Otros templos de Debod mejor cuidados
Egipto regal¨® monumentos a cinco pa¨ªses, entre ellos Espa?a, para rescatar el patrimonio afectado por la presa de Asu¨¢n. Todos se conservan cubiertos menos el de Madrid
Hace 60 a?os, la Unesco capitane¨® la operaci¨®n de salvamento de patrimonio m¨¢s ambiciosa de la historia: el rescate y reconstrucci¨®n de los templos nubios que iban a ser devorados por la obra de la presa de Asu¨¢n. A la llamada de auxilio de la Unesco respondieron m¨¢s de una docena de pa¨ªses, que enviaron misiones arqueol¨®gicas, que se afanaron por excavar, inventariar y trasladar a lugares seguros buena parte de los monumentos. Por el papel que realizaron en estas campa?as, Egipto decidi¨® regalar algunos de los templos salvados a Estados Unidos, Italia, Pa¨ªses Bajos, Alemania (se obsequi¨® con el p¨®rtico de acceso) y Espa?a. Todos los pa¨ªses los exponen en el interior de museos para asegurar su conservaci¨®n, con la excepci¨®n de Espa?a, el ¨²nico que lo muestra a la intemperie, donde el templo de Debod sufre grandes contrastes de temperatura y humedad, entre otros problemas.
Templo de Dendur. Museo Metropolitano de Arte (Met). Nueva York. EE?UU
La piedra de Dendur, id¨¦ntica a la de Debod, ¡°es muy blanda y se ha erosionado mucho en los ¨²ltimos 2.000 a?os por las acciones del agua, el viento y las personas¡±, explica Diana Craig Patch, la conservadora principal del Departamento de Arte Egipcio en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. ¡°El Met present¨® una propuesta al Gobierno de los EE UU para proteger Dendur dentro del museo, porque Henry Fischer (jefe del Departamento de Arte Egipcio entre 1964 y 1992) conoc¨ªa lo fr¨¢giles que eran los relieves en sus paredes exteriores¡±, recuerda. Fischer disuadi¨® al comit¨¦ presidencial que deb¨ªa decidir la ubicaci¨®n de emplazarlo a las orillas del r¨ªo Potomac o el Charles River debido a la debilidad de los bloques de arenisca. Decidieron exhibirlo desde 1978 en el Met, donde recibe gran cantidad de visitas. ¡°Tenemos cuidado con la forma en la que los visitantes ingresan por el vest¨ªbulo. Las catenarias mantienen al p¨²blico alejado de la decoraci¨®n exterior e interior. La puerta de enlace est¨¢ protegida por paneles transparentes, tanto en el interior como en el exterior, que alcanzan aproximadamente un metro de altura. Adem¨¢s, hay un guardia para evitar que la gente se golpee o toque el templo. T¨¦cnicos del Departamento de Arte Egipcio revisan el templo regularmente y limpian el interior¡±, cuenta Diana Craig Patch. En 2017 realizaron una intensa operaci¨®n de aspirado de cada uno de los sillares para eliminar el polvo acumulado durante a?os en la estructura. La conservadora se?ala que la donaci¨®n obligaba a conservar el templo en un espacio con temperatura estable y humedad relativa controlada. La c¨¢psula muse¨ªstica les evit¨® la preocupaci¨®n del deterioro de los sillares: ¡°Nuestra mayor preocupaci¨®n era si las piedras ser¨ªan lo suficientemente fuertes como para poder resistir el proceso de reconstrucci¨®n¡±. En el proceso de colocaci¨®n estuvieron implicados los cient¨ªficos del Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts, la Universidad de Nueva York y el Laboratorio Nacional.
Templo de Ellesiya. Museo Egipcio de Tur¨ªn. Italia
Mandado construir en el siglo XV antes de Cristo por el fara¨®n Tutmosis III, se don¨® a Italia en 1965 y desde entonces se encuentra dentro del Museo Egipcio de Tur¨ªn. Es una de las estrellas de la colecci¨®n. Beppe Moiso, uno de los comisarios del museo, explica que a lo largo de este tiempo las ¨²nicas modificaciones que ha sufrido han sido la reconstrucci¨®n del suelo y el techo, puesto que no fue posible recuperar los originales. El monumento est¨¢ constantemente monitoreado, especialmente cerca de las juntas que se crearon por la disecci¨®n de la roca. En la actualidad se estudia poner en marcha un nuevo sistema de vigilancia para detectar las m¨¢s m¨ªnimas alteraciones en la piedra. El material del templo es lo suficientemente compacto y no tiene lesiones particulares, por lo que no se considera que est¨¦ en un estado vulnerable, aunque es ¡°indispensable¡± mantenerlo en zonas estables y protegido de vibraciones intensas, como las que provoca el tr¨¢fico. En opini¨®n del egipt¨®logo, un templo como este no podr¨ªa estar al aire libre en una ciudad, puesto que ¡°los agentes atmosf¨¦ricos y la contaminaci¨®n favorecer¨ªan su r¨¢pido deterioro¡±, ya que est¨¢ construido con piedra muy blanda.
