Por qu¨¦ la gesti¨®n empresarial de los nazis model¨® el capitalismo alem¨¢n

Los nazis no eran extraterrestres. Eran hombres y mujeres de carne y hueso, como nosotros. No exactamente monstruos. Son nuestros contempor¨¢neos. Como escribe el historiador franc¨¦s Johann Chapoutot en referencia a una figura del nacionalsocialismo que despu¨¦s prosper¨® en democracia, algunas biograf¨ªas "tienen casi el valor de una par¨¢bola para leer y entender el mundo en el que vivimos".

El estudio de aquellos 12 a?os ¡ªentre 1933 y 1945, cuando Adolf Hitler tom¨® el poder en Alemania, persigui¨® a las minor¨ªas, inici¨® la Segunda Guerra Mundial, intent¨® y casi consigui¨® el exterminio total de los jud¨ªos de Europa y acab¨® con la derrota y la destrucci¨®n de su pa¨ªs¡ª es inagotable. Y en Francia, que fue ocupada y colabor¨® con la Alemania de Hitler, un enfoque reciente es la exploraci¨®n de la actualidad del nazismo. El ¨²ltimo ejemplo es el ensayo de Chapoutot, Libres d¡¯ob¨¦ir. Le management, du nazisme ¨¤ aujourd¡¯hui (Libres de obedecer. La gesti¨®n de empresas, del nazismo a hoy, no traducido, publicado en franc¨¦s en enero por la editorial Gallimard).

Es un libro breve, denso, escrito con nervio y documentado: 142 p¨¢ginas de texto, 18 de bibliograf¨ªa y notas. Cuenta la historia de Reinhard H?hn (1904-2000), un respetado jurista e historiador militar, y general de las SS. Al terminar la guerra, y tras un breve periodo de ostracismo, fund¨® la escuela de negocios de Bad Harzburg, donde se formar¨ªan las ¨¦lites empresariales de la Rep¨²blica Federal Alemania (RFA). Y as¨ª contribuy¨® de forma decisiva a modelar el capitalismo alem¨¢n de la posguerra.

Libres d¡¯ob¨¦ir?es una disecci¨®n de la continuidad entre los m¨¦todos organizativos del nacionalsocialismo y el mundo de la empresa y el liberalismo contempor¨¢neos

Libres d¡¯ob¨¦ir no es una biograf¨ªa de H?hn, ni un intento de demostrar que la gesti¨®n empresarial tenga or¨ªgenes nazis, lo que ser¨ªa falso, seg¨²n el autor, pues existi¨® desde varias d¨¦cadas antes. S¨ª es una disecci¨®n, mediante de la figura de H?hn, de la continuidad entre los m¨¦todos organizativos del nacionalsocialismo ¡ªm¨¦todos e ideas que H?hn teoriz¨® antes de la guerra¡ª y el mundo de la empresa y el liberalismo econ¨®mico contempor¨¢neos.

Chapoutot desmiente un lugar com¨²n: que el totalitarismo nazi era estatista, es decir, que daba un papel preponderante al Estado. Sostiene lo contrario: que el Estado se identificaba con un viejo mundo burocr¨¢tico y agarrotado. Y que era la superaci¨®n de las reglamentaciones absurdas y la liberaci¨®n de las fuerzas creativas de la comunidad lo que, en una lucha darwinista, permit¨ªa el triunfo de Alemania. Esta idea tuvo una traducci¨®n administrativa: la creaci¨®n de multitud de agencias p¨²blicas que, fuera del mamut estatal, compet¨ªan entre s¨ª. Y se tradujo en una nueva organizaci¨®n del mundo laboral que buscaba combinar los objetivos r¨ªgidos con la flexibilidad y la autonom¨ªa para aplicarlos.

H?hn, ide¨®logo del management alem¨¢n bajo el nazismo, lo volvi¨® a ser a partir de los a?os cincuenta en la Akademie f¨¹r F¨¹hrungskr?fte, por donde pasaron 600.000 dirigentes de las principales empresas del pa¨ªs. Cay¨® en desgracia en los a?os setenta, al revelarse su pasado y aparecer nuevos m¨¦todos de gesti¨®n, pero su impronta no desapareci¨®. ?l sigui¨® activo hasta los a?os noventa.

El m¨¦todo de Bad Harzburg prescrib¨ªa ¡°el management por delegaci¨®n de responsabilidad¡±, escribe Chapoutot. El empleado no era un ¡°subordinado¡± sino ¡°un colaborador¡±, ¡°una persona que act¨²a y piensa de manera aut¨®noma¡±, a?ade citando a H?hn. Y lo pone en relaci¨®n con el llamado ¡°ordoliberalismo¡± y la ¡°econom¨ªa social de mercado¡± de la RFA. Y con uno de sus pilares: la Mitbestimmung o codecisi¨®n, que permite a los trabajadores tener voz en la gesti¨®n de la empresa: la b¨²squeda del consenso ¡ªy del consentimiento del s¨²bdito o el gobernado, la ¡°libertad de obedecer¡± del t¨ªtulo¡ª es clave, seg¨²n el autor, tanto antes como despu¨¦s de la guerra.

La operaci¨®n de Chapoutot ¡ªfijarse en un detalle, amplificarlo con lupa y mostrar la ¡°contemporaneidad¡± o ¡°modernidad¡± del nazismo¡ª es similar a la que hizo ?ric Vuillard en la novela El orden del d¨ªa (Tusquets Editores, 2018), premiada con el Goncourt. Vuillard diseccionaba una escena: la reuni¨®n, el 20 de febrero de 1933, entre Hitler y los principales empresarios alemanes. Muchas de estas empresas no desaparecieron entre las ruinas de 1945. ¡°No creamos que todo esto pertenece a un pasado lejano¡±, escribe Vuillard. Y explica que el hijo de un prohombre de 1933, Alfried Krupp, ¡°se convertir¨¢ nada menos que en uno de los hombres m¨¢s poderosos del mercado com¨²n, el rey del carb¨®n y del acero, el pilar de la paz europea¡±.

Vuillard es un novelista sutil, un estilista exquisito y Chapoutot, un historiador riguroso y respetado. Poco que ver con Philippe de Villiers, figura destacada del soberanismo euroesc¨¦ptico, creador del parque hist¨®rico Puy du fou y autor del ensayo J¡¯ai tir¨¦ sur le fil du mensonge et tout est venu (Estir¨¦ del hilo de la mentira y todo lleg¨®, no traducido, publicado en 2019 en franc¨¦s por Fayard). Su registro es otro. Intenta desacreditar el proyecto europeo y, para ello, denuncia ¡ªentre medias verdades y falsedades, seg¨²n se?alaron varios historiadores en Le Monde¡ª a los padres fundadores de la Uni¨®n Europea como exnazis o colaboracionistas (Walter Hallstein y Robert Schuman) o agentes de la CIA (Jean Monnet). ¡°El gen deconstructor que socava a la Uni¨®n Europea estaba en el ADN de los padres fundadores¡±, declar¨® a Le Figaro.

Con rigor y estilo, o echando mano a interpretaciones sesgadas y rozando las teor¨ªas de la conspiraci¨®n, aflora un rasgo com¨²n: la asociaci¨®n de ideas m¨¢s o menos expl¨ªcita, entre el mundo de ayer y de hoy, entre el nazismo y el liberalismo, entre el nazismo y la UE.