Arco se adentra en una nueva era
La 39? edici¨®n de la cita madrile?a, que cambia su direcci¨®n, llega cargada de un optimismo a prueba de coronavirus. Destaca la apuesta por las j¨®venes galer¨ªas en conjunci¨®n con los grandes nombres
Este 2020, Arco cumple 39 a?os instalado en la plenitud de la edad adulta. Atr¨¢s quedan aquellos tiempos de dubitaciones juveniles sobre el rumbo que tomar y las ¨¦pocas de transici¨®n adolescente donde se suced¨ªan las llamadas de atenci¨®n por medio de gritos vac¨ªos y pol¨¦micas de corto recorrido. Con una salud a prueba de coronavirus ¡ªapenas se vieron unas cuantas mascarillas entre los miles de profesionales que acudieron a la jornada de inauguraci¨®n celebrada ayer, donde no hubo baja de ninguna de las 11 galer¨ªas italianas invitadas y solo 15 de los 300 coleccionistas invitados fallaron, una cifra habitual¡ª, esta edici¨®n de la mayor feria de arte contempor¨¢neo de Espa?a, la primera con Maribel L¨®pez a la batuta, se intuye como el comienzo de una nueva era, una etapa de madurez tanto en el sentido econ¨®mico como creativo. Con propuestas que abarcan el espectro que va desde lo emergente a lo establecido, con espacios y secciones que invitan a dialogar y a jugar con las influencias, y con la presencia de algunos t¨®tems nacionales y for¨¢neos que imprimen una p¨¢tina de elegancia y solidez al asunto, Arco inaugur¨® ayer una convocatoria optimista que cabe resumir en varios puntos de inter¨¦s.
Lo m¨¢s caro. El dinero, ya se sabe, manda en toda feria de arte. Entre los estands de Ifema se ven unas cuantas propuestas llamativas en ese sentido. La galer¨ªa barcelonesa Mayoral despliega varias obras de T¨¤pies, un nombre que parece haber resurgido con fuerza, quiz¨¢ al calor de una cada vez m¨¢s nutrida escena del coleccionismo (sobre todo latinoamericano) en Madrid. La m¨¢s destacable, Angle en relleu i taca vermella (1968), un enorme mural de 1,30 por 1,63 metros, se vende por 1,5 millones de euros. El galerista Jordi Mayoral vaticin¨® que por fin ha llegado el momento de que el mercado reconozca el valor del artista catal¨¢n (y no es el ¨²nico). ¡°Aunque en el extranjero causa furor, en Espa?a no se han hecho suficientes exposiciones. Es el momento tanto de ¨¦l como de otros artistas de la posguerra¡±. Como prueba, de sus paredes cuelgan un ¨®leo de Esteban Vicente, por 110.000 euros, un saura (150.000) y varias esculturas de Mart¨ªn Chirino. Las galer¨ªas Marc Domenech, Elvira Gonz¨¢lez y Leandro Navarro tambi¨¦n ofertan obras de T¨¤pies de diferentes etapas y formatos. La pieza estrella de Navarro es Fr¨¨re, una escultura m¨®vil de Calder con un precio de 1.800.000 euros.
Lo m¨¢s cl¨¢sico. El espacio de la firma neoyorquina Edward Tyler Nahem parece una competici¨®n de grandes nombres. All¨ª cuelga un retrato firmado por Picasso en 1958 a la venta por 6,2 millones, una de las piezas m¨¢s caras. En esta galer¨ªa deslumbran trabajos de cl¨¢sicos del siglo XX como Robert Rauschenberg y Roy Lichtenstein. Una obra de este ¨²ltimo fue adquirida ayer por Helga de Alvear por 680.000 euros. Durante la tarde del martes, en pleno montaje, la galerista se subi¨® a una silla de ruedas y adquiri¨® una docena de piezas, entre ellas una pintura de Miguel ?ngel Campano en Juana de Aizpuru por 50.000 euros. Mucho movimiento y concentraci¨®n de firmas indiscutibles hay en Thaddaeus Ropac, una de las presencias de mayor relevancia internacional. Otra importante firma es Hauser & Wirth, cuyo espacio est¨¢ totalmente dedicado a Chillida. Tambi¨¦n ha vuelto la firma francesa Chantal Crousel, con obras en las que alternan lo cl¨¢sico con lo m¨¢s reciente.
