Kit de supervivencia cultural para el encierro (d¨ªa 14)
'Babelia' recomienda los mejores libros, discos, pel¨ªculas, series, c¨®mics y videojuegos para disfrutar en casa
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Babelia propone un libro, un disco, una pel¨ªcula, una serie, un c¨®mic y un videojuego cada d¨ªa, mientras dure el confinamiento en los hogares y la par¨¢lisis del sector del ocio, para poder disfrutar de la cultura desde casa.
UN LIBRO: Memecracia, de Delia Rodr¨ªguez
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Hace m¨¢s de una d¨¦cada Delia Rodr¨ªguez se fue de corresponsal a un pa¨ªs del que llegaban noticias confusas que polarizaban a las masas a favor y en contra, seg¨²n la edad. Rodr¨ªguez vivi¨®, naveg¨®, se sumergi¨® en sus costumbres y aplic¨® el teorema de Wagensberg: a m¨¢s c¨®mo, menos por qu¨¦. Luego escribi¨® el libro perfecto para que los legos entendi¨¦ramos qu¨¦ se estaba cociendo all¨ª. El pa¨ªs se llamaba Internet y el libro se titula, por la forma pol¨ªtica que rige ese territorio, Memecracia. Los virales que nos gobiernan. Con un estilo digno del mejor ensayismo, la autora renueva las herramientas de la semi¨®tica, la psicolog¨ªa y la antropolog¨ªa para alternar datos y an¨¢lisis, sin idolatrar ni demonizar. Lo mismo analiza el ¨¦xito de Mercadona o de las charlas Ted que explica qu¨¦ hizo que triunfara el Gagnam Style en una plataforma (YouTube) que parte de una evidencia: dos tercios de sus v¨ªdeos no los ve nadie.
Como esos cazadores que lo saben todo sobre los animales, Delia Rodr¨ªguez utiliza su experiencia en medios digitales ¨Cfue la creadora de Verne en EL PA?S¨C para resumir los tres trucos que sirven para captar nuestra atenci¨®n: ¡°1. Despiezar la realidad en una unidad f¨¢cilmente comprensible. 2. Asociar esa pieza a algo elevado para que desate una emoci¨®n. 3. Dejar que esa emoci¨®n se contagie a los dem¨¢s¡±. Ni apocal¨ªptico ni integrado, el libro se cierra con un dec¨¢logo sobre el libre albedr¨ªo perfecto para tiempos de confinamiento. Thoreau lo hubiera firmado. Eso s¨ª, antes, al explicar el efecto que la viralidad y los bulos tienen en el periodismo, subraya su preocupaci¨®n por una profesi¨®n decisiva para la democracia: ¡°En alg¨²n momento del camino hemos pasado de que el acto m¨¢s heroico del oficio consistiera en publicar algo desconocido e importante a que el acto de coraje sea negarse a publicar la misma tonter¨ªa que todos¡±. Javier Rodr¨ªguez Marcos
Memecracia. Delia Rodr¨ªguez. Gesti¨®n 2000. El libro est¨¢ disponible en versi¨®n impresa y digital en Amazon y Fnac.
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Hubo un tiempo en que Will Smith, reputado rapero y estrella de la televisi¨®n gracias a El pr¨ªncipe de Bel-Air, parec¨ªa llamado a grandes cosas en la interpretaci¨®n. Y puede que las haya logrado, pero no en el sentido en el que en 1993 uno se hubiera imaginado. Aquel a?o se estren¨®?Seis grados de separaci¨®n, un drama de Fred Schepisi basado en la obra de teatro hom¨®nimo de John Guare. Un matrimonio de clase alta de Manhattan, marchantes de arte, recibe una noche una inesperada visita: un chaval, Paul, acuchillado en un atraco, que dice ser amigo de sus hijos en Harvard y que acaba confesando que es el primog¨¦nito de Sidney Poitier. Encantador, magn¨¦tico, carism¨¢tico, Paul cocinar¨¢ esa noche para la pareja y un invitado, y se quedar¨¢ a dormir en su lujoso apartamento. Tras un tormentoso incidente matinal, que incluye un chapero, Paul es expulsado de ese para¨ªso. Y el matrimonio descubrir¨¢ poco despu¨¦s que el chaval no es quien dice ser y que con el mismo truco se est¨¢ colando en las mansiones de sus amigos.