Templo de Taffa. Museo Nacional de la Antig¨¹edad de Leiden. Pa¨ªses Bajos
El templo de Taffa es la pieza estrella del Museo Nacional de la Antig¨¹edad de Leiden, al oeste de los Pa¨ªses Bajos, que cuenta con una notable colecci¨®n de arte egipcio. Datado hace dos mil a?os, est¨¢ formado por 657 bloques de arenisca que pesan unas 250 toneladas y mide 6,5 por 8 metros. Est¨¢ en perfecto estado y ubicado en el vest¨ªbulo de la sala desde finales de la d¨¦cada de los setenta. All¨ª cuenta con un sistema de control del clima y la temperatura. Cada dos a?os se limpia el polvo. ¡°Como el de Debod, fue un regalo de Egipto por haber contribuido al salvamento de los monumentos nubios de la presa de Asu¨¢n. Construido en la ¨¦poca del emperador romano Augusto, hab¨ªa dos condiciones: instalarlo en un interior protegido de las inclemencias del tiempo y que contemplarlo fuera gratis¡±, dice Wim Weijland, director del museo, en conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°Cumplimos con la primera cubriendo un patio abierto a la entrada del museo. All¨ª puede verse sin tener que acceder luego, previo pago, al resto de la colecci¨®n. Es un verdadero icono con varias vidas antes de llegar aqu¨ª, porque se alzaba junto al fuerte romano de Taffa, y pudo haberse dedicado primero a la diosa egipcia Isis. Luego fue sucesivamente un templo cristiano, isl¨¢mico, una casa habitada por gente corriente y un establo. En cierto modo, es el edificio m¨¢s antiguo de nuestro pa¨ªs, y los gu¨ªas tur¨ªsticos de Leiden suelen incluirlo en sus rutas¡±. Weijland no se pronuncia sobre el deterioro del de Debod, aunque afirma estar al d¨ªa de lo que ocurre ¡°con los edificios de la misma serie de Taffa¡±.
Puerta de Kalabscha. Antiguo Museo de Arte Egipcio. Berl¨ªn. Alemania
Los bloques individuales en relieve de la puerta de Kalabsha (encontrados en el patio del templo de Kalabscha, que fue trasladado por constructores alemanes en 1963 como parte de la operaci¨®n de rescate de la Unesco durante la construcci¨®n de la presa de Asu¨¢n) llegaron a Alemania en 1973 como regalo de la Rep¨²blica ?rabe de Egipto a la Rep¨²blica Federal de Alemania. El Museo Egipcio de Berl¨ªn fue elegido como el sitio de exposici¨®n permanente. En 1973 los bloques individuales se reconstruyeron en la antigua sede del museo, en la transici¨®n del edificio de St¨¹ler Este al Marstall en Berl¨ªn-Charlottenburg. La puerta sigue estando exactamente en este lugar. Aunque el Museo Egipcio se traslad¨® de aquel local en 2005 (se exhibi¨® en el Museo Altes de 2005 a 2009, y en el Neues Museum en la Isla de los Museos de 2009), la puerta permaneci¨® en su emplazamiento original, sin embargo, porque no encontr¨® lugar en la actual presentaci¨®n de la exposici¨®n permanente. La puerta encontrar¨¢ su lugar definitivo en la cuarta ala del Museo de P¨¦rgamo, que se espera que est¨¦ terminada en 2032. Hasta entonces permanecer¨¢ en el mencionado local de Charlottenburg, que alberga desde 2007 la Colecci¨®n Scharf-Gerstenberg (que forma parte de la Galer¨ªa Nacional de los Museos Nacionales de Berl¨ªn). Atendiendo al mandato de Egipto de mantenerla abierta al p¨²blico de forma permanente, la puerta ha podido visitarse de manera ininterrumpida desde 1973. No se conocen ejemplos de patrimonio arqueol¨®gico de esta naturaleza que se exhiban a la intemperie en Alemania.
Con informaci¨®n de Lorena Pacho, Isabel Ferrer y Enrique M¨¹ller.
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