Lo m¨¢s nuevo. En sustituci¨®n del habitual pa¨ªs invitado, este a?o Arco quiso renovar su imaginario con una secci¨®n, It¡¯s Just a Matter of Time (Es solo cuesti¨®n de tiempo), basada en la influencia que F¨¦lix Gonz¨¢lez-Torres ha ejercido sobre otros artistas. El experimento, comisariado por Alejandro Cesarco y Mason Leaver-Yap, y que se ha expandido m¨¢s all¨¢ de la feria con carteles en calles y transportes de Madrid, supone quiz¨¢s uno de los puntos fallidos de la programaci¨®n. La idea en principio no parece mala: se trata de poner en relaci¨®n la obra de creadores contempor¨¢neos con los conceptos con los que el cubano construy¨® su discurso. El problema reside en la vaguedad de esas nociones, que casi se podr¨ªan trasladar al trabajo de cualquier artista. La galer¨ªa Franco Noero llev¨® obra de la brasile?a Jac Leirner, que comparte con Gonz¨¢lez-Torres inter¨¦s por la objetualidad y el color. La alemana Barbara Weiss present¨® algunos trabajos de Maria Eichhorn en torno a la sexualidad: pel¨ªculas en las que se revela una intimidad hecha p¨²blica. En la brit¨¢nica Hollybush Gardens trajeron a la fot¨®grafa Andrea B¨¹tner, cuyas im¨¢genes podr¨ªan ponerse en relaci¨®n con las emociones que remov¨ªan al artista homenajeado: sentimientos como la verg¨¹enza, la humildad o la peque?ez.
Lo m¨¢s sorprendente. M¨¢s atractivas resultan sin duda las propuestas de Opening, un apartado nacido hace 10 a?os y reservado a galer¨ªas menores de siete. Comisariada por Tiago de Abreu Pinto y ?vul ?. Durmusoglu, la secci¨®n cuenta con varios espacios de sus respectivos pa¨ªses: galer¨ªas como la portuguesa Balcony y la turca The Pill, que exhiben obras en torno a conceptos como la falta de atenci¨®n que domina nuestro tiempo (de eso tratan las esculturas en papel mach¨¦ de Fern?o Cruz, de las que ya se hab¨ªan vendido varias a apenas tres horas de la inauguraci¨®n) o el g¨¦nero fluido y el feminismo vistos desde el prisma de las pel¨ªculas de Pedro Almod¨®var (sobre estas ideas orbitan los trabajos de Apolonia Sokol y Soufiane Ababri). ?M¨¢s galer¨ªas de inter¨¦s? La autogestionada Piedras, de Argentina; la dedicada en exclusiva al arte pol¨ªtico Nome, de Alemania; o a la volcada en la creatividad del mundo ¨¢rabe Gypsum, de Egipto. Destaca tambi¨¦n en esta selecci¨®n de j¨®venes promesas la espa?ola Fran Reus, con obras de la ganadora del Generaciones de 2017 Mari¨¢n Garrido sobre la arqueolog¨ªa del futuro, y la angole?a Jahmek Contemporary Art con una propuesta del artista Mehak Viera en torno al racismo. El pa¨ªs africano, que antes de 2015 no contaba con ning¨²n espacio para el arte contempor¨¢neo, est¨¢ doblemente representado en Arco con otra galer¨ªa: Movart, que forma parte del apartado Di¨¢logos, una puesta en com¨²n del trabajo de dos artistas de diferentes edades y trayectorias.?
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