Inspirado en un caso real, el personaje de Paul es un superviviente, un camale¨®n que absorbe informaci¨®n para engatusar a sus v¨ªctimas. Smith lo borda, porque ¨¦l mismo ha mutado a lo largo de su carrera. Y su interpretaci¨®n gana porque se enfrenta a una diosa: Guare impuso que el otro gran personaje principal, el de la esposa del marchante, Ouisa, lo encarnara la misma actriz que lo hac¨ªa en el teatro, la descomunal Stockard Channing. Seis grados de separaci¨®n, los pasos que nos separan de todos los habitantes del planeta, reflexiona sobre las apariencias y la soledad, sobre lo que nos construye como personas y el amor que se necesita para sobrevivir. La pel¨ªcula fluye a trav¨¦s de la narraci¨®n de la historia en distintas cenas del matrimonio, en las que Ouisa, amarga, confiesa: ?es Paul una experiencia o acabar¨¢ reducido a una an¨¦cdota con la que entretener a sus amigos? En cambio, el filme flojea en el resto del reparto juvenil, especialmente en el chaval siempre enfadado al que da vida un tal Jeffrey Abrams, que con el tiempo dej¨® la interpretaci¨®n para dedicarse ¨Ccon su nombre completo, J. J. Abrams¨C a otros menesteres. Gregorio Belinch¨®n
Seis grados de separaci¨®n. Fred Schepisi. 1993. La pel¨ªcula est¨¢ disponible en Filmin e iTunes.
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Candela Pe?a y Dar¨ªo Grandinetti son los protagonistas de una de las mejores series espa?olas de 2019. Ella interpreta a una juez que acaba de ser destinada a El Hierro como castigo por su comportamiento. Como regalo de bienvenida, tendr¨¢ que ponerse al frente de la instrucci¨®n de un caso de asesinato que ha alterado la tranquila vida de una isla con una idiosincrasia muy particular, y a la que tambi¨¦n tendr¨¢ que acostumbrarse. El muerto es un joven que iba a casarse con la hija de un empresario (Grandinetti) implicado en negocios turbios y que pasa a convertirse en el principal sospechoso de la muerte.
Ya es todo un clich¨¦ televisivo: la investigaci¨®n de un asesinato que ocurre en un lugar remoto y de reducidas dimensiones, pero con un paisaje inmejorable, y en el que todos los vecinos son posibles sospechosos del crimen. La peque?a isla canaria es el lugar perfecto para una historia as¨ª. Sus paisajes lucen espectacularmente en una trama que transcurre con el ritmo pausado propio de la vida en las islas. Aunque la historia podr¨ªa parecer ya vista, el guion se guarda alg¨²n giro inesperado que obliga al espectador a reenfocar sus expectativas. Tambi¨¦n destaca la abundancia de actores canarios y la importancia que tiene en la historia la forma de ser y de vivir de los herre?os, casi m¨¢s preocupados por la celebraci¨®n de la romer¨ªa de La Bajada de la Virgen que por encontrar al culpable del crimen en una isla de la que es casi imposible irse o llegar sin que nadie se entere. El caso queda resuelto en la primera temporada, aunque ya se est¨¢ preparando una segunda entrega, cuyo rodaje se encuentra paralizado como consecuencia de la pandemia. Natalia Marcos
Hierro. Pepe Coira. Movistar +, 2019. La primera temporada de ocho episodios est¨¢ disponible en Movistar +.
UN C?MIC: California Rocket Fuel, de Lorenzo Montatore
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Quiz¨¢s hablar de depresi¨®n en estos momentos no sea lo m¨¢s adecuado, con un tercio de la poblaci¨®n mundial encerrado, algunos en situaciones id¨ªlicas y otros en terribles condiciones. La mayor¨ªa, esperando, solos. En muchos casos, caldos de cultivo perfectos para acelerar o desatar una enfermedad que sigue siendo incomprendida, muchas veces ridiculizada, pero que es devastadora para quien la padece. Por eso quiz¨¢s es indicado hablar de una enfermedad que puede anular a la persona, encerr¨¢ndola en un confinamiento total del que es muy dif¨ªcil salir: convirtiendo su propia mente en una c¨¢rcel. California Rocket Fuel es el nombre con el que se conoce una de las combinaciones farmacol¨®gicas m¨¢s fuertes contra la depresi¨®n severa, una bomba qu¨ªmica que sirve de t¨ªtulo para una obra que busca mostrar la complejidad de esta enfermedad.
Lorenzo Montatore encuentra recursos gr¨¢ficos y expresivos en la otra generaci¨®n de autores del 27, los Tono y Mihura de Buen Humor y Guti¨¦rrez, pero tambi¨¦n narrativos, en la escuela de humor de Bruguera o en las tiras de la King Features Syndicate. Un potente bagaje para crear peque?os retratos de las terribles realidades de la enfermedad. El humor es tan solo una apariencia, una pantalla de protecci¨®n ante un relato ¨ªntimo de frustraciones y sentimientos destructivos: un trabajo repetitivo y aburrido, las dificultades de relaci¨®n con las mujeres, el sexo como laberinto, la angustia constante que toma cualquier forma para atormentar, la necesidad de buscar evasiones m¨¢s all¨¢ de esta realidad, en otras galaxias distantes. No busquen autocompasi¨®n en las vi?etas de Montatore, no la hay, ni b¨²squeda de ayuda caritativa: hay una catarsis personal que encuentra en el c¨®mic una medicina diferente que le permita comprender la fosa en la que se halla inmersa su realidad, que le lleve a decidir si pulsa ese bot¨®n en el que toda la existencia desaparece. ?lvaro Pons
California Rocket Fuel. Lorenzo Montatore. El c¨®mic est¨¢ disponible en esta web.?
