?a- que dirige Francisco Aguana, de 28 a?os. Esta obra da una mirada fronteriza sobre el per¨ªodo especial cubano a partir de un drama familiar en el que se cruzan el racionamiento de alimentos o de electricidad, una historia que hace orilla con la Venezuela de hoy.
¡°Nuestra sociedad es bastante evasiva para abordar las crisis, es curva. Vuelve chiste la desgracia y las crisis dejan heridas para siempre¡±, dice el joven de Maracay. ¡°Creo que desde esos miedos y esos dolores se sustenta mi direcci¨®n en esa obra. Hay pa¨ªses que entraron en crisis y las superaron, como Alemania e incluso Rusia, pero hay otros como los africanos que no salieron nunca y son pueblos diezmados. Y esto hay que hablarlo y confrontarlo porque si no todo esto nos va a pasar por encima como sociedad¡±.
Los miedos de Aguana sobre ser el ¨²ltimo, el que deba apagar la luz, tienen asidero. Tras una riada de cierres durante los ¨²ltimos a?os, en la capital quedan alrededor de unas 40 salas. Este mes se despedir¨¢ el llamado Teatro de 1/4 o microteatro, uno de los espacios donde j¨®venes dramaturgos como Aguana ten¨ªan cabida. Las funciones se realizaban en un centro comercial de Caracas, con una fren¨¦tica programaci¨®n de martes a domingo, con 30 obras simult¨¢neas de 15 minutos, de todos los g¨¦neros y calidades, que por seis a?os sirvi¨® para el fogueo del talento.
A?o de mujeres
Eva Ivanyi, del comit¨¦ de programaci¨®n del Trasnocho, asegura que el festival que ha servido para la renovaci¨®n de un talento que ha migrado dejando solas las salas. Las obras de Trasnocho son tambi¨¦n un mapa de las inquietudes del pa¨ªs. Seis de los ochos directores que compiten son mujeres. El a?o pasado solo compitieron dos mujeres y fueron las ganadoras. ¡°Las mujeres hoy se atreven a mostrar que son m¨¢s consistentes en roles en los que el hombre ha tenido la hegemon¨ªa como es la direcci¨®n¡±, dice Ivanyi. ¡°Ojal¨¢ llegue un momento en que deje de ser noticia ver mujeres dirigiendo¡±, replica Rojas.
Con la batuta de las mujeres tambi¨¦n ha entrado temas como la violencia de g¨¦nero Glenda Medina trabaj¨® ?Te duele?, del argentino C¨¦sar Brie, en el que el apartamento de una pareja se transforma en un cuadril¨¢tero de boxeo. Natacha P¨¦rez mont¨® A?icos del espa?ol Carlos Be, concentrada en el momento en el que una familia empieza a recomponerse luego de la violaci¨®n de la hija. Para la directora, 31 a?os, madre desde muy joven y que vive de dar clases en colegios, el teatro no es un punto de fuga sino todo lo contrario: ¡°Es ese proceso cat¨¢rtico de enfrentar la realidad y lo que somos, de ver que si soy capaz de matar a mis hijos como Medea entonces algo no est¨¢ bien en m¨ª. Todos estamos rotos y depende de nosotros recomponernos o seguir siendo estos trozos de sociedad en que nos hemos ido convirtiendo. Esta obra ahonda en eso, en temas muy barridos bajo la alfombra en Venezuela¡±.
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