Morbo
Los informativos de televisi¨®n y los programas matinales ofrecen un c¨®ctel de pol¨ªtica, tormentos del h¨ªgado y un abusivo amor hacia los jugosos sucesos
Encadeno por casualidad respecto a su tem¨¢tica, por el placer que me proporciona la revisi¨®n, tres pel¨ªculas en las que hay personajes que filman la muerte en directo. Son El ojo p¨²blico, Camino a la perdici¨®n y Nightcrawler. En la primera, admirablemente interpretada por Joe Pesci, un fot¨®grafo de peri¨®dico llega siempre el primero para tomar im¨¢genes de gente que est¨¢ agonizando o acaba de ser asesinada. El final ser¨¢ rom¨¢ntico y tr¨¢gico.
En la segunda, un s¨¢dico que ejerce simult¨¢neamente de killer a sueldo y de fot¨®grafo, al que presta su f¨ªsico un Jude Law que inspira terror, compagina su morbo con su criminal profesionalidad captando los estertores de los moribundos. La tercera, protagonizada por un tortuoso freelance, conectado permanentemente a la radio de la polic¨ªa, retrata antes que nadie accidentes de tr¨¢fico y homicidios, para vender esas im¨¢genes a cadenas de televisi¨®n que pegan un subid¨®n en sus audiencias cada vez que exhiben sangre y violencia. Y se pegan por ser los primeros, pasando de c¨®digos ¨¦ticos, con prisas y sin pausas.
Se supone que estas pel¨ªculas son ficciones. Y una leche. Comprueben el material del que se componen los informativos de televisi¨®n y los programas matinales que ofrecen un c¨®ctel de pol¨ªtica, tormentos del coraz¨®n o del h¨ªgado y un abusivo amor hacia los jugosos sucesos. No necesitan profesionales para filmarlos, lo hacen con sus m¨®viles todos los que andaban por all¨ª. Y repiten incansablemente los atracos, las palizas, los cr¨ªmenes. Avis¨¢ndonos, eso s¨ª, de que lo que vamos a presenciar es fuerte, que podr¨ªa herir nuestra sensibilidad. Venden morbo en nombre de la actualidad. Y el negocio les funciona.
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