UN DISCO: Wakafrica, de Manu Dibango
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Wakafrika, el disco que public¨® en 1994 el saxofonista camerun¨¦s Manu Dibango, fallecido esta semana, es el ep¨ªtome de las b¨²squedas que marcaron su trayectoria musical: el panafricanismo y la transformaci¨®n de los folclores en una banda sonora global. Wakafrika simboliza la uni¨®n de los pueblos del continente negro, uni¨®n que Dibango muestra con el concepto de modernidad que ya hab¨ªa desarrollado antes de Soul Makossa (1972). El ¨¢lbum, con elocuente portada, re¨²ne un plantel de cantantes brillantes y de m¨²sicos no menos notables. S¨®lo Manu pod¨ªa liderar una cumbre as¨ª. Diez a?os antes hab¨ªa dirigido la grabaci¨®n de Tam-Tam pour l'?thiopie, canci¨®n que congreg¨® a artistas de una docena de pa¨ªses africanos.
Una vibrante Soul Makossa ¨Cque mantiene el pulso original, pero participa de la agitaci¨®n del mbalax senegal¨¦s¨C abre el ¨¢lbum. Youssou N¡¯Dour canta. Peter Gabriel (autor de la canci¨®n), Alex Brown, el grupo sudafricano Ladysmith Black Mambazo y el ugand¨¦s Geoffrey Oryema recrean la emocionante Biko. En la pieza que titula el ¨¢lbum, Dibango suena en todo su esplendor y hace un gui?o a Electric Africa. Emma, de Tour¨¦ Kunda, adquiere nuevas tonalidades en la hermosa voz del maliense Salif Keita, y Homeless, de Paul Simon, refulge como la luna: el congole?o Ray Lema pone la voz. El tributo a Fela Kuti suena en Lady con el sudafricano Ray Phiri. King Sunny Ad¨¦, rey del ju-ju nigeriano, borda Hi-Life, y Ladysmith Black Mambazo vuelve con sus armon¨ªas vocales, a ritmo de reggae, en la cl¨¢sica Wimoweh. De la cadenciosa pero en¨¦rgica Ami Oh se encargan la beninesa Ang¨¦lique Kidjo y Papa Wemba, del Congo. King Sunny Ad¨¦ repite con alma en Jingo, la camerunesa Ka?ssa Doumb¨¦ reformula Pata Pata, y el angole?o Bonga y los senegaleses Tour¨¦ Kunda bailan el chachach¨¢ en Diarabi. Y de cierre, el omnipresente saxo de Manu traza en ?a va chouia un paseo que va desde la canci¨®n de variedades egipcia al soukous, pasando por Miles Davis. ??frica en movimiento! Javier Losilla
Wakafrika. Manu Dibango. 1994. Tabata M¨²sica y Letra. El disco est¨¢ disponible en Spotify y Apple Music.
UN VIDEOJUEGO: Sayonara Wild Hearts
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Corazones luminosos repartidos por la ciudad. M¨²sica pop y techno. Peleas con espadas gigantes sobre motos a toda velocidad. Robots gigantes con forma de lobo de tres cabezas. Y por encima de todo, las omnipresentes cartas del tarot guiando nuestra existencia. El a?o pasado Simogo, empresa desarrolladora sueca m¨¢s conocida por sus juegos para m¨®viles, estren¨® Sayonara Wild Hearts, un juego colorido y adrenal¨ªnico que se col¨® entre los mejores del a?o.
Puestos en la piel de una joven con el coraz¨®n roto, lo cierto es que, m¨¢s all¨¢ de su definici¨®n (muchas veces ha sido descrito, m¨¢s que como un juego, como un ¨¢lbum pop interactivo), Sayonara Wild Hearts, supone una aproximaci¨®n a lo queer rabiosamente desacomplejada. Narrado por la poderosa voz de Queen Latifah, el juego consta de 23 niveles que en realidad son 23 canciones, en las que (o durante las que) nuestro personaje se enfrenta a todo tipo de desaf¨ªos fren¨¦ticos dentro de ese g¨¦nero que podr¨ªamos definir como running games, y cuyo gran valor es ser ¨¦pico pero, a la vez, ¨ªntimo. Jorge Morla
Sayonara Wild Hearts. Simogo. 2019. El juego est¨¢ disponible para Nintendo Switch, PlayStation 4, iOS, Xbox One, Microsoft Windows, Mac OS y tvOS.
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