Madrid anuncia un plan ante el deterioro del templo de Debod
La poluci¨®n, el clima continental de la capital y las visitas da?an la piedra arenisca
Las 1.350 piedras que conforman el templo de Debod est¨¢n muy da?adas. Los agentes meteorol¨®gicos, la contaminaci¨®n y un aumento espectacular de visitantes (pas¨® de 197.194, en 2010, a rozar las 400.000; en 2019 hubo 240.000, porque cerr¨® varios meses), han forzado al Ayuntamiento de Madrid a trazar un plan para salvar uno de los pocos edificios fara¨®nicos completos que pueden verse fuera de Egipto, Bien de Inter¨¦s Cultural. En 2018, se celebr¨® una jornada en la capital en la que participaron especialistas en la conservaci¨®n y restauraci¨®n, espa?oles y extranjeros, y egipt¨®logos. Pensaron la posibilidad de cubrir el templo y aumentar las medidas de protecci¨®n.
El Ayuntamiento, a ra¨ªz de ese encuentro, est¨¢ realizando varios an¨¢lisis. Adem¨¢s, ha dise?ado un plan para reducir el n¨²mero de visitantes, con un aforo limitado para rebajar la presi¨®n. Adem¨¢s, estudia construir un centro de interpretaci¨®n que reduzca el tiempo de los visitantes en el interior del templo. En los ¨²ltimos a?os, se han sustituido las cubiertas, impermeabilizado los estanques, cambiado el sistema de climatizaci¨®n (dentro del templo se alcanzaban temperaturas elevad¨ªsimas) y se han protegido algunos de los objetos expuestos.
Pero el templo sufre m¨¢s problemas. Al fin y al cabo, no fue un regalo sin condiciones. En 1959, Egipto hizo p¨²blica la decisi¨®n de donar cinco templos a los Estados que m¨¢s recursos destinaran a la campa?a de salvamento de los monumentos nubios. La partida esencial de la inversi¨®n era la dedicada a la conservaci¨®n de estos edificios. La Unesco impuso una condici¨®n que los elegidos deb¨ªan cumplir para garantizar el buen estado: deb¨ªan ubicarse en el interior de museos abiertos al p¨²blico. Los templos de Dendur, Taffa, Ellesiya y el portal del templo de Kalabsha cumplen este requisito. El m¨¢s famoso es el de Dendur, en el Metropolitan de Nueva York.
La excepci¨®n es el de Debod, el m¨¢s grande de los cinco. En 1972 se decidi¨® montarlo ¡ªy contradecir la Unesco¡ª al aire libre, en el solar del antiguo Cuartel de la Monta?a, en un extremo del parque del Oeste, lugar privilegiado para las puestas del sol. Es uno de los reclamos tur¨ªsticos de la ciudad, pero los especialistas sostienen que la piedra arenisca no soporta los contrastes de temperatura del clima continental de Madrid. Su h¨¢bitat es el desierto, con calor invariable y pocas lluvias. Tampoco fue hecho para asumir la contaminaci¨®n de Madrid o el vandalismo que padece: los sillares est¨¢n rayados y rascados con nombres. Hay z¨®calos partidos y, en el interior de la salas, las piedras est¨¢n erosionadas por el roce y los golpes de los visitantes.
El PSOE de Madrid propondr¨¢ el martes en el pleno que el templo ¡°se cubra, donde est¨¢ ahora o en otro lugar¡±, anuncia su portavoz de Cultura, Mar Espinar, que, a?ade, ¡°el plan del Ayuntamiento carece de un presupuesto¡±, informa Manuel Morales.
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