El lado oscuro del empoderamiento

Reina de corazones es una pel¨ªcula inc¨®moda de ver pero que tira del espectador como un im¨¢n. La directora danesa May el-Toukhy (aqu¨ª tambi¨¦n coguionista) logra con la ayuda de la actriz Trine Dyrholm la composici¨®n de un personaje femenino de enorme complejidad que lleva al paroxismo el arquetipo de la cruel madrastra. El personaje, Anne, es una abogada de ¨¦xito especializada en menores que han sufrido alg¨²n tipo de abuso. Una mujer con car¨¢cter y poder, dentro y fuera de su casa, que atra¨ªda por su juventud y rebeld¨ªa tiene un affair con el hijo adolescente de su marido. La mitad de la pel¨ªcula describe esta atracci¨®n sexual, la otra mitad sus consecuencias. El incesto es uno de esos tab¨²es occidentales que permanecen casi intactos, pero Reina de Corazones no es una pel¨ªcula sobre un esc¨¢ndalo social, es una pel¨ªcula mucho m¨¢s demoledora.

La pel¨ªcula tiene elementos de noir y de melodrama para narrar una historia que resulta inquietante desde su presentaci¨®n. La presencia constante de la naturaleza (el bosque, los ¨¢rboles, el r¨ªo, incluso las plantas de interior de la burguesa casa familiar) dota a la narraci¨®n de un ritmo cadencioso y fatal. Estamos en un pa¨ªs escandinavo, en una sociedad rica, moderna y en apariencia ordenada y armoniosa. El interior de la casa responde a este falso orden, lo que ocurre fuera de ella no.

La pel¨ªcula compone un personaje femenino sin ning¨²n pa?o caliente pero con infinidad de matices que a veces nos alejan y otras nos acercan a ella. Es una abogada implacable y una mujer disciplinada: hace deporte y en su mesilla de noche hay una crema de manos que se aplica antes de dormir. Ella es rubia y fuerte, el hijastro moreno y problem¨¢tico. El actor Gustav Lindh hasta tiene cierto parecido a Kafka de joven. Son solo detalles integrados en una pel¨ªcula que se deja de sutilezas en el primer encuentro sexual con el chico. Una secuencia chocante que rompe cualquier atisbo de romanticismo en el relato y que marca un inquietante giro moral en la pel¨ªcula. En una secuencia anterior, la seductora madrastra tambi¨¦n se ha mirado en su propio espejo. Desnuda necesita comprobar que la carne sigue viva y en su sitio.

Frente al reclamo de una mayor presencia de cine hecho por mujeres y sobre mujeres esta pel¨ªcula tienen el m¨¦rito de ir a contracorriente de los nuevos clich¨¦s del empoderamiento femenino para advertir del lado oscuro del poder, ese que no distingue entre g¨¦neros.