¡®Baloncesto y otras hierbas¡¯: una historia ilustrada de la NBA

En los playoffs de la final de 1992 de la NBA, en el primer partido entre Portland Trail Blazers y Chicago Bulls, justo antes de la mitad del encuentro, Michael Jordan anot¨® su sexto triple para los Bulls, a los que hab¨ªa a?adido otras canastas incre¨ªbles. En su regreso al campo de defensa, Jordan mir¨® a la mesa de comentaristas e hizo un gesto de suficiencia con las palmas abiertas y encogiendo los hombros que se clav¨® en la imagen de los telespectadores y seguidores de baloncesto de todo el mundo. ?l era el elegido, el mejor jugador de la historia. El resto de mortales no pod¨ªamos hacer otra cosa que admirarlo y miraba a la c¨¢mara para corroborar lo que todos pens¨¢bamos. Jordan gan¨® aquellas finales de 1992 y otras cinco m¨¢s (1991, 1993, 1996, 1997 y 1998), erigi¨¦ndose como el jugador m¨¢s valioso en todas ellas.

Aquel gesto es uno de los grandes momentos de la NBA, que el periodista y escritor estadounidense de origen mexicano, Shea Serrano, junto al ilustrador Arturo Torres, narra en su hilarante libro Baloncesto (y otras hierbas). Todo lo que siempre quisiste saber (o no) sobre la NBA y nunca te atreviste a preguntar (Contraediciones), un superventas en Estados Unidos que tambi¨¦n figur¨® en la lista de recomendaciones de libros del expresidente Barack Obama de ese mismo a?o en su cuenta de Facebook. Los adictos a la NBA, la liga m¨¢s importante y que m¨¢s activos econ¨®micos del mundo genera, se encuentran, durante esta cuarentena, en una situaci¨®n ins¨®lita. El propio autor recomienda la f¨®rmula que ¨¦l mismo utiliz¨® para preparar el libro. ¡°He pasado todo mi tiempo viendo lo m¨¢s destacado del baloncesto en YouTube. Yo recomendar¨ªa eso. Es lo mejor que se puede hacer en un par de meses¡±, se?ala por correo electr¨®nico. No es mal diagn¨®stico para aquellos que tengan mono de canastas imposibles, asistencias estratosf¨¦ricas y dem¨¢s virtuosismos deportivos. El libro puede ser, en ese sentido, una gu¨ªa ¨²til para buscar im¨¢genes de archivo.

La particularidad del trabajo de Serrano, dentro de la literatura deportiva, es el humor de cada una de las p¨¢ginas y cap¨ªtulos en los que est¨¢ organizado su libro. Tambi¨¦n las historias y pies de p¨¢ginas que el autor aspira a relatar, en una narraci¨®n acompa?ada de datos y estad¨ªsticas de todo tipo. En el cap¨ªtulo A qu¨¦ grupo de jugadores de la NBA te unir¨ªas si hoy fuera ¡®La noche de las bestias¡¯, Serrano recuerda la historia de Matt Barnes, jugador conflictivo que pas¨® por equipos como Los Angeles Clippers, Sacramento Kings, Philadelphia 76ers o Golden State Warriors. ¡°La historia m¨¢s delirante de Matt Barnes es cuando condujo 150 kil¨®metros con la intenci¨®n de partir la cara a Derek Fisher, excompa?ero suyo (y entonces entrenador de los Knicks), porque manten¨ªa una relaci¨®n con la mujer de Barnes, aunque estaban separados. All¨¢ por el kil¨®metro veinte, una persona normal hubiera empezado a calmarse. Barnes no¡±. Como recuerda el autor, sus peleas cuentan hasta con un v¨ªdeo de homenaje en YouTube.

El libro de Shea Serrano y las ilustraciones de Arturo Torres son un homenaje a buena parte de la historia de la NBA, especialmente a partir de la d¨¦cada de los ochenta, cuando el comisario David Stern decidi¨® cambiar el rumbo de una competici¨®n hasta entonces mal vista por las sospechas del exceso de consumo de drogas de la d¨¦cada anterior (se apunt¨® que un 75% de jugadores consum¨ªan coca¨ªna frecuentemente). Y en esa l¨®gica temporal, hay un h¨¦roe indiscutible, el mejor jugador de la historia para el autor y para la mayor¨ªa de aficionados: Michael Jordan, que debut¨® en la competici¨®n en 1984 para, despu¨¦s de unos a?os de convivencia con los dos grandes revolucionarios de la ¨¦poca ¨CMagic Johnson y Larry Bird¨C, alcanzar literalmente los cielos en r¨¦cords individuales y colectivos con sus Chicago Bulls.

El libro funciona como recordatorio de grandes momentos, desde aquella d¨¦cada m¨¢gica de los ochenta hasta la actualidad. De aquellos Johnson, Bird y m¨¢s tarde Jordan, hasta los actuales LeBron James y Stephen Curry, pasando por jugadores como Pat Ewing, Hakeem Olajuwon, Shaquille O¡¯Neal, Charles Barkley, Allen Iverson, David Robinson, Shawn Kemp, Gary Payton, Vince Carter, James Hardem, Dirk Nowitzki¡­ Con referencias reiteradas a su admirado Tim Duncan, jugador elegante como pocos, de su natal San Antonio, o con pullas hacia Kobe Bryant, fallecido despu¨¦s de la publicaci¨®n del libro en Estados Unidos, al que califica como ¡°un capullo¡±, aunque tambi¨¦n reconoce sus m¨¦ritos deportivos y deja abierta, con humor, la interpretaci¨®n de sus ¨¦xitos. Pocas grandes figuras quedan fuera de un relato sin pelos en la lengua y con un punto de acidez desternillante, que refleja una larga serie de momentos ¨²nicos de la NBA, como el impresionante tap¨®n de LeBron James a Andre Iguodala en las finales de 2016 que ganaron los Cleveland Cavaliers a Golden State Warrios: ¡°LeBron James, que ven¨ªa esprintando desde el pueblo vecino, dijo ¡°Hoy no¡±. Salt¨®, calcul¨® los ¨¢ngulos, la rotaci¨®n de la Tierra, la edad exacta del Sistema Solar y, acto seguido, intercept¨® la pelota contra el tablero¡±.

Las ilustraciones de Torres, colaborador habitual y amigo de Serrano, alternan diferentes influencias ¨Cdesde el w¨¦stern a los c¨®mics de superh¨¦roes¨C en unos dibujos con un estilo que cabalga entre la vi?eta de acci¨®n y las referencias a la cultura hip hop, en la que Serrano, que ha escrito mucho sobre rap, parece sentirse muy c¨®modo. Para el autor, la NBA y el rap ¡°llegaron al prime time m¨¢s o menos al mismo tiempo, y adem¨¢s ambos son muy cool. Esa es mi forma de sentirlo¡±. Preguntado por qui¨¦n elegir¨ªa en su equipo para un partido en unas canchas de barrio si a Marc o Pau, Serrano elige al menor de los hermanos Gasol. ¡°Voy con Marc, sobre todo porque parece que lo har¨ªa mejor en una pelea a pu?etazos, que es como un buen porcentaje de las pachangas de baloncesto terminan¡±, remata el autor de un libro que puede ayudar a sobrellevar la ausencia de baloncesto durante esta eterna cuarentena.